-Así que, ¿No sabes dónde está?- dijo Chava.
-No tengo idea- le respondió Chema.
Habían pasado un par de horas para que Chema pudiera hablar de lo que había sucedido, Chava estaba bastante sorprendido, por la manera en que se desarrollaron las cosas pensó que la casa estaría reducida a cenizas; había comenzado a pensar que en cualquier momento Lencha regresaría a cobrar su venganza. Pero de momento eso no debía preocuparse demasiado por eso.
-Entonces, ¿Quieres un abogado?- le preguntó Chava.
-¿Un abogado?-.
-Sí, para que Lencha no te quiera andar torciendo en el divorcio. ¿Te acuerdas de Don Silverio? Su ex-mujer se quedó con la casa y la frutería cuando se separaron porque el wey no tuvo un buen abogado; y no creo que Lencha no vaya a intentar quedarse con todo lo que pueda-.
Chema sólo asentía mientras su cerebro intentaba procesar la gran carga de todos los acontecimientos recientes. Le costaba mucho comprender que ahora tenía que pensar en proteger parte de su patrimonio cuando hasta hace unos días todo lo compartía con su esposa, aún que por dentro sentía un pequeño alivio de que al fin había terminado todo el martirio que era Lencha.
Una vez más calmado pudieron conversar de manera normal y finalmente Chema se atrevió a preguntar -Entonces...compadre, ¿Está usted saliendo con el señor Miguel?-.
Chava no sabía muy bien que responderle -¿A qué viene esa pregunta?-.
-Bueno...- Chema bajó la mirada un poco avergonzado -Un día mientras estábamos en el hotel fui a su habitación para hablar con usted y... pude escucharlos desde fuera-.
Chava se había comenzado a poner rojo de la pena -A...caray...este- se rascó el cuello mientras organizaba una respuesta -Bueno, realmente no sé muy bien el tipo de relación que tenemos él y yo...-. y era verdad, si bien habían compartido mucho tiempo juntos; hasta ese momento aquello no tenía un nombre. Pensó que le preguntaría más tarde.
-Compadre, no tiene que mentirme para hacerme sentir mejor, si está saliendo con él y lo hace feliz entonces estoy bien con eso- dijo con una leve sonrisa.
-Chema, no tengo necesidad de mentirte- le puso una mano sobre el hombro -Realmente no tengo muy en claro que está pasando con él, pero gracias por apoyarme-.
De alguna manera Chema pensó que era lo mejor, aún que realmente quería a Chava con él, simplemente no podía hacerlo con toda la situación abrumandolo. Se sentía demasiado frágil y herido por todo lo que había significado Lencha para su vida, no creía superarla así de fácil; y tampoco quería que por todo eso su amigo saliera lastimado.
Durante los siguientes días ambos comenzaron a recuperar la confianza que se tenían el uno al otro. Chema ayudaba a Chava en todo lo que podía, habían traído la camioneta de Chema para que fuera más fácil hacer el mandado y para que Chema pudiera desplazarse cuando quisiera, también había comenzado a informarse hacer a del proceso de divorcio y Chava le consiguió un buen abogado a Chema.
Mientras vivían en el mismo techo, Chema aprendió unas cuantas cosas de Chava que no conocía a profundidad, había recordado una leve charla acerca de lo mucho que le gustaban las plantas, pero verlo cuidar de su jardín y de las criaturas que llegaban a habitarlo era una experiencia completamente diferente, como si de alguna manera volviera a ver al pequeño niño sensible que era cuando tenía 10 años, cuidadoso y delicado con las cosas; con el paso del tiempo había intentado volverse más brusco pero definitivamente aún seguía siendo el mismo niño. También había descubierto su gran afición al yoga y lo rápido que podía resolver crucigramas.Chava por su lado tenía una mezcla de sensaciones, le gustaba sentirse acompañado y finalmente la compañía que tenía era la de Chema, si embargo, se había acostumbrado demasiado a no tenerlo cerca durante un tiempo, volver a verlo todos los días era algo un poco extraño; aún que hizo todo lo posible por qué eso no se notara. Para la seguridad de Chema, había puesto bajo llave el mini bar que tenía en la casa, para evitarle la tentación de volver a beber hasta desmayarse y poco a poco fue ayudando a que su compadre se recuperará de aquella situación, lo había incitado a qué tomara algún hobby. Primero intento que se uniera a él en el yoga o los crucigramas, pero Chema no parecía tenerles gran interés, después de una semana vió a su compadre algo interesado en el origami, de ves en cuando veía sobre las repisas del librero una figurita de papel.
Cuando finalmente pensó que Chema podía estar bien si lo dejaba solo por un par de horas acordó una cita con Tocino, la duda sobre cuál era exactamente la relación que tenían había sido plantada y moría de curiosidad.

ESTÁS LEYENDO
por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)
FanfictionEsta es una historia con huevos, pero de los rancheros. Chema y Chava se ven revueltos, digo, envueltos en un montón de situaciones diferentes que tendrán que superar juntitos, así bonito, pero por qué son MUY MACHOS!! ---------------------------- E...