El chico de la habitacion 04

Capítulo 21: Tu chico malo de confianza IV.

Capítulo 21: Tu chico malo de confianza IV.

【Zion】

—¿Qué significa todo esto? Nos separamos en el acto, está Danilo superenfadado con cara de pocos amigos.

—Además... ¿Cómo entraste aquí? — Me interroga con gesto confundido.

—Eso no te incumbe. — Le advierto con tono neutral.

—Y... Respondiendo a tu pregunta anterior; reclamando lo que es mío. — Me apresuro en decir antes que a Pau se le salga algo que no debería. Inmediatamente, me pisa el pie, no obstante, me aguanto el dolor, no quiero parecer cobarde en esta situación.

—Mira... No te muelo a golpes porque está mi pareja aquí, pero sin dudarlo lo haría. — Me señala con su dedo índice, con una mirada afilada, la cual no pretendo rebajarme a su nivel.

—Si fueras un hombre de verdad dirías que es tu novia... Me imagino que tienes vergüenza de ella. — Espeto sin piedad, empiezo a caminar sin dirección alguna hasta que me toman del brazo y recibo una cachada fuerte, instintivamente paso mi mano por mi mejilla, miro a Danilo que por supuesto ahora en este instante no es él.

«Así que me voy a aprovechar de esta situación.».

Por lo que cierro el puño y se lo estrello contra su cara.

—A mí nadie me toca imbécil. — Sigo caminando hasta que me doy cuenta de que todas las miradas están en mí, por lo que sonrió.

«Ya que tengo toda la atención de las personas debería hacer algo en grande.».

Veo como Danilo se lleva a Paulette tomado de la mano, sin verla hasta donde inicialmente estaban, tomo aire para calmarme y evitar ir corriendo y soltarle otro golpe. Veo que hay un escenario donde están poniendo algo de Jazz.

Camino esquivando a la gente, llego hasta las escaleras que dan para subir al escenario, pienso rápidamente que voy a cantar.

«Sí, sé cantar y se me da excelente.».

Antes cantaba en la iglesia cerca de la mansión de mi abuela, decían que yo era que alcanzaba todas las notas sin desafinar, por lo que me nombraron líder del coro. Sin embargo, me obligaron a desechar todo eso porque ya no íbamos a la mansión de la abuela.

A veces me arrepiento por dejar de cantar, no obstante, al mismo tiempo me anima un poco haberlo dejado, ya que me trajo hasta donde estoy.

Le pido prestado el micrófono al hombre de tez oscura, amablemente me lo da y me advierte que lo haga rápido, asiento.

Con semblante de confianza pongo el micrófono en el sostenedor. Carraspeo un poco y abro la boca para presentarme.

—Muy buenas noches a todos... (Inmediatamente, todos los ojos del salón se posan en mí.) ... Quiero agradecerles a los anfitriones por esta fiesta... (Cínicamente, dirijo mi mirada hacia donde está el grupo de Danilo, el cual me mira con terror) ... A cambio les voy a dedicar una canción... (Solo miro a Paulette para darle el mensaje que es a ella a que le va la canción). — Solo la miro, ella por su parte ha quedado de piedra, mirándome como si yo estuviera loco.

Me aparto un poco y le pido a la banda que me acompañe con la canción "Soy tu problema" de Tricker.

Comienza a sonar el bajo de forma suave, lo que hace que todas las damas presentes se interesen más en mí. Extiendo un poco el brazo con el micrófono en mano, lo posiciono cerca de mis labios de forma seductora.

—Ah—

"Tú solo persígueme, infanta.

Al decirlo solo miro a Paulette, que está totalmente pálida.