Moon Knight III

TID (parte 2)

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No sé si me faltó alguien por etiquetar, pero de ser así les pido disculpas 💖

Los siguientes días que pasaron, Steven estuvo deprimido. Sabía que debía darte tiempo, pero de todas formas una parte de él le decía que lo ibas a dejar de todas formas si es que ya no lo habías hecho.

Mientras que Marc y Jake habían decidido darle su espacio y entrometerse lo menos posible porque sabían que no era el momento.

—————

Steven estaba en su departamento por la noche ya preparándose para ir a dormir con su pijama puesto, poniéndole todos los seguros a la puerta cuando alguien golpeó desde fuera.

Frunció el ceño confundido por quien podría haber ido a esa hora, así que quitó los seguros nuevamente para abrir.

Al momento en que la puerta se abrió, te abalanzaste sobre él y los abrazaste con fuerza, sorprendiéndolo al instante.

–Querida tu—. Ni si quiera alcanzó a terminar o abrazarte de vuelta cuando te alejaste.

–Lo siento, perdón mojé tu pijama. Es que afuera está lloviendo mucho y perdí el autobús y no habían más taxis cuando salí del trabajo pero necesitaba venir a verte.–Le explicaste algo agitada mientras él te veía asombrado.–Sé que tal vez lo mejor hubiese sido llamar antes y avisarte que venía pero la verdad surgió de pronto, siendo honesta ni si quiera me di cuanta que había caminado hasta acá cuando llegué a la puerta y—

–Tú volviste...–Dijo sin poder apartar la vista de ti ni tampoco importándole mucho su pijama que ahora estaba empapado.

–Y-yo... si... si la verdad es que estuve pensando toda la semana en lo que pasó, lo que hablamos y todo eso.–Le explicaste aún estando fuera en el pasillo.–¿T-te importa si hablamos dentro?

–¡Oh claro! Lo siento, ven pasa.–Te dijo haciéndose a un lado para luego cerrar y guiarte al baño.–Te traeré ropa limpia que dejaste aquí y luego podemos—

–No quiero dejarte, Steven.–Le dijiste volteándote para verle a la cara, provocando que te quedara viendo con un brillo en sus ojos.–Sí es verdad que lo que pasó la semana pasada me sorprendió mucho, y la verdad es algo... p-pero eso no importa.

Steven yo te amo, ¿si? Y-y no quiero que lo nuestro se termine. Y si para estar contigo tengo que conocer a Marc y Jake, entonces lo voy a hacer. Porque si te soy sincera he pensado mucho y quiero conocerlos a los dos. Pero Steven yo no me quiero alejar de ti, quiero seguir contigo, quiero estar contigo.–Le dijiste hablando rápido y viéndole a los ojos.

–¿Osea que la dama sigue con nosotros?–Preguntó Jake desde el espacio mental.

–Primero que todo, no sigue "con nosotros", sigue con Steven porque no es ni tu novia ni mía. Y segundo, cierra la boca y dales privacidad.–Se dijeron por el espacio mental, pero Steven realmente no los escuchaba, viéndote boquiabierto y procesando lo que había escuchado.

–¿S-steven...? ¿Dije algo mal? Oh no... tal vez tu quieres terminar conmigo y yo no dejo de hablar, o tal vez Marc y Jake no me quieren en sus vidas... y-yo lo entiendo, de verdad que sí, yo—. Otra vez comenzaste a hablar con rapidez mientras el pánico crecía en tu interior, antes de que Steven te interrumpiera dándote un fuerte abrazo.

–Te extrañé muchísimo...–Susurró en tu cuello con lágrimas en los ojos.–No sabes lo feliz que me hace saber que no te fuiste...

–Por supuesto que no me fui... jamás podría dejarte, no importa el qué.–Le aseguraste abrazándolo de vuelta.

Steven se alejó para verte a la cara y dejar besos por todo tu rostro, haciéndote reír.

–Durante todos estos días creí que te había espantado, o que tal vez ya no querías estar conmigo. Tenía miedo de no volver a verte más...–Te dijo tomando tus manos en las suyas.

–Lo sé, y lo siento. No me di cuenta cuántos días habían pasado, pero estoy aquí. Estoy aquí y no me voy a ir, eso te lo aseguro.–Le dijiste con una sonrisa acariciando sus mejillas, para luego besar sus labios mientras Steven te abrazaba por la cintura, sintiendo como todas sus preocupaciones se evaporaban con ese beso.

Una vez se separaron, te ofreció una tierna sonrisa y dejó otro rápido beso en tu boca.

–Mejor ve a cambiarte de ropa antes de que agarres un resfriado, ¿si? Voy a prepararte un té caliente mientras y te voy a traer tu ropa.–Te dijo con suavidad guiándote dentro del baño.

Antes de que se fuera dejaste otro rápido en su boca haciéndole reír avergonzado, y luego cerraste la puerta dejandole fuera con una gran sonrisa en el rostro.