Ignited (Jaeyong)

Noche de invierno

—Bebé— un susurro que rozó el rostro de Taeyong lo despertó. Sus ojos se abrieron lentamente para ver a su esposo ya vestido con su traje y con el cabello peinado hacia atrás. Taeyong ya podía oler la colonia de Jaehyun desprendiéndose de él. Su último paso de su rutina matutina.

Su esposo estaba listo para partir por la mañana.

El pensamiento hizo que Taeyong frunciera el ceño. Se sentó lentamente, alcanzando a Jaehyun. Sus brazos se enredaron alrededor de su cuello. —Mm, ¿ya te vas?

Jaehyun se rió entre dientes, desenredando los brazos de su esposo pero manteniéndolo cerca. —Lo siento bebé. El lugar de reunión está a una hora de distancia y, dado que es Nochebuena, debemos evitar el tráfico de la hora pico.

Taeyong asintió, pasándose una mano por la cabeza de su cama rebelde. —¿Te despediste de nuestro frijolito?

Ambos esposos miraron hacia el lado opuesto de la cama tamaño king de la habitación de hotel en la que Taeyong estaba acostado. Su hijo dormía acurrucado entre grandes almohadas, acostado sobre una mullida manta de bebé. Sus ojos aún estaban cerrados, las manos junto a su cabeza en su pijama de lana.

Jaehyun se inclinó para presionar un beso en la suave frente de su frijolito. —Minhyunnie, Papi necesita ir a trabajar ahora, ¿de acuerdo? No te preocupes, nos iremos de regreso a Seúl mañana por la mañana y celebraremos la Navidad con todos los abuelos.

Los esposos Jeong estaban pasando su fin de semana de Navidad en Nagoya porque los ejecutivos de Neo Tech tenían una reunión de emergencia a la que debían asistir. Taeyong odiaba la idea de que Jaehyun se fuera durante la primera Navidad de Minhyun. Así que insistió en que lo acompañaría. Este era su segundo día en Nagoya y estaban listos para volar de regreso a Seúl temprano en la mañana, donde recibirían la Navidad con los abuelos de su frijolito.

Cuando Jaehyun volvió a besar la frente de Minhyun, los ojos del bebé se abrieron. Un pequeño gemido escapó de sus labios mientras dejaba escapar un bostezo.

—Buenos días, mi frijolito— dijo Jaehyun en voz baja, acercándose para recoger a su hijo. Minhyun soltó otro bostezo cuando Jaehyun lo acercó a su pecho, su carita se acurrucó en el hueco del cuello de su padre.

—Alguien se levantó temprano— comentó Taeyong mientras su rostro se suavizaba al ver a su esposo e hijo.

—Quería asegurarse de que su appa no se sintiera solo cuando me vaya— bromeó Jaehyun, frotando círculos en la espalda de Minhyun. —De todos modos, necesito irme, bebé. Está nevando esta mañana, así que tú y frijolito deberían quedarse adentro, ¿de acuerdo?

Taeyong miró por la ventana del hotel. Desde su vista, podía ver que los techos de abajo tenían un ligero polvo de nieve fresca. Pero por la forma en que la nieve caía al suelo, Taeyong sabía que se apilarían más. —Está bien, hubby. Deberías tener cuidado también.

Jaehyun sopló un besito en la mejilla de su frijolito , lo que provocó que el bebé soltara una risita feliz. Luego le pasó el bebé a Taeyong, quien lo acurrucó contra su pecho. Minhyun le sonrió a Taeyong, colocando su palma en la cara de su appa.

—Veré a mis dos bebés más tarde, de acuerdo?— Jaehyun se puso de pie, alisando la chaqueta de su traje y luego moviéndose hacia el armario de la habitación del hotel.

—¿A qué hora volverás?— preguntó Taeyong, balanceando al bebé suavemente en sus brazos.

—A última hora de la tarde— respondió Jaehyun mientras sacaba su bufanda y su abrigo de invierno. —¿Estarán bien ustedes dos para el almuerzo? Puedes pedir el servicio de habitaciones.