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La marcha nupcial sonaba lo suficientemente alto como para que todos estuvieran atentos a la entrada de la novia, Celia Hueverta estaba cubierta de un brillo particular, como si hubieran pequeños destellos flotando a su alrededor, el vestido de bodas encajaba perfectamente en su esbelta figura y se movía con gracia mientras caminaba agarrada del brazo de su tío, Carlos Hueverta, caminaban hacia el altar donde el novio esperaba pacientemente a su prometida, aún que la sonrisa de Huector Manuel parecía algo forzada, como si intentará disimular un dolor agudo en alguna parte de su cuerpo, afortunadamente para él, eso no fue notado por nadie en particular, ambos novios se tomaron de las manos para empezar a decir sus votos.

Chava repasaba el guión en su mente, a pesar de que realmente no tenía que decir nada en esa escena él se sabía todos los diálogos de memoria, secretamente estaba disfrutando de ver la escena desenvolverse, sintiendose como un fan con demasiada suerte al ver de primera mano la escena antes que cualquiera, exceptuado a los extras que eran personas del hotel, claramente; incluso si la escena era preciosa, no podía evitar sentir pena por el cambio de guión, hubiera sido precioso que la escena si continuará con el momento en que Huector Manuel detenía si boda y salía corriendo de la mano de María Hueverta, sin embargo, esta vez detendría la boda, diría que estaba enamorado de María y saldría corriendo a buscarla al ver que no estaba entre el público, lentamente comenzó a pensar en el cambio tan repentino.

-Usted, ¿Acepta a Huector Manuel Facundo como su marido, para amarlo, cuidarlo y respetarlo en la salud y en la enfermedad?- La voz del sacerdote resonó en la cabeza de Chava con un mal recuerdo de la boda de Chema, eran exactamente las mismas palabras que había escuchado ese momento

-Acepto- dijo Cecilia cubierta de emoción.

-Y usted, ¿Acepta a Cecilia Hueverta como si esposa, para amarla, cuidarla y respetarla en la salud y en la enfermedad?-.

Era el momento decisivo, la clave de todo el resto de la trama y así como Chava tenía recuerdos de aquel día, Chema también pensaba en su propia boda, un reflejo de lo que sucedió aquel día con la gran diferencia de que en ese momento era feliz y ahora estaba sumamente arrepentido.

-Yo...- Sonó la voz titubeante de Huector Manuel -Yo...n-no-.

-¿Cómo dijo?- el sacerdote estaba anonadado, así como las personas presentes en la boda, todos con cara de sorprendidos al ver qué la boda no se estaba desenvolviendo con normalidad, sin hablar de la cara de la novia, quién se veía bastante preocupada y a la expectativa de que eso fuera una simple broma.

-Yo...- en ese momento suspiró intentando bajar la tensión que sentía -No puedo casarme-.

Los murmullos no se hicieron esperar, todos estaban muy sorprendidos por el giro de los acontecimientos, la cara de la novia ahora no era de preocupación, se encontraba decepcionada y se reflejaba una incontenible irá, había comenzado a ponerse completamente roja del coraje.

-¿Por qué no?- preguntó Cecilia de manera brusca.

-Yo no te amo- dijo Huector Manuel decidido -Amo a tu hermana, la adoro, no puedo casarme contigo por que no puedo verte sin ver en tu rostro los ojos de ella, espero puedas perdonarme...-.

Dicho eso, salió corriendo y Cecilia intentó atraparlo, pero el vestido y los tacones le estorbaban y terminó callendo en el suelo al tercer paso que dio, el público estaba desconcertado y un par de personas se acercaron a la novia para auxiliarla.

Hubieron unas escenas extras que tenían que ser grabadas, momentos previos a la boda, momentos después y una que otra interacción, al finalizar el director agradeció compulsivamente a las personas que hicieron de extras y se aseguró de darles a cada uno de ellos una invitación a la fiesta que se les había prometido, se daría un día de descanso para que los actores y el staff pudieran hacer lo que quisieran y al día siguiente se daría la fiesta, el director se había estado encargando de tener todo listo para que todos estuvieran libres para que disfrutaran sus últimos días en la playa.

Chava se encontraba exhausto y se estiró una vez se quitó el traje y lo entregó a una de las chicas del vestuario, se sentó cerca de ahí mientras esperaba a Tocino para ir a cenar al restaurante del hotel, debía admitir que Tocino había sido una gran compañía en las últimas semanas, era una persona bastante interesante y nunca se le terminaban los temas de conversación a no ser que tuviera que manejar; pronto se percató de una mirada que perfectamente pudo haberle perforado el cráneo de lo intensa que era y al alzar la cabeza pudo ver a Chema parado a unos metros de el mirándolo con una expresión que a Chava le estaba costando bastante descifrar, pensó que iría hacia el, pero sólo volteó la mirada y siguió su camino, de alguna manera Chava se sintió triste ante eso, pero de ninguna manera quería seguir con aquella situación tan complicada que había resultado entre ambos.

Finalmente Tocino apareció y fueron directo al restaurante en donde planearon a que lugares podrían ir al día siguiente.

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Chava despertó y lo primero que vió fue el mar a través de la enorme ventana que daba al balcón y recargado en el balcón estaba Tocino en boxers fumandose un cigarro, debía admitir que la vista era bastante buena, sin duda Tocino iba al gimnasio bastante seguido, tenía una espalda ancha y marcada, unas piernas y brazos fuertes y sobre todo, un trasero bien moldeado por el ejercicio, se incorporó intentando no hacer mucho ruido y para meterse a bañar, después de todo ese día irían a muchos lugares, una vez terminó se dio cuenta de que se le había olvidado meter su cambio de ropa al baño y se sintió ligeramente avergonzado de tener que salir únicamente con una toalla sabiendo que Tocino estaba ahí.

Cuando salió del baño, vio a Tocino entrando a la habitación con un encendedor en la mano, ambos se miraron de arriba a abajo, escaneando se el uno al otro, sin embargo, Chava no miró demasiado, ya que estaba más preocupado por sostener su toalla en su lugar, actitud que a Tocino le pareció divertida, no dijeron nada, tocino solo entro al baño para darle un poco de privacidad para cambiarse. Mientras buscaba su ropa y se vestía pudo escuchar el agua caer en la regadera, Tocino había comenzado a ducharse.

Cuando ya estaba vestido se sentó en su cama a observar el océano y por un momento no pensar en nada, era increíble, no podía recordar la última vez que se había sentido así de calmado, siempre había algo que lo preocupase, los matones en la escuela, la debilidad de su abuela, las enfermedades de su madre, la granja, el dinero, su mejor amigo, incluso cuando perdió muchas de esas preocupaciones y se encontró estable en la ciudad había aparecido una que no lo abandonaba, la soledad, pero de alguna manera mientras miraba el océano no se sintió solo.

El sonido de la puerta del baño le hizo reaccionar y volteó por inercia encontrándose con Tocino envuelto en una toalla y con una expresión calmada que rápidamente se volvió ligeramente coqueta, ni siquiera lo dejó decir nada, había volteado rápidamente hacía la ventana muerto de vergüenza y solo podía escucharlo buscar sus prendas de vestir y el como se colocaba cada una, todo en completo silencio y con las mejillas sonrojadas.

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora