A la mañana siguiente me costó levantarme de la cama después de todo lo que había pasado. Hoy tenía previsto ver a mi padre, pero no me sentía ni con ganas ni con fuerzas suficiented para enfrentarme a aquella situación.
Escuchar el timbre de la puerta fue lo unico que hizo que mi espalda se despegara del colchón y aún adormilada me dirigí hacia la puerta escuchando los pasos de Linda detrás de mi.
Abrí la puerta y me quedé en silencio al ver a Luca con un gran ramo de rosas.
-Em..
-¡Vete de aqui!- gritó Linda detrás de mi.
Caminó apresuradamente dispuesta a cerrar la puerta mientras yo me apartaba con rapidez.
-Solo escuchame- Luca apoyó su mano en la puerta e introdujo su pie dentro se la casa, dificultando asi cerrar la puerta.
-No tengo nada que escuchar- la voz de Linda parecía que se rompía a cada palabra- no quiero escuchar.
-Mi dispiace- dijo Luca entregandole las flores- no puedo sacarte de mis sogni.
-Luca, será mejor que te vayas-dije con decepción en la mirada- así solo empeoras las cosas.
-Podrás estar con otros ¿crees que no lo sé?- Luca empujó la puerta ignorandome- pero jamás encontrarás lo que nosotros teniamos.
-¡Eso es justo lo que busco!- sollozó Linda arrancandole las flores y sacudiendolas con fuerza-¡ busco justo lo contrario!
Me aparté ligeramente cuando Luca entró en la casa y lanzó las flores de Linda hacia un lado para más tarde sujetar su rostro con fuerza.
-Linda..-susurró.
Aparté los ojos de ellos intentando ignorar el nudo de mi garganta que a cada segundo de hacia más grande.
-Luca vete..-dijo ella aún sollozando.
-Estaba ubriaco- se explicó- non sapevo cosa stavo facendo.
-No es excusa..-susurró ella.
Luca se alejó de ella y caminó hacia la puerta cabizbajo.
-Todas las mañanas Linda- se giró para mirarla con los ojos hinundados en lagrimas- todas las mañanas estaré aqui con el mismo ramo de flores.
-Es una perdida de tiempo-lloró ella.
Él negó con la cabeza y se alejó mientras ella cerraba la puerta y dejaba escurrir su espalda hasta caer al suelo rota de dolor.
-Linda..
Corrí hacia ella y me senté a su lado apoyando su cabeza en mi pecho.
-Le quiero más que a nada en este mundo- su llantó se intensificaba- y por eso mismo no puedo perdonar su traición.
-Shhh
Acaricié su pelo intentando calmarla, intentando que su respiración agitada se relajara.
-Todo se solucionará...-susurré sin dejar de acariciarla- ya lo verás.
Nos quedamos sentadas, perdidas en nuestros pensamientos, imaginando nuestras vidas tal y como pensabamos que serian antes de que todo se volviera en nuestra contra.
Y entonces alguién golpeó la puerta con los nudillos.
-¿Es que Luca no se cansa?- pregunté poniendome de pie al mismo tiempo que Linda.
Enfadada porque sabía que mi amiga necesitaba tiempo y no ser atosigada abrí la puerta sintiendo que mi corazón bombeaba con más rapidez mientras mis piernas flaqueaban al ver delante de mi con un ramo de rosas y una maleta a Massimo.
-¿Como has...
Linda asomó la cabeza detrás de mi y escuché como soltaba un ligero y casi inhaudible "waw"
-A tu compañero de piso Erick no fue muy dificil de convercerle-dijo.
-¿Para qué has venido?
-Podeis mantener esta conversación dentro de casa- comentó Linda quitandole las flores de la mano a Massimo mientras me obligaba a hacerme a un lado.
Massimo me miró durante un segundo y al final opto por entrar.
-Sé que te fuiste sin decirme nada por lo que hizo mi hermano- dijo con la mirada clavada en mi- pero empezamos mal si me juzgas por actos que ha cometido mi hermano y no yo.
-¡Tu hermano está completamente loco!-elevé el tono de voz sintiendome atacada.
-Yo soy Massimo Mancini- dijo ofreciendome su mano a modo de saludo- solo soy Massimo Mancini.
-Y da la casualidad que Massimo Mancini tiene un hermano identico a él al que en este momento temo con todas mis fuerzas.
Massimo puso los ojos en blanco.
-He venido hasta aqui solo por la promesa que te hice-dijo dando un paso hacia mi mientras Linda se preparaba unos cereales justo detrás de mi- pero debería haberte dejado tirada como hiciste tú conmigo.
-Que fuerte Ada..-susurró Linda.
Me giré de golpe para clavar mi mirada en ella.
-¿Quieres que me vaya?- preguntó él volviendo a llamar mi atención- si es lo que quieres me iré.
-Ada aqui no comparte habitación con nadie y su cama es enorme-sonrió Linda saboreando los cereales.
Massimo intentó ocultar una sonrisa y con gesto mas serio me miró esperando mi respuesta.
-¿Quieres seguir siendo mi novio?- pregunté.
Linda echó todos los cereales por la boca y la nariz al soltar una sonora carcajada.
-Mejor dejo a los tortolitos solos- rió de nuevo y llevandose su tazón de cereales desapareció por el pasillo.
-Claro que quiero seguir siendolo- Massimo terminó de acercarse a mi y me acarició la mejilla.
Miré sus labios y sonreí con timidez.
-Siento haberte dejado de aquella manera..-susurré- después de todo no te lo merecías.
Sus labios rozaron la punta de mi nariz y sus manos acariciaron mi cabello.
-¿Y vas a compensarmelo?- preguntó.
Sonreí.
-Ven- tiré de su mano hacia mi habitación- voy a ducharme y saldremos a dar una vuelta.
-Pensaba que ibas a recompensarme de otra forma- bromeó.
-Para eso antes debes de ser algo más que un novio falso- reí.
Massimo se dejó caer en la cama simulando un disparo que le aterrizó en el pecho.
-Exagerado-sonreí saliendo de la habitación para entrar al baño.
Cerré la puerta y me apoyé en ella sin poder evitar sonreir como una idiota.
Había venido hasta Londres, había venido solo por mi, solo para demostrarle a mi padre que yo me las apañaba bien sin él.
Abrí la puerta del baño y clavé mi mirada en él que aún sentado en la cama me observaba.
Sin perder tiempo corrí y abalanzandome encima de él le planté un beso en los labios que acabo convirtiendose en un apasionado beso cuando él con rapidez y fuerza me sujetó de la cintura y me giró quedando él encima de mi.
-Ha esto me referia con que me recompensaras...-susurró a un milimetro de mi boca.
Sonreí volviendo a sentir su boca invadiendo la mia y por un segundo en el que me olvidé de todo, recé, si, recé para que aquel beso jamás acabara.
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LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓ
Romansa2° PARTE Ada se muda a Italia donde conoce a un atractivo chico que la hace olvidar todos sus fantasmas del pasado, pero cuando vuelve a Inglaterra para asistir a la boda de su padre, volverá a ver a Thomas Roth y tendrá que decidir entre amor o raz...