CAPITULO 33

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Me estaba quedando medio dormidq cuando escuché la puerta abrirse lentamente y unos pasos indecisos acercarse a mi cama.
-Le he dicho a Linda que se vaya a casa-la voz de Thomas sonaba apagada y algo más cercana que la última vez que hablamos- esta noche me quedaré yo contigo.
Me giré lentamente y me acomodé para analizar cada detalle de su rostro.
-¿Por qué tenías las manos ensangrentadas Thomas?
Era evidente que no se esperaba mi pregunta porque su primera reaccion fue dar un paso hacia atrás ganando tiempo antes de contestar.
-Thomas..-susurré impaciente.
Él no dijo nada hasta que se sentó en la cama, justo al lado de mis pies, manteniendo cierta distancia.
-Tuve que volver al ring,pelear para hacerle entender a Jacob que soy mucho más valioso si me tiene de su lado-dijo al fin.
Se quedó en silencio sin mirarme y continuó hablando:
-No tengo ni la cuarta parte del dinero que necesita y pienso que aunque le entregue ese dinero jamás dejara de hacerme estas cosas-se pasó una mano por el pelo- así que pensé que si volvía al ring y peleaba destrozando a mi rival para hacer que más gente comprara entradas para ver el espectaculo, te acabaria soltando.
-¿Le mataste?- pregunté.
Negó con la cabeza.
-Es solo espectaculo y les di lo que buscaban.
Tragué saliva con nerviosismo.
-También podrías haberme dejado allí...-susurré.
Esta vez Thomas levantó la cabeza y clavó su oscura mirada en mi.
-Siento que..-mis ojos se llenaron de lagrimas sin poder ocultarlo- siento que me tienes odio, que tus sentimientos hacia mi no fueron sinceros y..
-Eres idiota Ada..-dijo para hacerme callar.
Sonreí con tristeza mientras las lagrimas resbalaban por mis ojos.
-Jamás te hubiera dejado con Jacob aunque eso implicara acabar matandole a él.
Suspiré agachando la cabeza, intentando así controlar mi llanto.
-Pero para que nada de esto vuelva a pasar tienes que alejarte de mi-dijo con la voz seca- no me busques ni me llames Ada, haz como que nunca existí.
Asentí en silencio incapaz de levantar la mirada.
-¿Has venido solo para decirme esto?-pregunté.
-Hay que dejar las cosas claras-contestó- no soy bueno para ti, eso es evidente.
-¿Y ya está? ¿Asi nos despedimos después de todo?
Thomas se puso de pie y caminó hacia mí, besando mi frente con delicadeza.
-Adiós Ada.
Sin decir nada más caminó hacia la puerta y tras sujetar el pomo volvió de nuevo su mirada hacia mi. Nuestros ojos se cruzaron y hubiera jurado que los dos parecían cobrar vida para no separarse de nuevo. Una sensación indescriptible me invadió cuando Thomas agachó la cabeza y susurró:
-Siento haberte dejado como lo hice, tendría que haber luchado con todas mis fuerzas por lo nuesto.
Y tras decir aquello abrió la puerta y se fue dejandome completamente destrozada.
Me levanté de la cama algo mareada y caminé detrás de él abriendo la puerta de golpe.
-¡Me da igual lo que hiciste en un pasado Thomas!- grité llamando la atención de todos los que esperaban en el pasillo-¡ Aún puedes luchar por lo nuestro!
Mis lagrimas resbalaron por mi mejilla mientras él me miraba en medio del pasillo.
-¡Tú nunca te has ido de mi vida!- lloré ignorando todas las miradas de las enfermeras-¡te has quedado dentro de mi, luchando como siempre quise que hicieras!
Thomas parecía necesitar escuchar esas palabras con toda su alma, porque mientras yo sollozaba caminó decidido hacia mi y agarrandome por la cintura me elevó unos milimetros del suelo mientras su boca buscaba desesperada la mia.
Su mano libre pasó por mi nuca y cuando nuestros labios se rozaron nos fundimos en un beso que juré que en aquel momento volvió a revivir algo dentro de mi.
-Ada..-susurró Thomas  apoyando su frente en la mia- si Jacob se entera de que aún..
-Me da igual Jacob-le interrumpí- tendrá que matarme si quiere que no vuelva a buscarte.
Thomas acarició mi mejilla con delicadeza y esbozó una sonrisa.
-Sigues igual eh..
-Sigo igual de enamorada Thomas, eso no a cambiado.

LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓDonde viven las historias. Descúbrelo ahora