Capítulo 20: Tu chico malo de confianza. III.
【Zion】
Estamos vestidos de gala con Zack, quedamos justo al frente de una mansión muy cálida para su primera impresión. Caminamos seguros, todo el mundo nos ama y desea.
Hoy fue prueba de ello.
Unos mamuts custodian la entrada, no me preocupo porque estamos invitados, nos acercamos y estos ponen sus manos y nos paran.
—Pero... ¿Por qué si estamos invitados? Pregunto extrañado, sin embargo, solo recibimos silencio de sus partes.
—No están invitados por qué el anfitrión de la fiesta dijo que no pasara ni el Señor Agreste ni el Señor Acker. — Ni se inmuta, ni hace un solo movimiento.
—Jay, ya dejaste que...—
Es Danilo quien habla con el mamut número 1, al vernos se sorprende y pronto nos mira con desagrado.
—Jay, Gracias por alejar a estos perdedores. — Nos saca la lengua insolentemente, resoplo y agarro a Zack del brazo y me lo llevo atrás de la mansión.
—Ahora esto es personal, vamos a entrar allí y vamos a formar un alboroto. — Le miro seriamente a Zack solo asiente, está tan molesto como yo.
A la mente se me viene una idea.
—Vamos por atrás. — Formulo, él solo frunce el ceño y me mira extrañado.
Solo tomo la iniciativa camino hasta atrás de la mansión, por suerte la puerta de atrás está abierta, nos escabullimos, pasamos por una linda y lujosa cocina. No hay nadie, solo seguimos caminando sigilosamente hasta dar con el salón principal.
Solo nos integramos a la multitud, pasa un mesero con copas de champagne tomo una y Zack imita la acción. Si Danilo está aquí posiblemente Paulette también lo esté, barro todo el salón con la mirada hasta que doy con los ojos de aquella mujer que me vuelve loco.
En verdad no soy fácil de ocultar, ya que creo que el único pelirrojo soy yo y eso me hace sentir superior.
Al verme derrama su bebida, veo como se excusa con su "Noviecito" y sus amigas.
No soy imbécil claro que me di cuenta de que tiene algo más que una amistad con el Danilo ese, no soy ciego.
«Solo que... No quiero parecer un acosador.».
«Opino que ya parezco a uno.».
«Nah... Me da igual.».
Espero pacientemente como ella pierde la vista de su Danilo para acercarse a mí. Con su precioso vestido rojo, que hace resaltar su piel blanca, con esos hermosos ojos verdes con rastros de marrón me inspeccionan de pies a cabeza lo que me enloquece.
Su vestido es ceñido al cuerpo que llega hasta un poco más arriba de sus rodillas, con un escote en V, sin tirantes.
Me toma del brazo, ni me inmuto en seguirla, se queda estática por mi reacción, solo voy por sus labios, la tomo de su mentón, poso mis labios sobre los suyos.
El saboreo, recordando cada sensación que extrañaba sentir, nuestros labios se sincronizan a la perfección, hago mío su labio inferior, el cual, paso mi lengua para tener más contacto de ella. Solo me muerde la lengua delicadamente. Clamo de dolor y un tanto de placer.
—¿Por qué me besaste? — Pregunta con la respiración agitada subiendo y bajando su caja torácica que ese vestido deja poco para la imaginación, me quedo mirando a su caja torácica.
—¡Hey!, mis ojos están acá. — Se señala los ojos, ladeo un poco la cabeza, sacando los pensamientos impuros que me han invadido.
—Porque yo hago lo que se me pegue la gana. — Le lanzo una mirada fascinante, la cual hace que se sonroje. Me carcajeo un poco al ver lo que causo en mi mujer.
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El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...