Capítulo 53: El hospital.
【Paulette】
Llegamos al hospital New Trondheim. Que es el más cercano a la Universidad, Zack lo trae entre sus brazos y yo detrás como un pollito llorón, unos enfermeros se nos acercan y ponen a Zion en una camilla.
—¿Adónde se lo llevan? — Interrogo.
—A cuidados intensivos. — Me responde un amable muchacho.
Siento dentro de mí, una gran victoria por haber salvado a Zion, sin embargo, siento la misma opresión en mi pecho, impotente por no poder hacer nada más, me siento en la sala de espera del hospital junto a Zack.
Malvada sea, solo si hubiera llegado más temprano solo tal vez, tal vez hubiera conseguido a Zion menos grave de lo que está.
Me reprocho, muerdo mi dedo índice pensado en los tal vez, Zack que está a mi lado, me rodea los hombros con su brazo, me dejo apoyar en su pecho.
Sin más me dejo llevar por la sensación de adormecimiento que me brinda mi cuerpo de un instante al otro, todos los ruidos, todos los movimientos que hay en el hospital quedan en segundo plano.
***
Una voz masculina trata de despertarme, pero está muy lejos como para escuchar, siento como me soban el hombro en el acto, abro mis ojos sobresaltada, veo y tengo a Zack agachado frente a mí con los ojos llenos de esperanza.
—Zion ingreso a cirugía que tiene las costillas rotas, su estómago está roto, hombro dislocado, creo que le van a dar unos puntos en la frente y el labio inferior roto. — Me abalanzo sobre él y lo abrazo.
—Es lo que dijo el doctor. — Agrega y lo abrazo más fuertemente.
Las lágrimas no se hacen esperar, siento como la presión que tenía en el pecho se hace un poco más ligera. Sin embargo, yo no celebro hasta que lo vea en cama del hospital.
Se separa de mí. Nos sentamos, pienso que lo mejor es que Zack vaya a la Universidad a informarle al director de todo esto, se cambie y vuelva.
—Zack, no es por ser mala persona ni nada, solo que si quieres puedes ir a la Universidad, a cambiar, a descansar o qué sé yo. Yo voy a estar pendiente cualquier cosa te llamo. —Le ofrezco, me mira y revuelve otra vez mi cabello, no sé qué tiene la gente con mi cabello, se para y se estira.
—Gracias, no eres mala persona, esperaba a que lo mencionarás. ¿Cómo se llama tu amiga?... Alma... Alga. — Le corto para que no se extienda.
— ¿Alma?, querrás decir, porque Alish está en el hospital y Alba es la maldita, solo nos quedaría...
—Alma, si, la encontraré y le diré que si puede traerte una muda de ropa o...
—Toma, si quieres vas tú, estas son las llaves de mi habitación, es la 03, obvio solo si quieres. — Le explico con cautela, no quiero incomodarlo.
—No relájate, buscaré a Alma para que haga toda la vuelta por mí, lo haría con gusto, solo es que tengo una novia y es muy celosa. — Me explica brevemente con una sonrisa avergonzada, arqueo mis cejas sorprendida, no sabía que tenía novia era de esperarse, él es muy apuesto.
Toma mis llaves y otra vez revuelve mi cabello, frunzo mi entrecejo a lo que él saca su lengua y yo ruedo mis ojos. Me cruzo de brazos, en verdad me cayó, la lluvia y estoy un poco empapada.
Más aquí tienen aire acondicionado, me pega más el frío, quiero averiguar si Alish está internada aquí, me levanto y voy hacia la recepción, donde una chica de tez oscura, un poquito rellena está hojeando unos documentos, con teléfono entre su oído y hombro.
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El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...