Capítulo 5: Las vueltas de la vida.
【Zion】
Finalmente, llegamos donde el director, lo que me conforta es que nos haya dicho que somos buena pareja y por juzgar la actitud de Paulette también le impresiono, pero espero que de buena manera.
Pasamos al salón después de confirmar nuestra calificación, insisto en irnos ya para almorzar. Nadie rechista, gracias a este cuerazo.
Estando con ella escogiendo nuestro almuerzo viene Ray.
«¿Qué querrá? No quiero que interrumpa. Agh».
—¿Qué, tenemos aquí? — Pregunto con un tono muy fuerte.
—Amigo, vamos, no te he visto en días. — Ray sonríe y me abraza.
«Tsk, Ray solo porque eres mi amigo te dejaré abrazarme».
Inmediatamente después de soltarme marco mi territorio y paso mi brazo por los hombros de Paulette. Esta es una medida de seguridad, uno nunca sabe quién quiera soplarme el bistec
Ray tiene la mala fama de irse con las amigas de otros.
—Suéltame. — Al parecer Paulette se dio cuenta. Lamento bastante que ella adopte esa actitud, pero es por su bien.
«Niña, no me dejes en ridículo. Solo te protejo. Pienso todo lleno de ira».
—La señorita ya hablo, por cierto ¿Cómo te llamas? — Ray se dirige a Paulette muy intrépido. Lo que me hace rabiar y de una vez hago puños mis manos.
—Mi nombre es Paulette y ¿el suyo? — Arquea una ceja.
«Ella no sabe cuánto me caga que hable con él. Tsk.».
—Ray. — Le toma la mano y la besa. Con ese gesto me da una rabia, presenciar la galantería de este pendejo de pacotilla. En realidad, me repugna.
«Dios Zion, desde cuando mueres por celos. Me digo a mí mismo para contenerme, de llevármela de aquí.».
—Sabes, que su pronunciación en español es "Rey", que significa emperador, soberano, monarca o su majestad. — Paulette sonríe arrogante. Y yo lo que hago es rodar los ojos, por las idioteces de este hombre.
—Oh, si su majestad Ray, me encantaría que me llamaras a. — Se acerca a mi Paulette, ya la tiene donde quería.
—Oh, jamás te llamará así. — La aparto dejándome ver que estoy furioso.
—A demás nos vemos luego, Ray. — Me la llevo hacia una mesa alejada de él.
«Ya no aguante más. Los celos eran muy cañones.».
—¿Por qué fue todo eso? —Pregunto confundida, pero tranquila, vas a disfrutar lo que haré.
—Porque me invitaste a mí a comer, solos... tú y yo. — Elijo una mesa pegada a un ventanal, me siento frente de ella.
—¿Qué tal la Universidad? — Pregunto para romper el silencio incómodo que tenemos desde Ray.
—Inesperada. — No me dirige ninguna emoción en lo absoluto.
—¿Y...? Tú? —Pregunta.
—Mmm... Excitante. — Sonrío feliz, acordándome, cuando supe que Paulette iba a estudiar conmigo.
—¿Perdona, excitante? — Se atraganta con la banana que comía.
«No sé, si es un fetiche, pero llevarse cosas alargadas a la boca me recuerda al sexo o...».
Inevitablemente, le sonrió maliciosamente, porque logre que cayera en mi trampa.
—Eh... Sí. — Termino agarrado su jugo de melón y me lo llevo a la boca para que no se dé cuenta de los planes que se me ocurren en la cabeza.
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El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...