Extra 2

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Atención: este es un fragmento extra del Capítulo 36 "Calmar los nervios". Esta parte contendrá escenas sexuales explícitas.

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   —... ¿Quieres que nos demos un baño?

     —Sí —acepto. No me he parado a pesarlo, no hace falta que lo haga, ni que diga nada más para convencerme.

     Comienzo a sacarme la ropa, no sé dónde dejarla asique opto por que se quede en el suelo. Castiel también se ha desnudado y comienza a entrar en la bañera, ya repleta de agua caliente. Evito mira su cuerpo y siento el mío demasiado descubierto. ¿Realmente debo preocuparme por algo como esto ahora?

     Me deslizo en el interior de la bañera y me siento a su lado, las burbujas cosquillean mi cuerpo mientras lo hago. Me acerco más, tal por inercia. Él pasa su brazo sobre mis hombros, terminando de acercarme por completo a su cuerpo.

     Le miro y él también me está mirando. Acaricio con delicadeza su mejilla mientras nuestros labios se juntan para formar un beso. Las huellas de sus dedos recorren mi espalda. No quiero que se detenga, no quiero que nos quedemos aquí.

    Él me estrecha con más fuerza contra su cuerpo, profundizando nuestro beso. Acaricio uno de sus muslos con delicadeza hasta sus caderas, no se separa, y yo comienzo a masajear su miembro. No tarda en seguirme el juego y pronto tengo su mano recorriendo toda mi zona íntima, provocando gemidos que entrecortan nuestro juego de lenguas.

     — ¿Qué pretendes qué hagamos? —pregunta. Se ha separado un poco de mí y sus ojos miran directamente a los míos.

     Su pregunta me sorprende, pensaba que quedaba claro después de que ambos tuviésemos nuestras manos en los genitales del otro. O, tal vez, se refiere hasta donde quiere que lleguemos... Ya nos hemos tocado antes, pero es cierto que esa vez Castiel parecía tener intenciones de ir a más y, en algún momento, yo también las tuve. ¿Pero estoy preparado realmente para dar un paso como ese? Que me lo esté planteando en un momento como este tal vez deba darme una pista. O, tal vez, simplemente me siento ansioso ante lo desconocido. Eso también es normal, ¿no?

     —Que nos hagamos sentir bien —me limito a decir. Darle vueltas solo hará que se corte el rollo, y eso es algo que estoy seguro de que no quiero que ocurra.

     Castiel me agarra por la cintura y de un solo movimiento me arrastra junto a él a la parte profunda de la bañera. Me he quedado a horcajadas sobre él, con el agua hasta el cuello y cientos de burbujas acariciando mi cuerpo desnudo.

     —Un baño ya nos hace sentir bien. No tenemos que hacer nada más.

     —Sabes que no me refiero a eso —murmuro, algo fastidiado por que trate de molestarme en este preciso momento.

     —Entonces especifícame, ¿cómo quieres sentirte bien?

     Esta vez aferra mis caderas y sus labios recorren ligeramente la curva de mi mandíbula , haciéndome temblar entre sus brazos. Me muerdo los labios.

     —Quiero que me toques —exijo.

     — ¿Así? —se ha apresurado a colocar sus manos sobre mis hombros, simulando que me hace un masaje.

     Chasqueo la lengua. ¿Quiere volverme completamente loco?

     Pierdo la paciencia, y acerco mi erección a la suya, para masajearlas a la vez.

     —Así —concluyo.

     Él se ríe y vuelve a darme un corto beso sobre los labios, para finalizar dándome un fuerte apretón en las nalgas.

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