CAPITULO 16

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El chico aprovechó para agarrarme de nuevo del brazo y hacer un intento de arrastrarme de nuevo hacia el coche mientras yo le golpeaba con los tacones con fuerza.
-¿No has escuchado que se quiere ir andando?
Y por muy borracha que iba, cuando escuché esa voz me quedé inmovil, incapaz de levantar la vista y ver como el chico desconocido intentaba hacerse el macho alfa.
-Dejanos tranquilos anda.
Y no hizo falta más, mi defensor le agarró con fuerza de la camiseta mientras acercaba su rostro al suyo de forma amenazante.
-Quiere irse andando-dijo casi entre dientes.
El desconocido asintió y nada más ser liberado corrió hacia el interior de lq discoteca sin apenas poder girarse.
Mientras tanto yo levanté la vista y miré a los ojos a Jake al mismo tiempo que unas nauseas se apoderaban de mi haciendome vomitar encima de él.
-¡Joder Ada!
Se apartó, pero aún así me levantó el pelo apartandolo a un lado mientras yo continuaba vomitando.
-¿Quien es esta chica?- preguntó la asiatica detrás de Jake.
-Nos vemos en otro momento-la voz de Jake sonaba cortante mientras me agarraba con fuerza del brazo- ahora tengo que llevarla a casa.
Dejé que tirara de mi mano mientras caminaba hacia su coche, el mismo coche que tenía cuqndo lo conocí. Pero algo habia cambiado, él estaba diferente, más maduro, más guapo. Se había dejado una peefecta barba que le hacia ver más atractivo de lo que ya era.
-Sube-dijo abriendo la puerta del coche.
Me senté en el asiento del copiloto y sonreí limpiandome los restos de vomito de los labios.
-Esto es asqueroso Ada- dijo Jake nada más arrancar el coche tras montarse- deberias dejar de beber como si se te fuera la vida en ello.
-Tú que sabrás como bebo..-susurré.
Él no dijo nada, miró la carretera mientras se alejaba de la discoteca haciendo que una sensación indescriptible se apoderara de mi.
-Dime Ada..¿Sigues viviendo en Belgravia o después de casarte te mudaste a otro lugar?
-¿Casarme?
Jake desvió rapidamente la vista hacia mi y suspiró buscando con una de sus manos libres la cajetilla de cigarros del salpicadero.
-No estoy casada Jake-expliqué- nunca lo he estado.
Vi como se encendía el cigarrillo y se lo llevaba hasta posarlo en sus labios.
-Nunca he prete...
-No necesito explicaciones-me interrumpió acelerando- solo necesito saber donde vives.
-En una calle de Kensigton.
Al escucharme decir eso, frenó el coche de golpe haciendome caer en el salpicadero.
-¿No sabes donde vives?-preguntó.
Todo me daba vueltas y antes de contestar con un rotundo no haciendome sentir completamente en ridiculo, volví a vomitar manchando todo mi alrededor.
-Joder.
Arrancó de nuevo y giró completamente la dirección pisando el acelerador.
-Lo siento yo...
Condujo rapido, tan rapido que cada vez que mis ojos se posaban en la ventana, podia vee las lueces de las farolas distorsinadas, como si su color se hubiera emborronado, como si se hubiesen meclado con la neblina de aquella noche fusionandose en un precioso color anaranjado.
No me di cuenta de que habia frenado hasta que abrió la puerta y cogió en brazos con tanta facilidad que por un momento me sentí tan ligera como una pluma.
-Escuchame atentamente Ada- dijo entrando conmigo a un bloque de apartamentos- en cuanto te despejes te irás.
Me dejó en el suelo y abrió la puerta de un apartamento al que me hizo pasar con un gesto.
Cuando pise dentro de aquel lugar pude sentir como el aroma que llevaba siempre consigo Thomas me invadía con una fina brisa que se metió hasta lo más profundo de mi.
-Venga Ada- Jake tiró de mi brazo hasta encender la luz del baño.
Sin darme tiempo a reaccionar me metió bajo la ducha y abrió el grifo dejando que el agua me empapara por completo.
-¡Jake!- grité.
-Quedate quieta- me sujetó mientras me escurríq por la pared hasta acabar en el suelo.
Le vi mojado por completo, y empapado se apoyaba a mi lado sin soltar uno de mis brazos.
-Así la borrachera baja más rapido..-susurró.
Nos quedamos en silencio escuxhando el ruido del agua chocando contra nosotros y mis ojos algo más despiertos volvieron a fijarse en él que miraba al suelo distraido.
-No deberias beber tanto-dijo al peecatarse de mi mirada- sino acabarás mal parada.
-Solo había salido a beber con Linda para celebrar mi regreso-le expliqué.
Levantó la mirada y clavó sus ojos azules en mi.
-¿Tu regreso?
-Bueno..es una larga historia pero basicamente se resume en que me escapé de una iglesia y cogí un avión rumbo a Italia.
Su mirada se clavó en mi y tras suspirar se puso de pie.
-Necwsito que recuerdes donde vives- dijo cambiando de tema- y que te vayas lo antes posible.
Frunciendo el ceño me puse de pie aún tambaleandome.
-No entiendo que es lo que te he echo-dije empezando a enfadarme- si no querias que acabara aqui no deberias haberme traido.
Salí de la ducha empapada y caminé hacia la salida de aquel acogedor apartamento intentando no chocar con loa muebles.
-No vivo solo- dijo Jake caminando detrás de mi.
Justo cuando abrí la puerta de la calle, él la cerró de golpe dificultandome la salida.
-No quiero que Thomas te encuentre aqui-terminó de decir.
Le miré durante un segundo, analizando cada rasgo de su rostro mientras intentaba recordar donde vivía Linda.
-Llamaré a mi amiga..-susurré- y Thomas no tendrá que verme.
Jake asintió mientras yo sacaba el movil empapado del bolsillo y marcaba el numero de Linda con rapidez.
-Estoy en...-miré a Jake esperando a que me dijera su dirección.
-Niwham.
-Estoy en Niwham pero necwsito saber tu direccion para que pueda volver a casa.
-Estoy en Kensigton hight street 90.
-Gracias..-susurré colgabdo la llamada.
-Te llevaré- se quitó la camiseta y caminó hacia una de las habitaciones.
Me quedé quieta en el umbral de lq puerta, incapaz de entender como hace dos años la misma persona me qyudaba y hasta notaba que me tenía algo de cariño y ahora simplemente deseaba deshacerse de mi.
-Ya estoy-volvió con otrq camiseta cubriendo su cuerpo y abriendo la puerta de la calle salimos fuera.
Ya no sentía nauseas, todo mi alrededor se habia calmado y aún así me sentía echa trizas.
¿Fue mala decisión volver a Londres?
Me subí al coche en silencio y justo en ese momento a una velocidad arrolladora un coche frenó delante de nosotros impidiendonos salir del parking.
-Quedate aqui dentro-dijo Jake cerrando la puerta del copiloto de un portazo mientras caminaba hacia el otro coche.
Miré asustada como un hombre vestido salía del coche y agarraba a Jake de la camiseta de forma amenqzante.
Me llevé una mano a la boca y deslicé mi espalda por el respaldo para pasar desapercibida cuando otro chico vestido de negro bajó del coche. Y a este si lo reconocí de inmediato.
Jacob.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora