Capítulo 23: Yendo a visitarte a escondidas.
【Paulette】
—Según donde te den un beso significa algo distinto, por ejemplo, yo ahora te lo di en el párpado ese beso se llama "El Beso del Ángel", y si te bese allí es porque quiero protegerte siempre, no obstante, estar a tu lado como tu Ángel Guardián, darte consuelo y apoyo. — Apenada por mis acciones, siento como mis mejillas empiezas a calentarse y súbitamente bajo la mirada hasta que me envuelve en sus brazos fuertes.
—Tranquila, solo duerme conmigo. — Es lo último que llega a decir. Mientras que me transmite su calor pausadamente, siento que mis párpados se vuelven más pesados, mi cuerpo se relaja y me dejo llevar hasta que me quedo profundamente dormida, sintiéndome segura entre sus brazos.
***
Escucho a lo lejos una pequeña melodía que me recuerda a mi niñez, recuerdos que jamás cambiaría por nada hasta que la melodía se hace más fuerte sacándome de un espacio muy relajante el cual quisiera estar allí por unos minutos más.
Abro los ojos con molestia, gruño, me froto los ojos con los dedos índices de mis manos, tomando impulso me siento y pasa una ráfaga de aire frío haciendo que me erice la piel, me envuelvo en mis brazos, a los minutos me golpea fuertemente los recuerdos de anoche y con eso un fuerte dolor de cabeza.
Termino zafándome de la sabana y agarro el teléfono al verlo, mi madre me están llamando, contesto sin perder tiempo.
—Aló mamá buenos días. — le respondo apenas presiono el botón de llamada
— Buenos días mi pedacito de cielo. — se me escapa una sonrisa apenas escucho la de voz de mi mamá
—Agh, mamá, por favor deja de llamarme así. — es que me da pena que todavía crea que tengo cuatro años.
—¡Jamás!, mi pedacito de cielo... Mmm... te llamaba para algo. — resoplo porque no imagino para que será.
—¿Se puede saber? — es mi reacción automática para el cuestionamiento que se ha presentado con mi madre en esta llamada.
— No... (Carcajea dulcemente característico de ella, lo que me hace suspirar al recordar su sonrisa) ... Tendrás que venir y averiguarlo. — en que me va a meter mi madre que quiere que vaya a la casa.
— Espera... ¿Tengo que volver a Oslo? — quiero que mi mamá me diga que si es necesario que vuelva.
— Si... Tenemos que hablar. — esa respuesta no me la esperaba.
— Entiendo déjame arreglar las cosas aquí y voy para allá. — debo de volver a la fraternidad a recoger mis cosas para poder salir para allá.
— No te preocupes por lo administrativo, ya hablé con el decano de que faltarías por dos semanas me dijo que todo estaba bien. — eso imagino que no tendrá complicaciones en mi estadía dentro del campus.
—¿¡Dos semanas!? — porque será tanto tiempo, me voy a perder de muchas clases en ese momento.
—Sí, mi pedacito de cielo de todas maneras puedes venir entre hoy o mañana. — ruedo los ojos mentalmente porque no quiero volver en este preciso momento para mi casa.
— Mamá, no te preocupes mientras menos tarde en llegar más rápido volveré a la Universidad. — se lo dejo en claro porque no vaya a ser que quiera absorberme el tiempo.
— No creo que ese sea el caso, te espero con ansias pedacito de cielo. — al escuchar eso me lleno de dulzura porque si extraño a mi mamá.
Cuelga me deja con la palabra en la boca, frustrada, busco papel y lápiz y empiezo a escribirle una carta a Danilo...
ESTÁS LEYENDO
El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...