Capítulo 34: ¿Soy débil?

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Capítulo 34: ¿Soy débil?

【Zion】

Le he dicho a Paulette que necesito hablar con ella y que me llamará, así sabría yo si vio el mensaje. Me ha llamado, ahora la tengo del otro lado de la línea y no puedo decir ni una palabra.

—Aló Zion, ¿Para qué querías que te llamará? — al escuchar su voz lo que hice fue paralizarme, parezco bobo.

—Mira, tengo que decirte algo muy importante que de verdad me gustaría decirte en persona, pero ya sabes...—

—No es por ser mala educada, entonces espera dos días más, bueno ya ahora sería un día y me tendrás allá a tiempo. — me derrito solo al saber esa información.

—Lo que pasa es que yo quiero que lo escuches primero de mí, que de otra persona. — para que esté clara de que mis intenciones son buenas.

—Oh... Bueno, entonces...— o no eso que se haya trabado no me gusta.

—Perdón, mi hermana tiene una cena importante con una de las familias más poderosas de Noruega, así que sería genial que la llamarás en otro momento. — alguien toma el teléfono de mi Pau y suelta como metralleta todo eso.

Cuelgan y quedo confundido, me imagino que es la hermana de Paulette, por su tono suena a una niña caprichosa.

«¿Una de las familias más poderosas de Noruega?».

«Quién más poderosa que los Agrestes, por favor...».

Dejando eso de lado decido levantarme de la cama y vestirme, ya es de noche, son como las 8, pero bueno a esta hora los estudiantes "deberíamos" estar durmiendo, pero eso es mentira y más con las personas adineradas de aquí.

Me han invitado a varias fiestas, sin embargo, no quiero ir, no tengo ánimos y más con los cabos sueltos que no he atado.

«Creo que una fiesta no me hará mal.».

Decido ponerme unos Jeans oscuros con unos convers rojo, una camisa blanca y el suéter blanco con rojo.

—Mejor que Michael Jackson. — Me vanaglorio, salgo de mi habitación con nuevas energías, camino hasta que me detengo en la escalera.

Siento que estoy nuevamente poseído que no puedo controlar, me hierbe todo el gran linaje, me apoyo de la barandilla, agarro mi teléfono y les tomo una foto a esos dos grandísimos hijos de la madre.

—¿Qué demonios?, ¡Zion! — Suelta con desprecio Danilo, que se ha estado besando con Alba al frente de la cocina, me pregunto por qué está aquí con la tunda de golpes que le di hace unos días.

—La pregunta es: ¿Por qué ustedes se están besando si tú tienes novia? Y esa novia es amiga tuya. — Digo con sarcasmo mientras que, bajo las escaleras, con una cara de poco amigos.

Por otro lado, Alba sonríe satisfecha, creo por unos segundos que esto es obra de ella, me mira y en sus ojos ya no está la Alba de al inicio de semestre, es una obra de satán.

Le suelto un golpe a puño cerrado al Danilo, el cual cae al piso sin importar que él estuviera apoyado a la pared. Tomo a Alba de la muñeca y trato de no lastimarla llevándomela hacia el porche de la casa.

—Alba, porque me guste Paulette, no tienes que estar metiéndote aún con Danilo para que la lastimes. — Suelto con furia, la suelto repentinamente, ella solo hace un puchero para luego poner una cara macabra. Me abstengo de irme y me quedo firme mirándola des aprobatoriamente.

—Zion, yo no la lastime fuiste tú... Además, te dije que me las pagarían tarde o temprano. — Dice con travesura mezclada con misterio lo que me eriza la piel de miedo. Ya no estoy hablando con alguien estable, ha perdido la cabeza y no sé si por mí.

El chico de la habitacion 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora