Ignited (Jaeyong)

Los Jeongs en casa

—Hubby, ¿estás despierto?— Taeyong llamó al final de las escaleras.

Acababa de terminar de hacer el desayuno y preparar sus almuerzos para el trabajo y Jaehyun aún no había bajado con su frijolito. Por lo general, en este momento, su esposo y su bebé estarían en el gimnasio de la casa de Jaehyun.

Taeyong subió las escaleras, deteniéndose primero en la habitación de Minhyun. Golpeó los nudillos contra la puerta antes de empujarla ligeramente. Se sorprendió al encontrar a Minhyun rodando boca abajo, gimiendo.

—¿Qué hace todavía mi Frijolito aquí?— Taeyong caminó rápidamente hacia la cuna, sacando a Minhyun. El bebé se rió cuando vio a su padre, una sonrisa gomosa se formó en su rostro.

—¿Tu papi no te recogió todavía?— Taeyong preguntó, rebotando a su frijolito en su agarre.

—¡Ap ap ap!— Minhyun balbuceó, sus diminutos dedos alcanzaron la nariz de Taeyong.

—Hm, vamos a ver qué está haciendo tu padre— Taeyong besó las pequeñas manos antes de sacarlos de la habitación y entrar en la habitación de él y Jaehyun.

Abrieron la puerta del dormitorio principal para ver a Jaehyun todavía en la cama. Un bulto debajo de las sábanas. Sólo la parte superior de su cabeza se asoma.

—¿Hubby?— Taeyong frunció el ceño después de asegurar sus brazos alrededor de Minhyun.

Se acercó a la cama y se sentó junto a su marido, que aún dormía. Lo cual era inusual para Jaehyun. Su marido, CEO, tenía una rutina matutina muy estricta que seguía a diario.

—¿Hubby?— Taeyong lo intentó de nuevo, usando una mano para despertar a su esposo.

Un gemido salió de debajo de las sábanas. Luego un susurro. Eventualmente, la cara de Jaehyun se asomó, con los ojos aún cerrados y la cara arrugada.

—¿Hubby? Se está haciendo tarde— Taeyong pasó una mano por el espeso cabello de su esposo, deteniéndose cuando se dio cuenta de que su frente estaba inusualmente cálida. —Hubby, ¿estás enfermo?

Jaehyun gimió, con los ojos aún cerrados mientras su frente se arrugaba. —Me siento un poco mal— Su voz era grave pero no era la voz de la mañana a la que Taeyong estaba acostumbrado.

Jaehyun estaba enfermo.

Al escuchar la voz de Jaehyun, su frijolito se apartó de la cara de Taeyong para mirar a su otro padre. Al ver a Jaehyun acostado en la cama, su rostro se arrugó y se le escapó un gemido. —Pa pa pa— Minhyun trató de zafarse del agarre de Taeyong para gatear hacia Jaehyun.

—No Minhyunnie, detente— Jaehyun tiró de la manta sobre él.

Taeyong rápidamente recogió al bebé en sus brazos.

Minhyun miró de Taeyong a Jaehyun, confundido sobre por qué no podía ir con su papá. Su rostro se arrugó aún más, los ojos húmedos brillando. Dejó escapar un grito, las lágrimas corrían por su rostro.

—Oh, está bien Minhyunnie— Taeyong cargó al bebé sobre su hombro, palmeando su espalda suavemente para calmarlo. —Tu Papi podría estar enfermo y no queremos que te enfermes.

Su frijolito no entendió. Así que siguió llorando. Cara poniéndose rosada.

—Mi frijolito—los ojos de Jaehyun se abrieron pero estaban oscuros e inquietos.

—Hubby, creo que estás enfermo— dijo Taeyong sobre los gritos de Minhyun.

—Estoy bien— dijo Jaehyun, con la voz todavía atontada. Intentó sentarse, pero una vez que se apoyó contra la cabecera, soltó una tos y un gemido. —Está bien, tal vez no.