CAPITULO 28

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-¿Te gusta este vestido?- preguntó Linda girando sobre si misma en una lujosa tienda de ropa.
-¿Vas a ir de rojo?
Ella me miró frunciendo el ceño.
-¿Quieres este color para ti?-preguntó.
Me puse de pie pasando una mano por los vestidos que nos habían ayudado a elegir las dependientas para la boda de mi padre mientras negaba con la cabeza.
-Prefiero algo más rosado-comenté agarrando un precioso vestido coral que me recordaba a uno que hace años me había comprado mi padre para disculparse por no estar presente en mi cumpleaños.
-Ese me gusta-Linda bebió de su copa de champán y caminó hacia mi- volverías a todos locos con él.
La miré esbozando una sonrisa.
-La unica que volverá locos a los chicos eres tú Linda-dije.
Ella agachó la cabeza y se llevó un mechón de pelo detrás de la oreja.
-Le he pedido a Luca que me acompañe a la boda.
Escucharla decir eso me hizo abrir los ojos como platos.
-¿Le has perdona...
-No-me interrumpió frunciendo el ceño- simplemente pensé que los dos necesitabamos una despedida más apropiada para lo que tuvimos.
Suspiré.
-Hace dos dias te vi-dijo aún con la cabeza agachada- vi como bajabas de la moto de Thomas.
Me quedé en silencio, escuchandola con atención sin saber que decir.
-También escuché lo que pasó después en la habitación con Massimo.
Se encogió de hombros levantando al fin la cabeza para dejarme ver unos ojos apagados por la tristeza.
-Eso mismo es lo que he estado haciendo con los tios, usandolos como si ellos pudieran hacerme olvidar a Luca-negó con la cabezs esbozando una sonrisa- pero eso jamás pasará.
-Pienso que si puedes...-susurré
-Solo lo olvidaré si estoy dispuesta a hacerlo Ada-cogió otro vestido, esta vez de una tonalidad más verdosa- tengo que ir con él a la boda y acostumbrarme a verle como un amigo, supongo que con el tiempo los sentimientos serán diferentes.
-Linda las cosas no funcionan así...
-Claro que no funcionan asi-dijo con gesto enfadado- pero no voy a permitirle que vuelva de nuevo a herirme.
Esta vez sus ojos se sumergieron en lagrimas que resbalaron por sus mejillas en cuestión de segundos.
-También podemos ir juntas-sugerí siguiendola al probador- no hacen falta hombres para ir a una boda.
-¿Y Massimo?- preguntó arqueando una ceja mientras se deshacia de sus lagrimas.
-Lo entenderá-sonreí.
Ella esbozó al fin una sonrisa mientras se quitaba el vestido rojizo.
-A mi también me irá bien ir contigo y no con Massimo-confesé.
Linda dejó de mirarse al espejo aún con ropa interior y clavó su mirada en mi.
-¿Que te pasa con él?¿Acaso a hecho algo que no debía?
Negué con la cqbeza.
-Es este lugar Linda-contesté- este lugar me recuerda miles de momentos.
Ella dejó de mirarme y metió los pies dentro del precioso vestido verdoso.
-Momentos de primeras veces ¿verdad?
Fruncí el ceño sin comprenderla.
-Cuando alguien se convierte en tu primera vez, y no me refiero solo al terreno sexual-puso los ojos en blanco-  siempre acaba quedando atrapado en tu corazón y siento decirtelo pero nadie más podrá ocupar ese lugar.
Suspiré.
-Vi la moto Ada- continuó hablando mientras me miraba desde el espejo- desde ese dia no eres la misma con Massimo.
Terminé de entrar dentro del probador y la ayudé a subir la cremallera de la espalda.
-A lo mejor tú también deberias llevarle a la boda y esforzarte solo por verle como amigo-dijo.
Levanté la vista y la clavé en la suya.
-No le permitas volver a hacerte daño..-susurró.
Asentí tragando saliva.
-Y dime...¿como me queda?
Giró sobre si misma y salió del probador dejandome atrás, sumergida en mis pensamientos y en el último encuentro que había tenido con Thomas.
-Me odia-dije haciendo que ella frenara sus pasos antes de llegar a su copa de champán.
-Thomas me odia-me encogí de hombros- y no entiendo el motivo.
Linda negó con la cabezs volviendo hacia mi.
-No te odia cariño-pasó sus manos por mis brazos reconfortandome en cierta manera- se odia a si mismo.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora