por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)

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Chava había estado pensando que despues de dejar a Chema en su casa podría ir a buscar a Tocino y a María para ver qué había sucedido con ellos, mandó un mensaje a Tocino para saber dónde estaba. Cuando volteó a la casa, vió como Chema se metía en ella y cerraba la puerta lentamente mientras le daba una última mirada que Chava no pudo decifrar del todo, se quedó un momento viendo la puerta cerrada y después puso su auto en marcha para estacionarse enfrente de una tienda. Bajó de su auto y compró unas galletas para pasar el rato mientras esperaba la respuesta de Tocino.

Abrió el paquete de galletas ya sentado en su auto y en un momento escuchó la notificación de su celular.

"Estoy en mi casa, Majo está aquí también"

En el momento en el que leyó el mensaje encendió su auto.

"¿Puedo ir? Me gustaria devolverle el libro que me prestó"

"Tu vente, le hará feliz verte"

Chava sonrió y se puso en marcha.

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Lencha se sentía bastante incómoda mientras estaba en la sala de estar de Olga, quién amablemente le había ofrecido su casa para quedarse mientras encontraba la manera de volver a Pueblo Quieto. Para su mala fortuna no habían salidas de autobuses para Pueblo Quieto más que dos veces por semana y el último había salido hacia 3 horas. Estaba furiosa con todo el mundo, se había quedado sin casa, sin auto, sin marido y estaba segura que dentro de poco se quedaría sin dinero.

Olga por su parte, ya había comprendido quién era Lencha, y pensó que no podía tener peor suerte. Quién tenía en su sala de estar, esa persona con la que había compartido la cama de manera íntima, era la esposa José María Tierra fría, uno de los actores más importantes de la telenovela de donde trabajaba en vestuario. Ya se comenzaba a hacer sumamente pública la noticia de Lencha siendole infiel al actor, eran prácticamente la comidilla del día y ahora ella sabía que Lencha tenía la costumbre de hacerlo seguido.

Ninguna de las dos hablaba demasiado, a demás de que Olga sentía que en cuanto intentará cruzar más de dos palabras con Lencha le arrancaría la cabeza. Lencha solo veía el celular intentando pensar en una forma para aún que fuera salir de ahí sin gastar tanto dinero, sabía que el siguiente camión a Pueblo Quieto era el martes, pero faltaban dos días para eso, pensó por un momento que sería buena idea tomar un camión a Tejeringo y de ahí ver si había suerte de un camión a Pueblo Quieto. El problema fue que no habían camiones a Tejeringo. Estaba frustrada, comenzó a pensar en todos los pueblos que estaban cerca de Pueblo Quieto para intentar llegar a alguno de ellos sin tener mucho éxito en ello, parecía ser que el único camión que podría llegar a conectar con algún poblado cercano sería precisamente el de Pueblo Quieto, como odiaba la ciudad.
Cuando había dado todo por perdido llegó un mensaje de Mariela.

"¿Estás bien?"

Odiaba admitirlo, pero ella era su mejor opción. Entre ella y una extraña que había conocido en un bar, prefería a Mariela. Ni siquiera tuvo que explicarle la situación, solo tuvo que decirle que Chema la había corrido de la casa y automáticamente Mariela dijo que iba en camino a recogerla.

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-Oh si, Miguel era muy llorón cuando era un niño- dijo María a Chava, quién se alegraba de verla completamente sana. Al parecer había tenido que retirarse de la grabación por una infección de vías urinarias que le causaba mucho dolor.

-No pensé que fuera así -.

-Él era muchas cosas antes de ser una estrella, pero alguien confiado jamás, no le digas que te dije esto, pero de vez en cuando todavía es bastante inseguro de si mismo-.

-No te creo- dijo Chava con ironía -¿Cómo podría? Es literalmente la persona con el ego más alto que conozco -.

-Eso no significa que no pueda sentir nada más- dijo con una sonrisa -En realidad es bastante sensible- se quedó en silencio durante un momento -Hablando de otra cosa, quería hacerte una propuesta-.

-A caray, ¿Y de que se trata?-.

-Estoy buscando nuevos socios para mi fundación, más que nada para que aparezcan ante el público, quería saber si estarías dispuesto a colaborar conmigo y ser uno de los rostros para las campañas-.

Chava lo pensó por un momento -¿Y que tendría que hacer?-.

-Cosas sencillas, aparecer en publicidad, algunos comerciales, tal vez estar presente el algunos eventos. Tu sola imagen ayudaría muchísimo a dar promoción a la causa-.

Se quedó un momento reflexionando, prestar su imagen ahora que era una figura pública podría traerle o problemas o beneficios dependiendo de en donde apareciera, una asociación benefactora para personas con VIH no se veía peligrosa, pero Chava habia comenzado a ser paranoico con en donde salía su cara.
Pensó por dos segundos que ya se le había publicado una foto de él besándose con Tocino y habían varias notas sobre eso; lanzarse a una campaña de VIH con el reciente aclaramiento de su identidad sexual le pareció la combinación perfecta para que los medios se pusieran creativos, sin embargo, Maria realmente había sido bastante amable desde el primer momento en que se conocieron, si bien antes no hablaban mucho entre filmaciones, ahora la veia como una persona en la que como mínimo podía confiar.

-Bueno, si solo necesitas mi cara entonces lo haré-.

Tocino apareció con por la puerta del baño -¿Que es esto? ¿Convences a Salvador de aparecer en comerciales?-.

-Obviamente, no voy a perder la oportunidad de tenerlo ahora a intentar contactarlo cuando sea más famoso, rico e inalcanzable-.

-Claro, no lo había pensado, si sigue escalando así pronto pasará por encima de mi riqueza y mi fama, quedaré relegado a la sombra del gran Salvador de la Cruz- dijo poniendo su mano sobre su frente de manera dramática.

Chava rió -No voy a pasar por encima de nadie-.

-Y además modesto, definitivamente será mejor persona que tú, Miguel- dijo María en tono de burla.

-No es cierto, dime qué no es cierto, ¿Me robas el corazón y ahora te robas a mi mejor amiga? ¿Qué más piensas quitarme?- siguo siendo dramático al respecto mientras los otros dos se reían ligeramente de eso.

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Lencha y Olga seguian sin decir mucho, habían hablado lo suficiente como para que Olga supiera que alguien vendría a su departamento para recoger a Lencha, cosa que le pareció maravillosa ya que no la soportaba una hora más en su casa.

Sonó el timbre y Olga fue a abrir inmediatamente, encontrándose con una mujer un poco más alta que ella que llevaba un bonito pantalón rosa pastel y una blusa blanca semi-transparente, automáticamente pensó que era la mujer más hermosa que había visto en su vida, incluso más bonita que Lencha.

-Hola- le saludó de manera calida -Soy Mariela, vengo por Lencha- y le dedicó una sonrisa amable.

-Ah c-claro- se había puesto un poco nerviosa -Pasa por favor, ¿gustas un vaso de agua?-.

-Sí, muchas gracias- agradeció que le ofrecieran agua, nunca antes había estado en Huevopolis y se había perdido un poco por las calles, el calor que hacía era espantoso.

Cuando Lencha vio a Mariela pasar se saludaron tímidamente con la mano, no pudo evitar notar el parecido físico entre las dos mujeres que tenía enfrente de ella, ambas delgadas, de facciones finas, morenas con el cabello ligeramente rizado y con esa expresión gentil. Fácilmente podría pensar que son familia, no eran tan parecidas como para decir que eran hermanas, pero si lo suficiente como para pensar que pudieran ser primas. Las observó interactuar de lejos, parecía que simplemente estaban sie do cordiales la una con la otra, pero de vez en cuando notó ligeras miradas un poco bobas y nerviosas por parte de las dos, se sintió celosa.

Antes de que ambas se fueran de su departamento, Olga junto valentía de dónde pudo para hacerle a Mariela una pregunta -Disculpa...¿Podrías darme tu número?-.

Mariela sabía de que se trataba, le había gustado, y aún que pensó en negarse terminó dándole su número por que de alguna manera Olga también le había parecido adorable.