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Chava pasó la llave en forma de tarjeta para abrir la puerta y en cuanto entró lo primero que pudo identificar fue a Chema sentado sobre su cama en una posición parecida a las anteriores noches.

-¿Dónde estaba?-.

<<Tiene que ser chiste>> pensó Chava, y sin darle respuesta se adentró en la habitación para acomodar su maleta y llevársela de la habitación.

-¿Qué está haciendo?- Chema sonaba muy alterado al ver la escena, fue a seguirlo al baño para verlo recoger su cepillo de dientes -¿A dónde va?-.

-Al cuarto de Tocino- finalmente respondió a una de sus preguntas sin mostrar el mayor interés en detenerse a platicar sobre sus decisiones.

-¿Qué?- Chema se mostró perturbado ante la idea -¿Qué no compartía cuarto con María José?-.

-Ella se fue hoy por la tarde-.

-Pero...aún falta la escena de la boda y ella...-.

-Hubo un cambio de planes en el guión, es muy pequeño, me parece que debería llegar un libreto corregido dentro de poco-.

Chema sintió que el mundo se le iba, ver a su compadre comportarse de esa manera le parecía desesperante, vio como cerraba su maleta y se disponía a marcharse, por impulsl corrió hacia la puerta bloqueandole el paso.

-Chema, déjame pasar-.

-¡No!-.

-Chema...- le miró severamente reprobando su comportamiento.

-¿Por qué quiere irse?-.

-¿Para que quieres que me quedé?- comenzaba a sentirse considerablemente molesto -Mirate, estás actuando como un niño, déjame pasar-.

-Compadre...no me abandone-.

-José- hacia muchos años que no escuchaba a su compadre llamarlo por su nombre -Basta, por favor, ¿No puedes ver qué me lastimas?, Ni siquiera eres capaz de hablarme como un igual-.

-Nunca quise lastimarlo...-.

-No... sé que no...- Se frotó los ojos con su mano en un intento de mantenerse calmado -Escuchame un momento, pero escúchame de verdad-.

Chema lo miró a los ojos atento a lo que sea que su compadre fuera a decir.

-Te quiero, te adoro, incluso podría decirte que te amo, no sé que es lo que sientas por mi pero sea lo que sea no es suficiente para dejar a Lencha y venir conmigo, ¿Qué pretendes?, ¿Qué te espere mientras tú me prometes que vas a dejarla? Ella te hace daño y lo sabes, pero no me importa si quieres vivir en una relación donde te lanzan los sartenes cada que haces algo que no le agrada, seguiré siendo tu amigo, pero no voy a dejar que te adentres más en mi corazón si no eres capaz de elegirme de la misma manera en la que te elegiría a ti-.

Chema estaba anonadado, no sabía cómo reponer ante todo eso, no lo estaba abandonando, el había dicho que seguiría siendo su amigo, pero por algún motivo se sentía como una despedida.

-Déjame pasar-.

Esta vez chema no se opuso, ni siquiera refunfuño un poco, solo se apartó de la puerta y vió a su compadre cerrar la puerta detrás de él, sintió que las fuerzas le faltaban y se sentó sobre sus rodillas en el suelo, por un momento pensó en salir de la habitación a perseguirle pero simplemente no pudo, solo se quedó ahí intentando procesar lo que habia sucedido.

Por su parte, Chava se sintió un poco aliviado, pero se mentiría a si mismo si dijera que se sentía mejor, no había cosa que le doliera más que tener que alejarse de Chema, pero está vez era por su propio bien, siguió caminando al elevador para ir al piso donde se encontraba hospedado Tocino y al llegar a la puerta sacó la llave que anteriormente era de María y abrió la puerta, la escena era vagamente familiar a la de hace unos momentos, solo que en lugar de encontrar a Chema dentro, estaba Tocino, alguien que no lo lastimaba y que en realidad hacia todo lo contrario, en todo el tiempo que llevaba de conocerlo lo único que él le había ofrecido era su comprensión y en varios casos, su ayuda.

-Ah, volviste, ¿Cómo fue?-.

-Más difícil de lo que pensaba...-.

-¿Quieres hablar de eso?-.

-Tal vez en otro momento-.

-Por su puesto-.

En el momento en que se dispusieron a dormir, Chava no pudo evitar sentir una comodidad en el ambiente y sabiendo que nadie iba a interrumpirle, o despertarlo con una situación incomoda tuvo una de las noches más plácidas de su vida.

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Era ya el último día de grabación, un día muy movido al ser preparada una de las escenas más esperadas de toda la temporada, la Boda de Huector Manuel y Celia Hueverta, el libreto ligeramente corregido había sido enviado por la mañana a todos los sectores de producción y a todos los actores, por su puesto, así mismo, el director se encontraba en busca de diferentes personas que encajaran con el montón de trajes de fiesta para poder vestir a las personas que iban a servir de extras en la toma, todo estaba suponiendo un enorme reto para toda la producción al contar con un presupuesto tan reducido, pero de alguna manera todo se veía bastante decente, era como si el equipo hiciera magia para arreglar todo, desde el vestuario, la escenografía, las luces, todo estaba perfectamente colocado, y claro que en producción se encargarían de darle diferentes toques para hacer que todo destaque aún más.

Chava se encontraba acompañando a Tocino en vestuario mientras repasaba el libreto modificado, solo unas cuantas líneas habían sido cambiadas para omitir la presencia de María Hueverta; sin embargo, al leer a María Hueverta, no pudo evitar pensar en la actriz que había desaparecido un día antes sin decir nada, ni avisar a nadie, el único que parecía saber sobre eso era el director, quién hizo un cambio con bastante anticipación ante la repentina situación, el hecho de que Tocino tampoco supiera demasiado le hizo pensar que definitivamente había algo raro con todo eso.

-Salvador- Chava volteó la mirada para encontrarse con Tocino vestido con un traje color gris que le hacía verse más elegante que de costumbre -¿Como me veo?-.

Chava le dio una mirada de arriba a abajo analizando todos los detalles de la vestimenta, sonrojandose un poco al verlo -Te ves...bonito-.

Tocino soltó una pequeña risa de satisfacción y se dispuso a posar para el con su atuendo disfrutando de ser admirado por la persona que tenía frente a él.

-Bueno, suficiente, deberías ir a cambiarte también, seguro que te verás muy guapo con traje-.

Hacía un tiempo que Tocino no intentaba ligotear con él, cosa que le parecía ligeramente divertida y sentía cierta satisfacción al ver cómo un actor como él lo llenaba de cumplidos, hizo caso a su comentario y fue a buscar su vestuario.

Una vez con el vestuario puesto y ajustado fue a encontrarse con Tocino en el área de maquillaje donde ya lo estaban arreglando, vió como eliminaban las manchas de su cara y acomodaban su cabello, pensaba que era un poco extraño verlo sin sus manchas, se había acostumbrado tanto a verlas que ahora parecía otra persona, pero no le quitaba el atractivo que tenían sus facciones, no tardaron mucho en comenzar a caracterizarlo a él también.

Aún habían un par de escenas que debían ser grabadas antes del espectáculo principal, la escena de la boda estaba programada ya para la tarde-noche, y sería la última.

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora