Capítulo 58: Solo te elijo a ti.

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Capítulo 58: Solo te elijo a ti.

【Paulette】

Termine antes todo el proyecto atrasado que tenía y ya estoy al día, en realidad le pedí a los profesores que me dieran tareas extra, así podía faltar algunas clases para estar más tiempo con Zion. Y aún más que ya está despierto.

Erín me espera fuera del campus, camino rápidamente mientras que me agarro una coleta de caballo y acomodo mi uniforme, me aseguro que todo esté en orden, camino aumentando más la velocidad.

Llego hasta su auto y veo que tiene unos lentes de sol, sonríe y un hombre de traje oscuro me abre la puerta, me siento atrás, el aire acondicionado golpea mi cara como si de una cachetada se tratase.

El olor de auto nuevo inunda mis fosas nasales, por ende me dan ganas de estornudar, oculto mi rostro en mi brazo y un sonido como de gato sale de mí.

—Ashi. —

Erín se ríe y pone en marcha el auto, me limpio ligeramente y miro hacia el frente donde me consigo con los ojos color miel de Erín.

—Vamos a la comisaría, te harán unas preguntas y listo. — Vuelve a fijar su mirada al frente, asiento de igual manera, toma un poco de tiempo llegar a la comisaría de Trondheim, sin embargo, creo que es mejor así.

Pasan largos minutos en el auto hasta que llegamos a un local que por el logo que está afuera se puede deducir fácilmente que es la comisaría.

El hombre que anteriormente me abrió la puerta, me la vuelve abrir, salgo como un manojo de nervios, mis manos tiemblan y siento que estoy sudando frío.

Erín pone su mano en mi hombro y me ayuda a clamarme, nos encaminamos hacia la puerta donde todo el trajín que tiene los policías y los que trabajan aquí tienen.

Nos confundimos un poco, pero gracias a Erín que tiene contactos aquí hace una pequeña llamada y un chico de tez oscura muy bien parecido nos lleva hasta una oficina casi vacía.

Exceptuando una mesa con dos sillas a cada lado, típica sala de interrogatorios, me adentro a esta y espero pacientemente a que alguien entre.

Un hombre viejo, sin embargo, con buen semblante, se sienta frente de mí y me mira como si yo fuera la criminal.

—Buenos días, señorita... (Busca entre los papeles mi nombre) ... Paulette Baudelaire, dígame todo lo que sabe con respecto al secuestro del señor Agreste. — Empieza a interrogarme con una voz de detective, ruedo mis ojos porque puede ser largo el asunto. De todas maneras, atrás de mí tengo un vidrío ahumado de color dorado oscuro que por el otro lado apuesto que nos pueden ver.

—Bien... Comienza algo así...— Comienzo explicar con lujo de detalle todo lo que sé acerca del secuestro de Zion, los planes maquiavélicos de Alba y Danilo, el amorío de estos dos, las amenazas que hicieron, todo lo que pasó en la azotea del edificio del salón de gala y como encontramos a Zion.

Mientras expongo toda la historia el señor no deja de asentir una y otra vez, en intervalos de tiempo me detengo unos segundos para recordar lo que pasó. Digo toda la verdad.

Al terminar el señor detective asiente una vez más y me invita a pasar fuera de la sala de interrogatorios, al salir Erín derrama algunas lágrimas y me abraza sin decir nada.

Acepto el abrazo y nos quedamos así por un buen tiempo.

—Gracias me dijeron que en el transcurso de unos días posiblemente atrape a los desgraciados. — Sonrió al saber las posibilidades, nos enfocamos en llegar al auto y lo pone en marcha.

—¿No necesitas ir a alguna otra parte?, porque vamos al hospital. — Inquiere, niego con la cabeza y saco una libreta de mi bolso y le muestro hojeándolo rápidamente.

El chico de la habitacion 04Donde viven las historias. Descúbrelo ahora