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Una vez llegó a casa de Chava no pudo evitar pensar que definitivamente tenía buen gusto, la casa que tenía frente a él era una de las más bonitas que había visto, y había estado en muchas mansiones, pero aún que está casa era más pequeña, y en cierto punto más modesta, tenía algo que le generaba una sensación de plenitud, no esperó más y tocó el timbre.

Chava se alteró un poco cuando escuchó el timbre, había estado listo hace una hora y estaba algo impactante por qué llegará la hora, pero ahora que estaba el momento justo ahí estaba aterrado por alguna razón, pero no podía esconderse en su casa por siempre, fue directo a la puerta y estuvo a nada de tomar su sombrero, pero se detuvo <<es algo estorboso...>> Pensó, decidió que lo dejaría colgado en perchero y abrió la puerta para encontrar a Tocino parado  a medio metro de la puerta.

-Hola- le dijo Tocino en un tono algo melodioso.

-Hola- le respondió tímido.

Intercambiaron un par de palabras cordiales mientras Chava cerraba la puerta de su casa con llave, subieron al auto de Tocino, un Tesla de color gris, mientras Chava subía al auto tuvo un recuerdo de manera rápida de la primera vez que había subido a ese auto, lo había vomitado por lo borracho que estaba, quería morirse de la vergüenza, mientras que tocino no mencionara nada sobre eso entonces podía conservar la poca dignidad que aún tenía consigo.

-¿Y a dónde vamos?-.

-Hay un lugar al que me gusta ir, es privado y discreto con las celebridades, siempre quise ir con algún amigo-.

La palabra "amigo" resonó en su cabeza, ¿Realmente lo consideraba su amigo? Era difícil decifrarlo dado que el único amigo que tenía era Chema y su amistad siempre había sido muy parecida a abrazar un cactus, en cuanto respecta a Tocino, no sabía que tanto podía llamarse a eso amistad después de ver las claras intenciones de coqueteo. El resto del trayecto a penas hablaron de algo, parecía que Tocino no era mucho de hablar mientras conduce, era como si mágicamente se le hubieran acabado los temas de conversación, afortunadamente la radio estaba puesta y el ambiente no era del todo incómodo.

Chava pasó gran parte del trayecto mirando por la ventana sin pensar demasiado en a dónde iba, no fue hasta que empezó a reconocer las calles que verdaderamente puso atención a en donde estaban, contuvo un gemido de la impresión al ver el lugar a dónde lo había llevado, era el bar al que había llevado a Chema varias veces, el mismo donde había sido rechazado por él, pero no dijo nada, solo se bajó del auto y siguió a Tocino, después de todo seguramente ya estaba la reservación hecha y sería una pena desperdiciarla.

La mesa que tenían reservada para ellos no estaba muy lejos de la que usó la última vez que estuvo con Chema, por un momento pensó que el mundo se estaba riendo de su miseria, pero no quiso que eso arruinara su humor.

-Es un lindo lugar- le dijo intentando sonar animado.

-Sí, pero ahora que tengo compañía es incluso mejor-.

-¿Por qué nunca trajiste a Majo?-.

-Ella es una mujer ocupada, siempre está en el médico o en las grabaciones, últimamente con su popularidad en ascenso a estado aprovechando para trabajar en una organización de ayuda a personas con VIH-.

-Suena a una vida ocupada...-.

-Sí...hay veces en que me siento solo sin ella al rededor-.

-Oh... Pero ¿No tienes más amigos?-.

-Bueno, están Toto y William, pero Toto está ocupado levantando el imperio de su familia y haciendo crecer a Tejeringo, y William se fue al extranjero a grabar una precuela del huevo asesino-.

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora