CAPITULO 34

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Solo cuando Linda apareció por la mañana al dia siguiente, Thomas soltó mi mano para ponerse su chaqueta de cuero con gesto cansado.
-Gracias por cuidarla-dijo Linda desviando hacia él mientras caminaba hacia mi para abrazarme- el medico me acaba de decir que te va a revisar y si lo ve todo bien te dará el alta.
-Ya es hora..-susurré.
Ella sonrió.
-Ya he hablado con Massimo para que venga a recogerte, yo trabajo y no voy a poder..
-¿Massimo?- la interrumpió Thomas con gesto serio carraspeando con la garganta algo incómodo.
-No empieces Thomas-Linda se giró fulminandole con la mirada- sabes que uno está por la mañana y otro tiene turno de noche.
-Necesito hablar con él-dije mirandole- después de lo de ayer creo que es justo.
La mandivula de Thomas se tensó mientras sacaba un cigarrillo de su cajetilla con algo de enfado.
-Tengo que trabajar en el bar Ada- dijo esta vez desviando la vista hacia Linda- te veré en mi turno de noche.
Y sin decir nada más salió de la habitación a grandes zsncadas.
-¿Se puede saber que pasa entre vosotros?- pregunté.
Linda me miró y suspiró poniendo los ojos en blanco.
-Él es el unico culpable de lo que te ha pasado-contestó cruzando se brazos- ese tal Jacob solo fue a por ti porque sabia que así tendría a Thomas donde queria.
Tragué saliva y sonreí ignorando su cara de enfado.
-El unico culpable es Jacob-dije clavando mi mirada en ella- si no hubiera sido por Thomas ahora no estariamos nisiquiera manteniendo esta conversación.
-Ada...
-De Ada nada-la interrumpí- no necesito a otro Liam o a alguien como mi padre, solo necesito una amiga que me entienda.
-¿Que te entienda?
-Estoy enamorada de Thomas-contesté con sinceridad.
Linda puso los ojos en blanco y suspiró.
-Eres libre de enamorarte de quien quieras-se encogió de hombros dejando su frase a la mitad cuando entró el doctor.
Le miré entusiasmada queriendo cuanto antes salir de aquel horrible hospital.
El doctor hizo a un lado la sabanas que me cubrían y levantandome ligeramente el camisón que me habían puesto al entrar ingresada, llevó sus manos a las heridas de mis piernas, las dos causadas por la navaja de Jacob.
-Tus heridas parece que están curando bien- deslizó sus dedos sobre la capa de costra que se había formado y me miró de reojo- y ya te veo recuperada casi totalmente de tu perdida se sangre.
-Es una chica fuerte-dijo Linda.
Asentí entusiasmada mientras el doctor ya alejado de mis piernas apuntaba en su cuaderno algo que desconociamos.
-¿Se va a poder ir?- preguntó Linda.
El doctor desvió la vista hacia ella para más tarde clavarla en mi.
-Pongase de pie-me ordenó.
Sin perder tiempo me puse de pie aún algo mareada demostrando que las heridas no me impedían andar.
El doctor volvió a apuntar en su cuaderno tras varios segundos que se nos hicieron eternos hasta que me sonrió.
-Te daré el alta Srta Brown- volvió a apuntar de nueno- también he de decir que fue solo la Srta Taylor la que donó sangre para poder administrarle a usted a fin de logarar salvar su vida.
Miré a Linda sin entender por donde iban los tiros.
-Antes de dicho procedimiento lo que solemos hacer es asegurarnos de que la sangre sea apta para traspasar a otro cuerpo-explicó el doctor bajo nuestra atenta mirada y atención- no hemos podido comunicarle esto antes Srta Taylor pero los resultados del analisis de sangre son claro.
Linda se puso de pie atemorizada.
-Está usted embarazada, enhorabuena.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora