CAPITULO 27

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No tardamos mucho en llegar a la calle donde vivía Linda y cuando Thomas frenó con su moto una oleada de sensaciones volvió a invadirme.
-Antes de irte dame el movil de Jake-dijo él con la voz apagada.
Me bajé de la moto, saqué el movil del bolso sin pronunciar palabra y se lo entregué.
Él arrancó dr golpe y se alejó de aquella calle en medios de medio segundo. Yo en cambió  me quedé quieta escuchando como la puerta de la casa de Linda se abría.
-¿Se puede saber donde has estado?-preguntó Massimo detrás de mi.
Y solo entonces solté el aire acumulado, si la amenaza de Thomas era real, me qlegraba entonces de haberle visto marchar antes de que aquello acabara en tragedia.
-He ido a dar una vuelta-dije incapaz de mirarle a la cara.
Sentí sus manos en mis brazos y me estremecí ante su contacto mientras continuaba con la mirada perdida por la carretera en la que habia desaparecido Thomas.
-¿Estás bien?- preguntó girando para mirarme a la cara- te he llamado mil veces y...
-Necesitaba estar sola-le interrumpí tirando de su mano hacia el interior de la casa.
Su gesto era de evidente confusión mientras yo abría la puerta y le conducía hacia la habitación.
-Ada, explicam...
Me abalancé sobre él besandole con pasión mientras intentaba cerrar la puertq del cuarto. Massimo dejó entonces de hablar y estirando la mano fue él el que cerró la puerta. Nos dejamos caer sobre la cama sin apartar nuestros labios ni un segundo.
Besé su boca mientras le ayudaba a desprenderse de su camiseta intentando ignorar las palabras de Thomas que taladraban mi mente.
Llevé una mano de Massimo hasta mis pechos intentando excitarme o sacar toda la rabia que tenía acumulada.
Así que cuando nos desnudamos por completo no tardé en sentarme encima de él sintiendo como entraba dentro de mi.
Y pasando mis manos sobre su nuca comencé a moverme escuchando como él emitía gruñidos mientras pellizcaba mi trasero.
Cerré los ojos asqueada aún con la situación, pero no dejé de moverme ni por un segundo, no dejé  de intentar convencerme de que aquella era la única forma de sacarme el poco apego y cariño qur aún sentía por Thomas.
Thomas...
Ese Thomas wue tanto había cambiado, y que tanto me sacaba de quicio. ¿Era tan facil superarle?
Sentí las manos de Massimo subiendo por mi espalda y fantaseé con la idea de que fueran las fuertes manos de Thomas las que recorrian mi cuerpo. Llevé aún con los ojos cerrados mis manos a su pelo y hundí mi nariz en él sintiendo el suave aroma del champú de Thomas.
Me comencé a mover más deprisa gimiendo con fuerza hasta que solté un grito ahogado llegando al climax.
Me dejé caer encima de él al mismo tiempo que una pequeña lagrima asomaba por mi lagrimal.
Escuché la respiración de Massimo detrás de mi y de nuevo cerré los ojos con fuerza.
-Me gustas mucho Ada..-susurró pasando su mano por mi pelo- tanto que haría cualquier cosa por ti.
Pegó su cuerpo al mio y hundió su nariz en mi pelo mientras mientras su respiración se iba haciendo a cada segundo más pesada.
Yo en cambio, en la oscuridad de aquella habitación permanecí con los ojos abiertos mientras notaba adolorida como mi corazón se resquebraja un poco más.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora