CAPÍTULO 47

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Bajé de la moto de Thomas y me quité el casco desviando la vista hacia la entrada de la casa de Linda.

-Luego pasó a recogerte- y sin decir nada más se fue al mismo tiempo que Linda abría la puerta, seguramente tras escuchar el rugir de la moto.

-Bueno..al fin te dignas a aparecer-dijo cruzándose de brazos.

-Necesitaba mi espacio, estaba agobiada y Massimo no hacía más que empeorarlo.

Linda cerró la puerta detrás de mí y caminó hasta sentarse en el sofá.

-Te he llamado porque Luca no ha aparecido está mañana- dijo - esperaba verle y contarle la buena noticia e incluso acabar dándonos un beso de reconciliación, pero…

-Todavía es pronto Linda- comenté sentándome a su lado- o puede que hoy esté ocupado.

Suspirando vi como echaba su cuerpo hacia atrás y cerraba los ojos.

-Me dijo que vendría todas las mañanas..-susurró.

-Pero es un ser humano y tiene una vida aparte de rogarte volver con él-dije.

Linda abrió los ojos y clavó su mirada en mí.

-O ya ha superado lo nuestro.

Puse los ojos en blanco.

-¿Puedes darle al menos unas horas de tregua?

Me levanté del sofá escuchando el sonido de un coche aparcando en la entrada y desvíe la vista hacia Linda.

-¿Massimo no se había ido?- pregunté viendo cómo baja de su coche.

-Te vio discutir muy acaloradamente con Thomas y está empeñado en que puede hacerte daño…

Sin dejarla terminar la frase abrí la puerta de la entrada y levantando la mano abofeteé el rostro de Massimo con fuerza.

-Como vuelvas a insinuar que Thomas puede ser un maltratador…

Linda se puso de pie sorprendida y caminó hacia mí agarrándome del brazo.

-Vi como te insultaba y se quitaba el casco de forma amenazante- se defendió Massimo- si no hubieseis estado en la calle no sé qué te habría hecho.

-Esto es absurdo..-susurré- yo no tengo porqué aguantar esto.

Massimo entró dentro de la casa y cerró la puerta sin apartar la mirada de mi.

-He conocido a Thomas y he visto su agresividad- Linda puso los ojos en blanco- aunque aún me cuesta creer que pudiera ponerle una mano encima a Ada.

-Claro que te cuesta creerlo porque él sería incapaz- le defendí.

-¿Y es un delito que me quede aquí hasta averiguarlo?- preguntó Massimo.

Pasé a su lado y abrí la puerta con enfado.

-Lo que deberías hacer es volver a Italia y dejar lo que parece una clara obsesión por mí- bajé los tres escalones de la entrada y a grandes zancadas me dirigí hacia la carretera donde esperaba poder encontrar un taxi.

-¡Ada!

Me giré de golpe para ver cómo Luca con un gran ramo de rosas me saludaba.

-¿Adonde vas tan enfadada?-preguntó caminando hacia mi.

-Yo…-me di la vuelta para ver a Linda en la entrada de su casa mientras Massimo caminaba hacia nosotros- yo..creo que deberías hablar con Linda, lleva esperándote toda la mañana.

El rostro de Luca se iluminó y sin perder más tiempo se dirigió hacia ella mientras mis ojos volvían a posarse en Massimo.

-Déjame al menos acercarte a casa-dijo.

-¿De qué coño vas?- pregunté incapaz de entenderle- acusas a mi novio de..

-¿Tu novio?-me interrumpió- ¿Así de rápido?

Asentí.

Dió un paso hacia atrás y sacó las llaves de su coche.

-Pensé que entre nosotros había algo, por un momento así lo creí.

-No puedo elegir de quién enamorarme-puse los ojos en blanco- si pudiera creo que estaría en una situación completamente diferente.

Massimo me miró por última vez y se giró para dirigirse hacia su coche.

Yo, me quedé inmóvil desviando la vista hacia la casa de Linda donde desde la ventana pude ver a la perfección como Luca besaba a mi amiga apasionadamente.

Y no pude evitar sonreír. 

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora