CAPÍTULO 58

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Thomas bajó de la moto y se quitó el casco con rostro lleno de enfado.

-Baja Ada- dijo con la voz algo cansada.

-¿No entras conmigo?- pregunté bajando de la moto sabiendo de sobra cuál sería la respuesta.

-¡Te dije que no te acercaras a Jacob!- gritó sobresaltandome-¡Creo que lo dejé bastante claro Ada!

-Yo solo quería…

Su gesto no hizo más que endurecerse.

-¡Nunca te lo he pedido!

Mis ojos se llenaron de lágrimas de impotencia sin saber qué decir mientras cerraba las manos formando un puño.

Se bajó de la moto cuando la lluvia comenzó a chispear y me miró con seriedad.

-Solo te pedí una puta cosa- espetó-¿Acaso no fue suficiente lo que te hizo? ¿No aprendes la lección? 

-Yo solo quería…-repetí llorando mientras intentaba sin éxito acercarme a él.

-Vete a casa Ada- se puso el casco de la moto y me miró de nuevo.

-¿Y ya está?- pregunté empujandole con rabia- ¿Me dices que quieres ponerme un anillo en el dedo y ahora te comportas así?

Ignorándome se subió a la moto, pero le agarré de la chaqueta antes de que pudiera arrancar.

-Si decides irte así no vuelvas más- le amenacé sollozando.

Se bajó la pantalla protectora y me miró de nuevo, con el mismo gesto enfurecido.

-¿Tan fácil es para ti?- preguntó- vas vestida….-suspiró intentando controlar su rabia- vas así a ver a tu ex y al tío que casi te mata y crees que no me afectará, eso sin hablar del peligro que corrías en esa puta casa.

-Quería ayudarte a….

-¡Cuando llegué te estaba sujetando del brazo con fuerza!- gritó de nuevo mientras yo continuaba aferrada a su chaqueta-¡Te juro que estuve apunto de romperle la cara en esa entrada! ¿Sabes lo que eso hubiera provocado?

-Thomas yo…- me limpié las lágrimas- yo no soy perfecta como tú quieres creer, soy human y

-¡No me interesa, Ada!- espetó arrancando la moto- me iré Ada, más te vale soltarme de una vez.

Le miré en silencio sintiendo como el aire comenzaba a faltarme mientras el corazón se me encogía.

-Si te vas no vuelvas-repetí con enfado soltando su chaqueta oscura- te juro que voy enserio Thomas.

Se subió la pantalla  protectora e hizo rugir la moto bajo mi atenta mirada mientras nos empapabamos en aquella noche fría.

-¡Deberías intentar dejar de ser tan capullo!- golpeé su brazo- ¡Porqué a este Thomas lo odio con toda mi alma!

No vi su rostro cubierto por el casco, pero pude sentir como tensaba sus músculos volviendo a hacer sonar su moto.

Y sin más se fue.

Su figura se desvaneció entre la lluvia mientras yo me llevaba una mano al pecho incapaz de moverme.

Y allí me quedé,inmóvil mientras sentía que mi corazón volvía a romperse después de haber sanado. Inmóvil mientras veía como Thomas se había ido después de que yo le advirtiera de que no volvería si decidía marcharse.

Y grité llena de rabia, grité con todas mis fuerzas descargando todo lo que llevaba acumulado mientras me sentaba en el bordillo de la acera incapaz de caminar hasta la casa de Linda.

Abracé mis rodillas centrando la atención en cómo caía la lluvia sobre mi piel y suspiré pensando en qué me diría mi madre en aquél momento. 

Se había pasado toda mi infancia hablándome del amor verdadero, en hilos rojos que se enredan y se contraían, en parejas que se amaban hasta el fin de los tiempos, pero jamás estuvo para decirme que Liam no era aquella persona que las dos soñábamos para mí, jamás estuvo para abrazarme en las noches frías cuando lloraba desconsolada al perder a Thomas. Jamás estuvo para decirme si él era el indicado o si estaba volviendo a equivocarme.

Sollocé echándola de menos, sintiendo un enorme vacío en mi interior, un vacío que no se llenaba con absolutamente nada.

¿Qué me diría ella? ¿Qué narices me hubiese aconsejado si hubiese estado presente cuando mi corazón amenazaba con salirse del pecho al ver a Thomas tumbado en mi cama o esperándome en su moto?¿Era él el indicado o estaba perdiendo el tiempo mientras mi hilo rojo se enredaba aún más?

Ella ya no estaba, mi madre se fue dejándome sus historias y leyendas para que me ayudarán en un futuro, aunque aquello solo me había hecho obsesionarme con encontrar al amor de mi vida.

¿Y si ese amor no había llegado aún? ¿Y si todo el universo me estaba gritando con discusiones con Thomas que lo nuestro no iba a ser duradero?

Jamás lo sabría, y mi madre no estaría para aconsejarme.


LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora