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Chava se quedó helado por un segundo, fue una pregunta sumamente inesperada, volteó a ver a su compadre por un momento para no quitar los ojos del camino por mucho tiempo, la cara de Chema era una que solo había visto cuando esté se ponía celoso de algún pretendiente de Lencha, Chava no pudo evitar sentir un poco de alegría.

-Se llama Olga-.

Chema hizo un ligero gesto de enojo al escuchar a su compadre decir el nombre de la muchacha.

-Es nueva en el set, se acaba de graduar, es bastante agradable- para ser sinceros, Chava estaba jugando un poco con los celos de su compadre, nunca lo había visto así por él, así que quería verlo reaccionar aún que fuera solo por un instante.

Mientras tanto, Chema es hundía cada vez más en los celos al ver qué su compadre hablaba tan bien de ella -¿Y qué tanto le agrada, compadre?-.

-Es una chica bastante servicial y amigable- hizo una ligera pausa para mirar de reojo la cara de su compadre, casi haciendo un puchero de celos -Pero no es mi tipo, si es lo que quiere saber- en cuanto dijo esas palabras vio como la cara de su compadre se suavizó y se volvió un gesto de alivio, definitivamente estaba celoso, era como una fantasía para Chava.

-E-eso no era lo que quise decir...-.

-Compadre, lo conozco desde hace años, sé muy bien que pasa por sí cabeza, aunque casi nunca se permite ser honesto-.

Ante eso, Chema se quedó sin palabras, lo qué había dicho su compadre era cierto, lo conocía bien a pesar de que no tenían pláticas tan profundas a menudo, en ese momento se dio cuenta de algo, su mejor amigo lo había estado observando todo el tiempo, poniendo toda su atención en él, a cada pequeño detalle, ese pensamiento lo hizo sonrojar y también lo hizo sentir muy especial.

El resto del viaje no se dijeron nada, pero Chema sin duda estaba feliz, llegaron al local de hamburguesas y pidieron dos para llevar por petición de Chema, por primera vez tenía ganas de hablar profundamente con su amigo de toda la vida.

Aunque la casa de Chema ya estaba completamente limpia y acomodada, decidieron ir a casa de Chava, que se encontraba en un fraccionamiento, recién se había mudado y Chema no había podido ver la nueva casa de su compadre por lo mismo de que Lencha no lo dejaba salir tan frecuentemente con él, ella siempre le suele decir que si compadre se ve "rarito" y que tiene miedo de que se pegue lo rarito de su compadre, aunque eso realmente nunca detuvo a Chema de seguir siendo amigo de Chava; al llegar a la nueva casa de Chava, Chema se sorprendió bastante por la fachada tan bonita de la casa, de color blanco con detalles en crema y balcones con barandales esculpidos en piedra blanca, a demás de unos pequeños arbustos al frente de la casa, una cochera techada y una pequeña bodega en donde Chava guarda sus herramientas.

-Vaya...- dijo Chema -Sin duda alguna el sueldo le alcanzó para bastante-.

-¿Le gusta compadre?, Es una casa comprada, pero mandé a hacer algunos detalles- dijo Chava alardeando un poco -Y por dentro está todavía más bonita, pásele compadre- dicho eso, Chava cerró el auto con la alarma y se dirijo a abrir la puerta de entrada.

Chema dio un vistazo al rededor, todas las casas estaban arregladas de maneras diferentes, pero igual mantenían una estética elegante, algunas casas contaban con espacios para tres autos, otras contaban con patios de juegos bastante elaborados, sin duda alguna era un lugar donde vivía gente que tenía dinero, por un momento Chema se sintió algo apantallado, aunque contaba con el dinero suficiente como para vivir en un lugar así, gran parte de su sueldo era para Lencha y sus caprichos y comodidades, como la mucama, las extensiones de cabello, tintes, tratamientos de belleza costosos, uñas con pedrería, joyas, ropa de marca, maquillaje de la más alta gama, todo lo que ella pueda imaginar y le haga la vida tan sencilla hasta el punto en el que solo deba preocuparse por verse bonita; a Chema no le había pesado gastar tanto dinero en su mujer hasta que vio los grandes lujos que podría darse si ella no estuviera, o simplemente si ella gastará menos dinero. Sacudió un poco su cabeza para quitar esas ideas de su cabeza y se encaminó a la casa.

En el momento en que entró a la casa sintió un ligero aroma a canela y manzana, por dentro la casa era blanca, se veía muy limpia y pulcra, ordenada, se sentía en calma el ambiente, nuevamente hizo una comparación con su propia casa, con las paredes de color rosa chillante y marcas por todos lados de los arrebatos de Lencha.

-¿Qué le parece compadre?- Chava estaba muy expectante a la respuesta de su amigo, dado que él había puesto bastante empeño en diseñar su casa, estaba orgulloso de esta y quería presumiría con todo aquel que se cruzara.

-Es tan blanca y bonita- Chema estaba fascinado por el aspecto de la casa, y al fondo vio una ventana grande donde se veía pasto y un árbol -¿Es un jardín?-.

-Así es compadre, venga para que lo vea- ambos se acercaron y fue cuando Chema pudo observar que el jardín era enorme, con múltiples tipos de flores, arbustos y un árbol de mandarinas.

-¿Usted mandó a hacer un jardín con tantas plantas?-.

-En realidad solo mandé a hacer la fuente, y mandé traer el árbol, el resto lo planté yo mismo-.

-Vaya, es precioso- no solo pensaba que era precioso, sino que también se quedó pensando en que estaba viendo una parte de su amigo que no conocía, ¿Su compadre sabe cuidar plantas? ¿Acaso siempre quiso un jardín así? No podía evitar preguntarse que otras facetas de él no conocía.

por qué somos muy machos! | Human Huevocartoon | (EN EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora