Capítulo 57: Vuelve a mí.
【Zion Agreste】
Se sientan dónde estaba y hablan de cosas triviales, ya me estoy frustrando, tal vez quién sabe no hablo con Paulette porque está mi mamá de por medio. Me siento firmemente y miro a mi mamá.
—Mamá me dejarías a solas con Paulette, ¿Por favor? Suelto con relativa calma. No voy a dejar que Paulette se vaya sin hablar conmigo. Las mujeres de la habitación se sorprenden porque no he dicho nada en un buen rato.
Mi mamá con una sonrisa pícara me mira, yo ruedo los ojos, asiente y se va.
Miro con intensidad a Paulette la cual está muy roja, lo que es muy tierno, me alegro que aun cause eso en ella si no fuera así estaría muy triste.
—Sé que quieres hablar conmigo de algo, lo sé por tus ojos, no me miran. — Confieso deduciendo lo que siente, quiero ayudarla en lo que puedo.
—Tienes razón quiero hacer muchas preguntas, pero antes...
Se levanta, observo que está llorando, abre sus brazos y me abraza, al hacerlo suspiro aliviado, cierro mis ojos con tan solo sentirla me hace sentir bien por eso no puedo permitir lo que quiere hacer mi madre
Se aleja y me mira con una pequeña sonrisa, no aguanto más he estado esperando por esto desde hace mucho tiempo, con mi mano la tomo del cuello y la acerco a mí y la beso.
Nuestros labios se encuentran una vez más haciendo que estalle en nosotros sentimientos que antes estaban enterrados, me siento tan feliz ahora que solo nos besamos, con cada caricia es como volver encontrar el paraíso.
Nos separamos y ella ríe, frunzo el ceño al no saber por qué.
—Estas llorando. — Me seca una lágrima que ha marcado un camino húmedo en mi mejilla. Sonrió al poder hacer todo esto con ella. Quisiera hacer más pero aún me estoy recuperando. Así que eso lo tendremos que posponer para más tarde.
—¿Qué querías decirme cuando estábamos en llamada, pero mi hermana corta? — Inquiere con neutralidad, desvió la mirada es algo que creo que ya sabe.
—Quería decirte que tenía un trato con Alba por la habitación que está al lado de la tuya. — Confieso con arrepentimiento en mis palabras. Ella me mira y se aparta un poco. Sé que me está dando distancia lo que no me pinta bien.
—Así que es cierto... ¿Por qué hiciste tal cosa? — Interroga con ligero enojo en sus palabras, la razón es más que obvia la tengo en frente de mí.
—Para estar cerca de ti. — Con cada palabra hay un peso de sinceridad enorme, le tomo el hombro y la jalo para que se acueste a mi lado. Sin decir nada lo hace, paso un brazo por sus hombros y la acerco a mi pecho. Haciendo que mí deseo se materialice.
—Danilo me dijo que le golpeaste... ¿Por qué? — Al decir el nombre de ese maldito, ruedo los ojos, ahora no quiero saber de él.
—Porque el día en que estaba loco por saber dónde estabas dijo, estando con sus amigos que eras una mujer fácil y me cabree completamente. Es por eso que me secuestro por venganza. — Ella me dirige la mirada con un gesto de confusión por lo que asiento. Parece entender y vuelve a su posición original.
—Yo jamás seré ni soy una fácil. — Recrimina enojada, yo frunzo mi ceño indignado.
—Eso te has encargado de dejármelo en claro, no ves que te he amado todo este tiempo, aunque me dejarás por él. — Concuerdo algo enojado, jamás le diría a Mi mujer que es fácil y menos si es una mujer tan interesante, jamás será una fácil, sencillamente es una mujer difícil de tener. Lo que me gusta, me gusta aceptar el reto.
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El chico de la habitacion 04
RomancePaulette Baudelaire. Chica normal, con una vida normal. Sin embargo, tiene una de las familias más poderosas en Noruega, la cual la motiva zafarse de la sombra de su apellido y crear su propio camino y reconocimiento. Sin importar quien se le ponga...