CAPITULO 23

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-Y ¿eso es todo?- prwguntó Massimo bebiendo se su café en la cafeteria del hospital.
Asentí.
-No montes peliculas en tu cabeza-dije- entre Jake y yo nunca hubo nada, solo una preciosa amistad.
Massimo miró su reloj con gesto algo cansado y suspiró.
-Llevan un buen rato con él, ¿crees que estará bien?
Me encogí de hombros dandole un sorbo al café asqueroso que nos habian servido mientras pensaba inconscientemente en Thomas. ¿Tan poco le importaba yo como para no dedicarme más de un segundo?
Tragué saliva y me levanté de  golpe al vee aparecer a Jake sujetandose el estomago con una de sus manos.
-¿Como te encuentras?- pregunté caminando hacia él para ayudarle.
-Como si me hubieran pegado una paliza-sonrió Jake dejandome pasar uno de sus brazos por mis hombros para ayudarle.
-Tengo el coche cerca-dijo Massimo humedeciendose los labios- te llevaremos a donde quieras.
Jake asintió mientra caminabamos hacia la salida del hospital.
-A mi casa, Ada ya sabe donde es.
-Por suerte no tienes nada roto-dije suspirando cuando cruzamos la puerta del hospital.
-Si no hubieses llegado tendría más de un hueso roto- me sonrió.
Massimo abrió las puertas del coche y lentamente me senté en los asientos traseros junto a Jake.
-Siento..siento que te golpearan en las piernas-dijo Jake desviando esta vez la vista hacia Massimo que ya se había sentado frente al volante.
-Ese tipo habia cogido a Ada-el rostro y tono de Massimo era todo lo contrario a amabilidad.
Jake me miró y yo tragué saliva sin saber que decir.
-Gira a la derecha-fue lo unico que logré pronunciar.
Massimo condujo lo más rapido que pudo mientras yo miraba a Jake sin poder apartar la mirada de él.
-Vas a tener que continuar tú-sonreí- solo he ido una vez a tu casa y no en las mejores condiciones.
Jack sonrió y sin soltar la mano que sujetaba aún su abdomen señaló un callejón.
Esta vez levanté la vista y me topé con Massimo y su fria mirada desde el retrovisor.
-Cuando lleguemos avisa a Agnes para que me ayude a llegar a casa-comentó Jake.
Desvié de nuevo la vista hacia él.
-Nos tienes a nosotros-dije frunciendo el ceño.
-No quiero que te lo tomes mal Ada- Jake hizo una mueca de dolor cuando Massimo aparcó el coche- pero no eres bienvenida a esa casa.
-No lo entiendo..-susurré.
-No hace falta que lo entiendas-Jake señaló el apartamento- llama a Agnes para que me ayude, es el numero 4.
Asentí y bajé del coche en dirección al edificio para llamar directamente al telefonillo.
Nada más escuchar a alguien al otro lado comencé a hablar:
-Hola...Jake está herido y..
Escuché como se colgaba la comunicación y a los pocos segundos.pude ver a Agnes con un pijama bajar las escaleras con gesto desconcertado al verme.
-¿Donde está?- preguntó abriendo la puerta.
Señalé el coche fijandome en la dilatación que adornaba su oreja, la misma que llevaba Thomas.
Aún llevaba el pelo oscuro y largo y supongo que los mismo tatuajes que la última vez, pero había algo en ella que me irritaba incluso más que la primera vez.
Caminé hacia el coche reaccionando al fin y me senté en el asiento del copiloto.
-Gracias Ada-dijo Jake antes de irse junto a Agnes.
Me quedé callada, viendo como se alejaban mientras yo me mordía el interior del labio.
Massimo en completo silencio arrancó de nuevo el coche y se alejó de Newham mientras yo desviaba la vista hacia la ventana.
-Siento lo de esta noche..-susurré intentando romper el silencio que se habia formadl entre nosotros.
-Lo de esta noche me ha parecido subrealista-confesó mirandome de reojo- esa gente es..
-Lo sé-dije- pero te aseguró que Jake es diferente a esos  matones.
-¿Que no es igual?- sonrió de medio lado.
-Son gente buena-les defendí- tanto él como su amigo.
-Ada no me interesa seguir hablando de esto-giró a la derecha cogiendo el volante con fuerza.
Volví a desviar la vista hacia la ventanilla viendo como él conducía sin apartar la vista de la oscura carretera.
El silencio volvió a sumergirse en un profundo silencio, jamás hasta la fecha habia tenido que pasar por algo similar junto a Massimo. No es que le conociese de toda la vida pero si algo debía destacar de nuestra cpnverdaciones, era justo la falta de silencios.
-Solo ayudé a mi amigo.
Massimo puso los ojos en blanco ql escuchar mi voz.
-El mismo que hace diez minutos te ha dicho que no eres bienvenida a su casa.
Suspiré.
-No entiendo a que viene este numerito de novio celoso- dije comenzando a enfurecerme- porque no eres mi novio ni nada que se le parezca.
Massimo aparcó el coche sin decir una palabra mientras yo me deshacia del cinturón.
-No olvides que solo estás aqui por la boda de mi padre.
-¡No se me olvida!- gritó cerrando de un portazo la puerta del coche- ¡Ya tengo a alguien que me lo recuerda cada segundo!
Dio media vuelta y caminó decidido hacia la casa de Linda.
Estaba enfadada, enfadada por como me habia ignorado Thomas, por como Jacob continuaba haciendo lo que le queria en newham y en como Agnes habia bajado en pijama a ayudar a Jake.
Verla tan guapa y tan acomodada en casa de ellos me había terminado de destrozar. Ese debió de ser mi lugar y no el de ella aunque al final las cosas no acabaron como yo esperaba.
Todo habia quedado en el pasado, todos vivian sus vidas olvidando lo que tiempo atrás nos preocupaba...todos menos yo. ¿Era por haberme ido a Italia? ¿Acaso eso había hecho que para mi el tiempo en Londres se congelara?
Suspiré siguiendo a Massimo dentro de cada de Linda.
-¿Se puede saber que haces?- pregunté viendole salir de mi cuarto con su maleta.
-Nos veremos el dia de la boda de tu padre-dijo tirando de su maleta- si no decido irme antes,claro.
Me quedé quieta, sin decir ni una palabra mientras le veía marchar sin saber si volvería a verle.
Cerró la puerta de un portazo y yo caminé hacia el sofá donde en esa horrible noche que iba de mal en peor, lloré hasta quedarme dormida.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora