Capítulo 50: ¡Malvado!
【Paulette】
Recapitulo nuevamente todo lo que ha dicho, ¿No me está manipulando para desviar el tema?, me di cuenta de que cuando mencioné a Alba desvía el tema hacia "nuestra relación".
—Eso no importa más, sabemos que esa relación ya termino... Ahora dime, ¿Adónde tienes a Zion? Inquiero firmemente, no me importa lo demás ahora a lo que vine.
Volteo hacia atrás porque escuche un ruido viniendo de la puerta da hacia las escaleras, pero de igual manera no hay nadie vuelto mi mirada al frente, ahora lo tengo justo frente de mí a escasos metros de mi rostro.
—Niña malcriada, como dice Alba, con que lo sabes ¿No? —Me mira intimidante, pero no le demuestro debilidad, me planto un poco más cerca de él, con la misma expresión, quiero saber dónde está y hoy me va a decir.
—Si sé, así como también sé que tú y Alba planean algo. — Digo con base en lo que escuche de sus conversaciones, no sé qué exactamente ni me molestaría averiguar.
—Por eso no puedes terminar conmigo, niña malcriada. — Siento su respiración en mi rostro, lo que digo me enfurece por lo que le cacheteo, ¿Cómo se atreve decirme eso?, yo ya terminé esta relación, no me importa lo que diga él, solo necesito respuestas.
Me vuelve a mirar, me toma de mentón y me besa bruscamente, pongo mis manos en su pecho y lo alejo de mí. Limpiándose su labio inferior con el pulgar, me mira deseoso, lo que me repugna aún más.
—No sabes cuánto lo quería hacer desde que te vi bailando con esa pendeja. —Declara satisfecho, yo con cara de asco le miro encolerizada, no me gusta que me toque así de la nada y menos sabiendo que él se estuvo besándose con Alba.
—No le llames así. Además, ya deja de darme rodeos y dime, ¿Dónde está Zion? — Inquiero, nuevamente, pone las manos en sus bolsillos y suspira pensadamente.
—Sí, mierda, lo tengo yo encerrado en una sucia bodega, pero al menos dame una razón para decir dónde está. — me replica con un tono demándate, le miro con seguridad y buscando una respuesta rápida, miro hacia un lado.
En verdad no tengo una respuesta que lo beneficie al él. Solo quiero a Zion para encararlo que me digo toda la verdad, tal vez ellos me estén diciendo la verdad soy yo la cegada. Quizás, pero sé que tengo que confiar en Zion, ya que Danilo y Alba me han confirmado, no directamente, pero si con sus actos que no son de fiar.
—Ves no tienes argumentos suficientes, solo das vueltas para conseguir lo que quieres. — Me suelta emputado, lo miro a los ojos y están llenos de odio y malicia.
—Si la tengo y es que lo que haces es injustificable, además te pueden demandar por retención de una persona. — Le refuto y se echa reír como si fuera el mejor chiste que le han contado, se lleva las manos al abdomen sosteniendo su estómago. Resoplo cabreada y me cruzo de brazos a esperar que termine.
— ¡Dios!, estás bien chistosa Paulette y a mí que me importa que me demanden con algunos cuantos sobornos y ya está. — Se excusa, secándose una lágrima con su mano. Frunzo mi ceño una vez más.
—No entiendo, para qué lo quieres secuestrar a él si fui yo quién te hizo daño. — Inquiero, las lágrimas en mis ojos amenazan con salir si sigo aquí arriba con este desgraciado, pero ni me inmuto, quiero ver otra vez a Zion y si es esta manera que lo tendré que ver lo haré.
—Por qué si no lo desaparezco te seguirá robando de mí, lado una y otra vez. — Se acerca a mí y me toca la mejilla, con un manotazo le aparto, por lo que él arquea una ceja desafiándome con la mirada.
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El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...