CAPITULO 1

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Era la tercera vez que la llave chocaba contra la puerta sin llegar a introducirse en la cerradura. Había pasado toda la noche fuera,y aunque no había bebido demasiado, me había afectado el alcohol más de la cuenta.
Caminando como pude me asomé al hueco de las escaleras y elevé el tono de voz:
-¡Erick no puedo abrir!
Pero no obtuve respuesta, sabía que él estaría demasiado ocupado manoseando a la Italiana que había conseguido envacucar con su acento inglés, y que en ese momento lo que menos le preocupaba es que la puerta estuviera cerrada o yo me quedara fuera.
Me alejé de las escaleras y esbocé una sonrisa cuando vi la puerta del apartamento abierta y como Francesca me miraba con cara de pocos amigos cruzada de brazos.
-No sonrías porque no me hace ninguna gracia- frunció el ceño y se alejó de la puerta.
Intentando mantener el equilibrio la seguí entrando dentro del apartamento que se encontraba completamente a oscuras.
-Sabes que me quedan tres horas para ir a trabajar y no has tenido ni un poco de consideración en pensar en mi- sin decir nada más caminó hacia el cuarto que compartíamos y cerró la puerta de un fuerte golpe que hizo retumbar todo.
-Por cierto- abrió la puerta de nuevo y clavó sus negros ojos en los mios- espero que te acuerdes de que hoy tienes que llevar la ropa a la lavanderia.
-Pero yo..
Y volvió a cerrar la puerta dejandome con la palabra en la boca.
Me senté desganada en el sofá ,muy incómoda con el modelito que me había prestado Francesta, y suspiré sintiendo que en cualquier momento iba a vomitar encima de la alfombra.
Apoyé la cabeza en uno de los cojínes y saqué mi movil revisando mi whatsapp.
Estaba empezando a amanecer y lo que menos me apetecía era meterme en el cuarto que compartía con Francesca y tener que aguantar su mal humor mañanero, asi que acomodándome en el sofá sabiendo que me tocaría dormir en el, me entretuve con el móvil hasta que Erick abrió la puerta sin dejar de reír junto a aquella chica de piel oscura y pelo largo que había conseguido ligarse en la discoteca.
Los dos se besaron apasionadamente, y como si yo no existiera en absoluto caminaron deshaciendose de la ropa hasta llegar a la habitación de Erick.
-Por dios..-susurré apartando la vista para centrarme de nuevo en mi móvil.
Escuché como cerraban la puerta al entrar a su cuarto y unas carcajadas que provocaron los golpes en la pared de Francesca.
Sonreí para mis adentros y presioné el icono del correo donde asombrada uno llamó especialmente mi atención.
¿Mi padre me había escrito?
Llevaba sin saber nada de él desde que me había escapado de Inglaterra y muy dentro de mi pensaba que jamás volvería a saber de él hasta que me llamaran algún día para ir a su funeral. Sabía como era mi padre y aunque sonara muy dramático, si él te hacia la cruz era para siempre de eso no cabía duda.
Sin perder más tiempo abrí el correo y presioné sobre la imagen que me habia enviado tras dos años sin cruzar ni una palabra:

" ¡Nos casamos!
Seria para nosotros un honor que vinieras a celebrar nuestra unión el 17 de agosto de 2022 en nuestra finca privada donde estaremos celebrando el amor verdadero.
No faltes por nada del mundo.

William Brown y Margaret Parker.

¡¡¿Mi padre se casaba?!!

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora