Anocheció, estaba todo tan oscuro y apagado que me sobresalté de golpe cuando vi un coche frenar alumbrando todo el salón de la casa de Linda.
Estaba sola, Massimo y Linda habían salido a por algo de cenar y aunque habían insistido en que les acompañara, la pereza se había adueñando de mi cuerpo por completo.
No me moví del sofá pasando de canal en canal hasta que aquella luz alumbro el salón.
Sin levantarme del sofá, miré por la ventana que daba a la entrada intentando pasar desapercibida, para ello apagé la televisión en un intento de aparentar que no había nadie en casa.
Era un coche negro, o al menos eso es lo que veía desde mi posición, y cuando del vehiculo bajó una chica de pelo oscuro y andares refinados, lo supe de inmediato.
Se trataba de Megan.
Fruncí el ceño viendo como caminaba hacia la puerta y llamaba al timbre.
¿Debía abrir y exigirle una explicación o era mejor quedarme quieta sin hacer el más minimo ruido?
Suspirando al fin me puse de pie y encendiendo la luz del salón, abrí la puerta clavando mi mirada en ella.
-Hola Ada.
-No entiendo a que has venido-dije.
-¿Quieres que demos un paseo y hablemos?
Me reí de medio lado.
-Creo que entre tú y yo las palabras ya están más que dichas.
Intenté cerrar la puerta, pero metió medio cuerpo impidiendome hacerlo.
-Necesitamos hablar de todo, para que me entiendas y yo pueda hacer lo mismo.
-¿Qué es lo que debes entender tú de mi?-pregunté.
-Quiero entender porqué estropeaste toda tu vida-entró sin que yo pudiera impedirlo- porque dejaste que al final ese delincuente te llevara por el mal camino.
Puse los ojos en blanco.
-¿De verdad? ¿Ha eso has venido? ¿Ha dejar por los suelos a Thomas?
-He venido a intentar entender porque estropeaste todo lo que tenias.
Me reí.
-¿Con todo lo que tenía te refieres a Liam?
Megan asintió.
-Bueno mis sobras al menos quedaron para ti-dije.
Ella arqueó una ceja y volvió a caminar hacia la puerta.
-¡Entrad!
Me eché hacia atrás sin ver con quien hablaba, y cuando escuché los pasos mi corazón se aceleró.
-¿Qué has hecho, Megan?
-Tranquila..-dijo casi en un susurro mientras dos corpulentos hombres entraban en casa de Linda- cuando quieras darte cuenta ya estarás de nuevo en casa.
Corrí hacia mi cuarto al reconocer a uno de aquellos hombres e intenté revolverme cuando uno de ellos me agarró con fuerza.
-¡Megan diles que me suelten!- grité con todas mis fuerzas.
Pero ella lejos de escucharme, ya caminaba hacia su coche como si nada estuviera pasando.
-¡Megan...
El hombre que me sujetaba me tapó la boca obligandome a callar mientras yo aterrorizada veía como me arrastraba hacia el coche negro de Megan.
¿Ha donde me llevaba? ¿Eso tendría que ver algo con Liam?
Me revolví de nuevo y cuando llegamos al coche, el hombre golpeó mi cabeza contra la puerta dejandome inconsciente a los segundos.
Lo último que recuerdo es la voz de Megan hablando con uno de ellos.
-Venga chicos que él la está esperando.
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LA FINA LÍNEA QUE NOS SEPARÓ
Romans2° PARTE Ada se muda a Italia donde conoce a un atractivo chico que la hace olvidar todos sus fantasmas del pasado, pero cuando vuelve a Inglaterra para asistir a la boda de su padre, volverá a ver a Thomas Roth y tendrá que decidir entre amor o raz...