Capítulo 51: Cumple mi último deseo.

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Capítulo 51: Cumple mi último deseo.

【Paulette】

Salgo y busco a Alish, la busco como una desquiciada hasta que doy con ella que aterrizo en unos arbustos de flores blancas. Le tomo levemente la cabeza, pongo mis dedos debajo de su mandíbula para comprobar que aún sigue viva.

No sé si le estoy tomando mal el pulso o es que aún no siento, busco mejor cuento desde el principio de su mandíbula 4 centímetros y posiciono mis dedos de nuevo debajo de su pulso y presiono muy bien esta vez.

—Oh, gracias al cielo está viva. — Inocentemente, unas lágrimas salen de mí y caen en el rostro de Alish, está abre los ojos débilmente, frunzo el entrecejo y abro un poco la boca sorprendida y conmovida a la vez.

—Si muero cumple mi último deseo. — Suelta en un hilo de voz, me muerdo los labios y niego con la cabeza.

—No... No va a suceder eso... ¡Ayuda!... ¡Auxilio!... ¡Necesito ayuda! — Empiezo a gritar para alarmar a las personas, unas pocas salen y vuelven a entrar a la fiesta.

Dejo suavemente la cabeza de Alish en el suelo, toda emputada voy hacia dentro de la fiesta y abro las puertas fuertemente para que estas resuenen en todo el lugar.

Detengo varias miradas sorprendidas, paran la música y todos esperan a lo que tengo que decir.

—Ayúdenme mi amiga fue lanzada desde la azotea, por favor, alguien... ayúdenme. — Unos chicos se acercan a mí, con caras de preocupación, los llevo hasta donde está Alish, marcan rápidamente al 911, unos profesores también salen para ver la escena, una en particular Rosswell al ver la escena vomita sin previo aviso.

Donde todos dirigen su atención, golpeo mis manos contra mis piernas haciendo un berrinche, al fin y al cabo, ya está por llegar la ambulancia al sitio, por lo que me arrodillo y le toma la mano a Alish.

—No me puedo imaginar cuánto me amas como para arriesgar tu vida por la mía, aun sabiendo que yo no te amaré como tú a mí. Me salvaste y quedaste en este estado. ¡Dios!, te juro que aún sigues viviendo, te cuidaré...

—Shh... Paulette... Tranquila, no llores hermosa... Si te amo por eso lo hice cumple mi último deseo, solo tengo uno. — Intenta poner su mano en mi mejilla por lo que la ayudo, acerco un poco mi rostro a su mano, siento como la calidez que resta de su cuerpo me la transmite a mí.

—Dime, por favor dime, haré lo que sea con tal de que aún permanezcas viva. — Digo desesperadamente, salvo mi vida eso no se paga con cualquier cosa, solo miro como sus ojos destellan, cuando dije esa oración una sonrisa delicada se dibuja en su rostro haciendo que el mío también se ilumine.

—Bésame. — Masculle, bajo mis ojos, debatiéndome entre cumplirle el deseo o inventar una excusa para no dárselo. Intimidada por todas las personas que están a mí alrededor.

Lo pienso dos veces antes de actuar, suspiro por lo que voy a hacer, tomo su rostro entre mis manos y cierro mis ojos, solo pienso que es Zion, lo que se me hará más fácil de hacer.

Me acerco lo suficiente como para sentir su débil respiración en mi rostro, con un poco más de esfuerzo, suavemente toco sus labios con los míos, la beso suavemente, con cada movimiento de nuestros labios me dejo llevar.

Una y otra vez nuestros labios se acarician, me alejo un poco, le doy un pico al final, me aparto totalmente para contemplar su rostro, el cual está totalmente enrojecido por nuestro beso, me da ternura verla totalmente roja.

Sonrió dulcemente, ella abre los ojos y me mira atentamente, vuelve a querer tocar mi mejilla por lo que me acerco, esta vez, no le importa si está casi moribunda, pasa su mano por mi cuello y me acerca hasta que nuestros labios vuelven a tocarse.

El chico de la habitacion 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora