LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓ

CAPITULO 17

No lograba escuchar su conversación, no lograba entender que podía atar a Jake y Thomas con aquellos delincuentes.
Pero cuando Jake volvió al coche y escuché el sonido de las ruedas chirriantes del otro vehiculo marcharse, lo comprendí todo.
-¿Es por la señora Jhonson?- pregunté.
Jake clavó su mirada en mi como si por un momento hubiera olvidado mi presencia.
-La señora Jhonson falleció-contestó con sequedad.
Me quedé en silencio imaginandome lo que tuvieron que haber sufrido. Y cerré los ojos volviendo a sentarme con normalidad mientras recordaba a mi madre y lo mal que lo pasé con aquella perdida.
Jake arrancó el coche mientras un nudo se formaba en mi garganta obligandome a morderme el labio superior para no romper en llanto. Si mi madre aún siguierq viva las cosas hubiesen sido muy diferentes, de eso no me cabía duda.
-Siento mucho lo de la señora Jhonson- dije cuando una lagrima resbaló por mi mejilla al mismo tiempo que mi labio tembloroso me delataba.
Jake me miró de reojo y suspiró.
-Agnes es la que peor lo está pasando con eso...-susurró.
Y entonces una punzada atravesó mi corazón. ¿Agnes?
Ya ni me acordaba de aquella chica con la que Thomas estuvo saliendo tanto tiempo.
-¿Sigue por aqui?- pregunté desviqndo la vista hacia la ventanilla para parecer desinteresada- pensé que habia vuelto a Alemania.
-Lleva más de un año viviendo con nosotros-contestó.
Otra punzada atravesó mi corazón. ¿Por qué me seguía afectando aquello?
El movil de Jake comenzó a sonar sobresaltabdome y cuando descolgó con una mano sentí que el bello de mi cuerpo se me erizaba.
-Dime Thomas.
Deseaba con todas mis fuerzas escuchar aquella conversación y gritarle que había vuelto. Pero no por él, él ya estaba olvidado ( o eso esperaba) habia vuelto para recuperar la relación con mi padre o al menos intentar salvarle de aquella cazafortunas con la que iba a casarse.
-Venga vale, nos vemos en el bar.
Y colgó la llamada mientras iba aparcando el coche en la calle de Linda.
-Gracias por traerme-dije bajando del coche que apestaba a vomito - y lo siento.
Él me giñó un ojo y casi como simples desconocidos que se acababan de conocer, arrancó el coche de nuevo y desapareción en dirección a aquel bar.
Al bar de la familia de Thomas.