Capítulo 2: Conversaciones que traen confianza.

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Capítulo 2: Conversaciones que traen confianza.

[Paulette Baudelaire]

Otra vez un temblor se apodera de mi cuerpo, no me puedo controlar al saber de quién se trata. Ya comienzo a sospechar que algo le sucede a mi cuerpo cuando este pelirrojo se acerca a mí.

—Tú... ¿¡Tú qué haces aquí!? — Pregunto con una cara como para tomarle una foto y hacer un sticker de WhatsApp con ella.

No imagino cuál será el motivo por el cual me vuelvo a encontrar con este monumento de hombre, será que nuestros destinos se encuentran cruzados, no sé si él es un acosador y me anda persiguiendo desde que nos cruzamos en el camino saliendo de la ciudad donde vivo hasta acá, y eso que es un trayecto bastante largo.

—Ja, ja, ja, me encantan tus expresiones... (Se acerca a mi oído y me susurra)... Ahora te informo que somos vecinos. — Me muerde la parte superior de mi oreja.

Será que escuché bien, vecinos, a donde sé y lo que entendí es que esta es una fraternidad de chicas, entonces no sé a qué se refiere él con vecinos, no me percate si al lado de esta casa hay una fraternidad de chicos.

—Eh... (Siento que las mejillas me arden) ... No tienes derecho... (Me interrumpe, poniendo su dedo índice en la comisura de mis labios)...

Esté igualado como se le ocurre hacerme callar, ya esta situación no me está agradando para nada.

—Shh, claro que tengo el derecho. — Me guiña el ojo.

—Oye, ¿además como un hombre, va a vivir con nosotras?, ¿Tú no tienes una fraternidad expresamente para hombres? — Pregunto alejándome de él, ya que me di cuenta de que es peligroso.

Pero aun sabiendo que debo de tenerlo de lejitos, me intereso por su respuesta.

—Ajem... Mira en mi fraternidad todas las habitaciones están ocupadas y me acabo de inscribir, así que me dieron esta habitación. — Señala el número 04 que tiene puesta la puerta.

Oye, ya estoy terminando de creer que, si tengo mala suerte porque justamente a mí me dieron la 03, y si es así él tiene razón somos vecinos.

—Agh. — Gruño, con toda la intensión del mundo de golpe el hombro con el mío al pasar.

Me hago notar porque tomé la decisión que él no me va a afectar mi semblante y tengo que comenzar de una primera vez, colocando los limites para que no se esté pasando conmigo desde el mismo momento que se ha acercado a mí.

Busco a Alma bajando las escaleras, me tropiezo y casi caigo, sigo caminando y finalmente me la consigo en la cocina.

Esta mujercita es la que me va a dar las respuestas certeras de qué carajos pasa aquí con el pelirrojo peligroso que llamo mi atención hace un instante.

—Hola, Alma hace rato, me ofreciste un tour, ¿Es posible, sí me lo dieras ahora? — Pregunto achicando un ojo.

Claro, no puedo llegar a atropellarla por culpa del pelirrojo que quiere es estar flirteando conmigo, no que va esto lo voy averiguando con un paso a la vez.

— Por supuesto, es más, te estaba esperando. — Nuevamente, me toma del brazo, nos dirigimos hacia la salida.

Me estaba esperando, debo andarme con cuidado porque aquí no sé quién es quien aún, sin embargo, lo voy a descubrir.

***

—Ya te mostré toda la academia principal, los salones de clases extras y las canchas de deportes por separado. — Dice algo exhausta.

Es que para ser sincera la universidad es muy grande, se debe caminar muchas distancias para llegar de un aula hacia la otra, o por lo menos lo más céntrico es el cafetín que tiene las aulas donde se imparten las clases del básico de la carrera.

El chico de la habitacion 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora