Los hermanos Kiuzorr

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A Izuku le había llamado una de las  familia para cuidar de sus hijos.
Le habían contratado para volver a cuidar de sus hijos de 9, 7 y 4 años.

Izuku había enseñado bien a su hijo Kiuna, que tenía problemas para aprender.
Además, debido a su peculiaridad, que le permitía sacar su animal espiritual, e Izuku dedujo que era una especie de segunda personalidad, la cual desconfiaba de la mayoría de la gente y se mostraba agresivo,pero Izuku se había ganado su confianza.
Con eso, los padres  habían acordado que cuidaría a los niños en su casa por un fin de semana, y que al final de esta le pagarían bien.

Primero salió Kiuna, pues era muy inquieto.

Luego,la hija mayor, Almanza, que era albina, no por su peculiaridad, sino por la genética, y quedaba ciega de día.
Traía gafas de sol especiales y un bastón cuando salía fuera de día, como ahora ,  y por último, salio la pequeña Yuridia.

Ambas hermanas tenían la misma peculiaridad, la cual les daba las orejas y la cola de un zorro, además de poder crear ilusiones.

- Hola Izuku
- Hola, chicos, que tal?
- Como siempre - contesto Kiuna.
- Bueno, vamos dentro.
- Si, vamos vamos.

Izuku con cuidado ayudó a Almanza a volver a la puerta.

Almanza era tuerta, le costaba andar y casi no podía hablar.

Los niños decían que estuvo fuera un tiempo, y cuando volvió, estaba así.

Y cuando pregunto más, los niños no supieron que decir.


El fin de semana pasó volando,y después de este, los padres ni llamaron.
Ruto, el animal espiritual de Kiuna, estaba cada vez más feliz, canturreando y diciendo que se habían ido.
Los niños parecían indiferentes en cuanto a que sus padres no volvían, e Izuku supo que ya no volverían.
De todas formas, fue a la comisaría a notificarlo.
Abrieron una investigación, que no dió más resultado que el que los padres habían abandonado a sus hijos.
Pero eso no fue lo peor, NO.

Después de ir a un chequeo médico, se encontró con que Almanza tenía signos de maltrato, y todos los hermanos habían sufrido de negligencia y abuso psicólogico.
Parecía que los habían abandonado porque el hospital donde ingresó Almanza encontró cosas 'sospechosas',  como que los niños no iban al médico o estaban algo desnutridos .

Al final, los niños fueron puestos bajo custodia de Izuku.
El cual aún vivía en casa de su madre, y ahora tendría otras 3 bocas que alimentar.

Sin contar las múltiples operaciones y tratamientos que necesitaba Almanza, pues padecía secuelas del abuso físico.

un orfanato de monstruos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora