Comienza la batalla

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Los 4 adolescentes notaron al pequeño actuar cada vez más agresivo, y de repente, se abalanzó sobre el héroe más cercano a él en ese momento, Kirishima.

El pudo endurecerse a tiempo, pero el niño no le daba tregua, mordía y golpeaba con sus tentáculos.

Setsuna trató de quitarlo de encima del pelirrojo pero entonces el pequeño mordió su mano.

Y para consternación de los allí presentes, se la empezó a comer.










- QUE DICES?-

- Lo que habéis oído, ese asqueroso rubio pelopincho le está dando una paliza a él y a Obol -

Los niños estaban impactados.

Kaiyo no pudo evitar acordarse de como se conocieron.

Muchos de los otros niños no entendían que tenía de malo ser peculiar.

Habían creído que simplemente la gente te tendría lastima o , como la abuela Inko, serían sobre protectores.

Lo cierto era que la mayoría no sabía que su cuidador también soportaba aquello.

Claro,el parecía comprender sus miedos, pero eso no quitaba que fuera una desagradable sorpresa.

Después de el shock, llegó la ira.

Más aún cuando se enteraron que el agresor era un "héroe".











El cuarteto de héroes había conseguido tranquilizar al pequeño, principalmente gracias a Setsuna.

La chica le  había dado el resto de su brazo y una pierna.

Por suerte, luego de eso el chico volvió en sí.

Se disculpó una y mil veces por ello, en verdad estaba arrepentido, aún cuando la peliverde le mostró que sus extremidades se regeneraban.

Luego de ello, Setsuna fue a descansar y recuperar energía , mientras los demás seguían con la búsqueda.

O ese era el plan, porque a la lejanía vieron como de la nada una especie de selva empezaba a engullir parte de la ciudad.








Varios de los héroes corrían lo más rápido que podían en dirección a Bakugo.

Sabían que el chico era difícil de tratar, era enojón y siempre quería hacerlo todo solo.

Pero eso era una cosa, y otra cosa es apalizar a un civil solo por haberte gritado.

Y digamos que los gritos que soltó el rubio y que todo el profesorado escuchó no resultaron para nada tranquilizadores.

En especial cuando vieron que en la zona donde antes estaba el rubio se empezó a desatar una batalla campal.






Bakugo se defendió como pudo de los ataques de los mocosos.

Raiza y Yuri (ahora con su personalidad de reina polar) trataban de inmovilizarlo como pudieron, además de lanzarle plantas venenosas y llenar el suelo con carámbanos de hielo extremadamente afilados.

Mientras, Almanza trataba de crear algún tipo de ilusión, pero como no conocía bien a ese tipo decidió quedarse junto con Ayano y muchos de los pequeños, que rodeaban a Izuku, preguntando si estaba bien, pasandole su botiquín.....

Y Kaiyo...

Bueno, fue a dar aviso.

Debía avisar al resto de los niños dispersos por la ciudad.

Más que nada porque Kiuna también fue a dar aviso, pero estaba furioso y fácilmente convencería a los otros niños de ir todos juntos a lincharlo.

Y ella.... Simplemente no quería que nadie se metiera en líos.

Ah, y que el rubio en verdad hiciera daño a alguno de ellos. No era estúpida, sabía que no durarían mucho aún siendo ellos un montón y parecía que el adolescente explosivo literalmente los apalizaria vivos a todos.

No iba a dejar que hicieran una estupidez.

Ya planearían alguna forma de joder al otro que no los pusiera en riesgo.

un orfanato de monstruos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora