Lencha recién había salido de la estética con un corte y tinte nuevos, caminó lentamente hacia el Uber que la esperaba en el estacionamiento, presumiéndose un poco por la plaza donde se encontraba.
-Muy buenas tardes, señorita- a Lencha le encantaba que le dijeran señorita, así que eso le subió todavía más la autoestima, el conductor le abrió la puerta del auto y Lencha se metió en él -¿Le ofrezco una botella de agua?-.
-No, gracias-.
-¿Alguna estación de radio que quiera escuchar?-.
-Sin radio estaría bien de favor- Le gustaba el silencio en particular, estar metida en sus propios sentidos mientras veía la carretera era lo mejor para ella.
-Como guste, partimos a su destino entonces-.
En el camino Lencha miraba sus redes sociales, le gustaba ver sus números de seguidores subir, ver que cada vez más gente la seguía y comentaba lo bella que era, de pronto una publicación llamó su atención "Amistades intensas, a los actores Salvador de Jesús y José María Tierra Fría se les ha visto muy juntitos la última temporada".
Lencha ya tenía una razón para gritarle a Chema una vez llegara del trabajo, ese artículo estaba lleno de fotos de todas las salidas de él y su compadre en las que se les veía juntos, saliendo del trabajo, en bares, restaurantes, parques, incluso parece que algunos paparazzi los habían seguido y aseguraban que se quedaban a dormir juntos muchas veces, eso le hacía hervir la sangre, siempre lo mismo, realmente comenzaba a parecer más su amante que su amigo, desde hace mucho parecía más su amante, dejándola sola cuando se suponía que debían ser solo ellos dos, en fechas especiales, citas que habían acordado, incluso en cierto punto antes de mudarse a la ciudad ella pasaba todas las tardes sola y tenía que esperar a su marido caído de borracho después de que él estuviera todo el día con su compadre, pronto recordó lo que dijeron sus amigas ese día en el bar.
<<¿Qué estoy haciendo con él?>> Se preguntó a sí misma, era cierto que si bien ahora Chema pagaba todos sus caprichos, no había visto ni un solo detalle romántico desde la luna de miel, a demás de las constantes peleas por Chava y el constante fastidio de la presencia de su marido en su casa comenzaban a hacerla sobre pensar el asunto, ¿Realmente valía la pena gritarle? Es decir, de todos modos lo haría por la pura costumbre, ¿Pero qué iba a sacar de todo eso?
En cuanto llegó a casa fue a dejar su bolsa en la recámara encontrándose con que ya estaba Chema ahí.
-Hola pichonsito, ¿Qué tal te fue?- el tono era monótono, como siempre.
-Bien...-.
De inmediato Chema sintió una perturbación en la fuerza, algo no estaba bien en el tono de voz de Lencha, automáticamente se preparó mentalmente para el ataque.
-¿Pasó algo?- intentó que en su tono de voz no se notará el miedo que tenía a lo que fuera a decir esta vez.
-En realidad sí -.
<<Aquí viene>> pensó Chema
-Encontré un artículo lleno de fotos tuyas saliendo con tu compadre ese- dijo mostrándole el celular en la cara para que viera una foto donde se encontraba él en un bar en donde ambos estaban algo bebidos.
Chema recordaba bien ese día, comenzó a tener miedo de que el artículo contuviera fotos más escandalosas, recordaba haber estado muy cerca de su compadre ese día por estar coqueteando con él.
-B-bueno, pues es mi compadre y la prensa nos sigue, es bastante común- intentó soltar una explicación razonable para intentar apaciguar su ira.
-Estas son fotos de todo el mes, José- Chema se quedó pasmado cuando escucho de cuánto tiempo eran -Así que esto estuviste haciendo mientras yo estaba lejos, con razón ni una sola llamada se te ocurrió para siquiera saber que seguía con vida- el tono de su voz poco a poco comenzó a subir de intensidad.
Chema no sabía que le preocupaba más, que las fotos existieran o que las haya visto su esposa -A ver, dime una cosa, ¿Para qué te voy a llamar si nunca me contestas? Ni llamadas, ni mensajes, no contestas, ni madres, y cuando llegas a casa después de todo eso siempre me gritas por haberte llamado o por haberte escrito, esta vez no lo hice ¿Cuál es el pedo?-.
-Ese no es el punto -.
-¿Ah no? ¿Entonces cuál es?-.
-Que realmente no estabas tan preocupado como dijiste cuando llegué, mira esas fotos, ¿Parecen de alguien preocupado?-.
-¿Cómo quieres que le haga, Lencha? ¿Querías que me encerrara aquí a amargarme la existencia? Si estaba saliendo con él es precisamente por lo mal que me sentía, él intentaba hacerme pasar un buen rato, pero parece ser que eso no te importa, dime ¿Qué tan infeliz debo ser para que tú seas feliz?-.
-¡Yo no quiero que seas infeliz!-.
-¿Entonces qué quieres?- Los dos se miraron por un momento mientras pensaban exactamente a qué querían llegar con esta discusión, tras un corto silencio Chema solo volteó la mirada <<Debí haber ido a comer con Chava>> pensó sumamente decepcionado de sus propias decisiones.
-Quiero que lo dejes- Lencha solo soltó esa frase al aire sin saber exactamente cuál era la idea que quería expresar, al ver la cara de confusión de Chema se dio cuenta de que sus palabras estaban incompletas -Quiero su lugar, yo debería de tener más importancia que él, soy tu esposa y desde que nos casamos ni un día has actuado como si lo fuera-.
-¿A qué te refieres?-.
-Ay por Dios, José, estoy sola aquí, voy al café sola, voy al mercado sola, voy al cine sola, a todos lados, voy sola por qué o nunca tienes tiempo o el que tienes estás con él o simplemente estás aquí encerrado, sentado en el sillón por qué estás muy cansado, quiero un marido, no un roomie-.
-¿Y qué hago? ¿Renuncio al trabajo para que estés feliz?-.
-Por favor, aunque no tengas trabajo, sé que todo seguiría igual, ¿O no recuerdas que un año después de que nos casamos perdiste el empleo? Duraste 3 años desempleado y todos los días en casa de tu compadre o en la taberna, y siempre llegando a la casa hasta el culo de borracho a las 2 de la mañana-.
Chema se había quedado sin argumentos, solo se le ocurrió una cosa -¿Por qué odias tanto a Salvador?-.
-Porque acapara tu tiempo de manera desmedida, te quiero solo para mí- comenzó a caminar hacia afuera del cuarto -Y sospecho que él también te quiere solo para él - y salió de la habitación.
Chema sentía un hueco en el pecho, sabía que lo último era verdad, pero tenía que aparentar que no por el bien de su matrimonio, por el bien de su carrera, de su vida y por el bien de Chava.
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por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)
FanfictionEsta es una historia con huevos, pero de los rancheros. Chema y Chava se ven revueltos, digo, envueltos en un montón de situaciones diferentes que tendrán que superar juntitos, así bonito, pero por qué son MUY MACHOS!! ---------------------------- E...