un orfanato de monstruos?

un día de excursión

Izuku y los niños no salían de la cabaña.

El sabía porque, pero aún así decidió que tenían que salir.

Después de debatir a donde debería llevarlos, decidió hacerlo por sorteo.

- Niños, a donde les gustaría ir?

Los niños estaban nerviosos, pero había opciones muy tentadoras: un parque de atracciones, un zoológico...
La mayoría no había ido a ninguno de estos sitios, la tentación estaba siendo muy fuerte...
Al final decidieron ir al zoo.

Mandalay aprovecho y le pidió que se llevará a Kota con el.

Izuku no tuvo problema con ello, y salieron a coger el autobús, pues Izuku no tenía carnet

Claro que Pucu se puso una máscara y un abrigo, no quería que se le quedarán mirando.
La poca gente que había en el vehículo se sorprendió tanto de que subieran 16 niños como el raro aspecto de algunos de ellos.

Mientras Izuku contestaba las preguntas de los niños e ignoraba deliberadamente las miradas de la gente, llegaron a las taquillas.

- Hola, quince entradas infantiles y una juvenil, por favor.

El de las taquillas se sorprendió de la cantidad de entradas como la hora, pero luego de ver a los niños y de que Izuku pagará ( la señora Mandalay le dió bastante dinero) entraron.

Recorrieron el zoo, a los niños les encantaba ver a los animales. Cuando Yuridia vio al jabalí dijo - que bonito jalabi .-

Kiuna suplico comprar cacahuetes para darle a los elefantes.

Los niños miraban a Pucu cuando un camaleón se comió un bicho.

A todos les encantó el espectáculo de delfines.
Muchos se emocionaron al ver a un tigre albino, sobre todo Almanza, aún cuando solo pudo escuchar lo que decían los demás niños -

Todo estaba yendo bien.
Acabaron comiendo en el zoológico.
Sandwiches y zumo.
El grupo notó las miradas de la gente cuando Pucu,Raiza y Hiro se pusieron a comer, pero hicieron lo posible por ignorarlo.

Después, fueron a ver a las serpientes,
a los murciélagos ( aprendieron mucho y empezaron a hablar de lo que es el sonar, que los murciélagos menstruan y acabaron hablando de Batman. No sabía como) y a las aves.

Estos últimos tenían un plumaje precioso, y Kiuna se divirtió con los papagallos y su tendencia a repetir lo que decían, como los loros.

Los niños se lo pasaron en grande, e Izuku estaba feliz de verlos contentos.
Fue un buen día.