14: Sesión de Fotos

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     Suspiro pesadamente recordando con alivio de que no tendré que volver a casa de nuevo hasta las vacaciones de Navidad, aunque no están tan lejanas como me gustaría.

     Termino de atarme los cordones y salgo al patio, que está desierto. Los exámenes finales están cerca y la gente se pasa más tiempo estudiando en sus cuartos que fuera, los días fríos tampoco ayudan demasiado. Y luego estoy yo, dejándome liar por mi hermana y su compañera de cuarto que resulta ser aficionada a la fotografía.

     Las veo cerca del límite norte, donde habíamos acordado encontrarnos. La morena esta agachada, sacando fotos a mi hermana quien posa con satisfacción. No sé cómo da visto qué fotos son buenas con tan poca luz. A pesar de que aún quedan unas horas para el toque de queda, el sol ya ha desaparecido casi por completo.

     Su me saluda exageradamente cuando me ve llegar y Kim aprovecha para plasmarlo en una foto.

     — ¡Hey! —saluda la mayor.

     — ¡Sabía que mi hermanito no me fallaría!

     —No me has dejado otra opción... —ladeo la cabeza en señal de desaprobación— En fin, ¿para qué me necesitáis?

     —Bueno, tengo unas cuantas fotos en mente y necesitaba a un chico. Aunque... No creo que tú seas la mejor opción.

     —Oye, tengo sentimientos —me llevo la mano a la cabeza y niego, haciéndome el ofendido.

     —Venga, vayamos al siguiente lugar —dice, ignorando completamente mi falsa reacción.

     La chica nos va contando la idea que tiene para las siguientes fotos, con las cuales tienes pensado presentarse a un concurso local, y enseguida comprendo el por qué no soy el más "apropiado".

     —Una foto... ¿romántica? —pregunto, incrédulo.

     —Oye, oye... ¡Somos hermanos!

     —Es la temática de la exposición, además yo no sabía que ibas a traer a tu hermano —se defiende la chica—. Y de todas formas, son solo fotos.

     A regañadientes aceptamos y seguimos las indicaciones que nos va marcando lo mejor que podemos. Nos toma decenas de fotografía de cada pose y tras un buen rato comenzamos a sentirnos cansados.

     Parece que la sesión está por terminar cuando la morena revisa sus notas y se acerca a nosotros de forma cautelosa.

     —Para la siguiente necesito que os quedéis uno frente al otro, Nath debe poner las manos sobre la cintura de Su... Su, tu pondrás las tuyas sobre su pecho —Ambos obedecemos, tratando de acabar lo antes posible—. Así, perfecto. Ahora solo tenéis que besaros.

     — ¿¡Cómo!? —exclama mi hermana, apartándome de un empujón.

     —Oh vamos, es la última foto. Solo es un beso —Intenta convencernos.

     —Es solo un beso... ¡con mi hermana! —remarco— ¡No pienso hacerlo!

     — No es para tanto, esto pasa continuamente entre los profesionales.

     — ¡Pero nosotros no lo somos! Kim, he accedido a ayudarte pero hay límites —advierte mi hermana.

     —Sigo pensando que es una tontería... —protesta.

     — ¿¡Te parece una tontería cometer incesto por una estúpida foto!?

     La actitud tan despreocupada de la chica ha conseguido molestarme. Le hacemos el favor de ayudarla y ella nos lo paga comportándose de forma egoísta.

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