Capítulo 33: Mensajes inesperados.

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Capítulo 33: Mensajes inesperados.

【Paulette】

Estando en un almuerzo con mi familia me han estado llamando, la primera vez no quise contestar porque era un número desconocido, sin embargo, ese mismo número volvió a insistir y contesté.

Era Zion, obviamente al escuchar su voz mi corazón dio un vuelco, sin mentir, necesitaba escuchar su voz y me siguen confirmando que el hombre de mi vida es él.

La última frase que se atrevió decir fue "Adiós, te amo, bye". El "te amo", paralizo mi corazón, era la primera vez que Zion me decía te amo, pero lo dijo tan fuerte que toda mi familia escuchó, ahora estoy sentada en la mesa de campo, almorzando con mi familia mirándome extraño y preguntándose "¿Pero qué demonios Paulette?, ¿Quién carajos es ese chico que te dijo te amo?".

Los miro avergonzada, tanto mis padres como mi hermana, sus rostros expresan confusión, en cambio, Amanda esta que salta de una pata de la felicidad.

—Pedacito de cielo, ¿Quién era ese chico?, ¿Nos puedes decir? Interroga mi madre con ligera preocupación, respiro con mis mejillas rojas, miro a mi regazo, no tengo cara para responderles.

—Cariño, deja en paz a la niña si tiene un novio, bien. — Me sale a defender mi abuela, con voz enérgica y traviesa, por lo que le lanzo una mirada filosa, se encoge de hombros como diciendo "Es lo que hay".

—No es mi novio solo... es un amigo nada más. — Me excuso, me levanto viéndolos a los ojos con gallardía, nadie me replica, mi abuela se levanta y camina un poco paso lejos de la mesa para después hacerme un ademán para que la siga.

Pido permiso y camino hasta donde está ella, me toma de la espalda baja, seguimos caminando esta quedar en una distancia considerable de la mesa para que la familia no escuche lo que tiene que decir.

—Paulette, tú y yo sabemos que eso es mentira y que la voz masculina que escuchamos es el hombre que te predije en las hojas del té. — Me mira compasiva con una pizca de travesura, era cierto había dado justo en el clavo, pero yo soy cabezota y niego con la cabeza.

—Amanda no sigas con ese rollo, solo amigos, punto. — Hago un puchero y se echa a reír, suspiro rodando mis ojos y como si fuera un hábito me cruzo de brazos.

—Si no tienes más nada que decir, volvamos a la mesa. — Le replico volteándome y empiezo a caminar en dirección de la mesa, no obstante, me toma del hombro y me mira preocupada.

—Paulette, solo ten cuidado, recuerda que te dije que, si te quedas con él, tendrás que enfrentar cosas difíciles. — Culmina y me abraza transmitiéndome su cariño, le acepto el abrazo y también la rodeo con mis brazos, nos miramos y finalmente nos dirigimos a la mesa.

—¿De qué hablaron? — Pregunta Amber carcomiéndola las ansias y la curiosidad, yo la ignoro, pero Amanda le mira decepcionada.

—Amor, solo hablamos de que tan maravilloso está el clima para seguir comiendo. — Suelta con un tono de advertencia que va aumentando con cada palabra, ella se asusta y se mete su sándwich a la boca, yo carcajeo un poco hasta que mi padre pone su mano en mi hombro.

—Cariño, si tiene algo que decir o algún problema siempre puedes contar conmigo. — Me sonríe cariñosamente, para que me confiese y suelte toda la sopa, ruedo los ojos y ante esa sonrisa no puedo decirle que no.

—Bueno, tú ganas solo no lo divulgues. — Le advierto estrechándole mi meñique, pero tan pronto lo sabe se lo va a contar a mamá, cosa que no me complica la vida.

—Trato. — Me estrecha el suyo y los entrelazamos sellando el secreto que sé que no será tan secreto como quisiera.

—Es un chico que me gusta, pero siempre se comporta como un idiota, pero que en el fondo también me ama. — Después de sus "Aja" la última frase lo impacta o más bien solo lo impacta la palabra "Idiota", después de mi confesión me sermonea en voz baja diciendo que tenga cuidado, que si de verdad me ama me lo va a demostrar, que no espere mucho de él y que si llega hacerme daño lo voy a acabar sin pensarlo.

El chico de la habitacion 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora