CAPÍTULO 51

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Salí del hospital mientras me daba el aire y sentí como Linda pasaba sus manos por mis brazos intentando de alguna forma consolarme.

-Ha pasado toda la noche mal pero ya ha abierto los ojos- dijo mirando hacia la carretera- ¿Qué vas a hacer ahora con Jake?

Me encogí de hombros y desvíe la vista hacia ella.

-Creo que debería antes hablar con Massimo-contesté con sinceridad- y convencerle de que vuelva a Italia.

-No creo que ese chico se vaya sin ti- dijo Linda.

-Tendrá que hacerlo- puse los ojos en blanco suspirando- porque Thomas o Jake jamás me pondrían una mano encima de mí.

-Hablaré con él para convencerle y luego buscaré a Megan- terminé de decir- necesito saber qué es lo que tiene con Jacob y porqué le ayudó a que me hicieran daño.

Linda asintió.

Suspiré de nuevo y está vez giré mi cuerpo caminando hacia el hospital. Necesitaba sacar de todo esto a Massimo para poder centrarme en lo más importante.

Subí las escaleras sin tener paciencia de esperar al ascensor y caminé apresuradamente hasta que abrí la puerta donde se encontraba Massimo ingresado.

-Ada..-susurró.

-¿Cómo te encuentras?- pregunté caminando hasta sujetar una de sus manos.

-Adolorido- se quejó- ese tío por poco acaba matándome.

-Los siento- dije con sinceridad- lo siento muchísimo.

-Tú no tienes porqué pedirme perdón, tú no has hecho nada…

Nos quedamos en silencio mientras buscaba las mejores palabras para convencerle de que debía abandonar Inglaterra.

-Quiero denunciarlos-dijo pillandome completamente desprevenida.

-¿Qué? No, no- me eché el pelo hacia atrás con nerviosismo- estás equivocado con ellos, ellos no son..

-Casi me mata- me interrumpió.

-Admito que tienen fuertes problemas de ira, pero se debe a…

-No me interesa saber porqué pegan a cualquier persona- apretó su mano contra la mía- lo que no quiero es que te lo hagan a ti.

-Thomas está enamorado de mí-dije intentando no llorar- y si puedo estar con alguien segura en esta vida es con él.

Supe que mis palabras le dolieron cuando cerró los ojos y respiró profundamente.

-A veces discutimos, nos desafiamos, dudamos de nosotros,pero siempre, siempre volvemos a juntarnos como si fuéramos incapaces de vivir el uno sin el otro- me limpié una lágrima que había decidido escapar de mi ojo- le quiero con todas mis fuerzas y aunque no tenga todo el dinero del mundo como puede tener otro siento que he descubierto el mayor tesoro del mundo y tan solo su presencia me basta.

Me quedé en silencio viendo cómo Massimo alejaba la mano de la mía.

-Es cabezota, se molesta por todo, no le gusta que nadie se meta en sus asuntos- sonreí sin poder evitarlo- pero me ama con la misma ferocidad con la que lo hago yo y nunca pero nunca me pondría una mano encima por muy enfadado qué estuviera.

Me limpié otra lágrima incapaz de mirar a Massimo.

-Sé que conoces solo una faceta de él, pero Thomas es cariñoso, amable y romántico a su manera- dije poniéndo los ojos en blanco- pero lo que sin duda me enganchó a él fue como me hacía sentir cuando sonreía, esas mariposas que te invaden el estómago y te hacen temblar como si tuvieras hipotermia.

-Ada…-me interrumpió Massimo.

-Porfavor entiende que le quiero y…

-Me iré- volvió a interrumpirme- me iré y te dejaré ser feliz si eso es lo que quieres.

Asentí rompiendo al fin en llanto mientras me abalanzaba encima de él para abrazarle.

-Ada, Ada, aún me duele todo-se quejó soltando una carcajada.

Me aparté de él y sonreí sin dejar de llorar.

-No sé que tiene ese tal Thomas, pero debo admitir que me ha ganado- sonrió con tristeza limpiandome las lágrimas con sus dedos- ojalá alguien estuviera tan enamorada de mi como lo estás tú de él.

-Lo estarán Massimo- suspiré besando su mano- te prometo que algún día nos volveremos a cruzar e irás de la mano de una maravillosa chica que te querrá con locura.






LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora