Moon Knight III

Eres todo lo que yo quiero (MARC)

Prólogo: Marc te ayuda a practicar para cuando vayas a besar a la persona que te gusta después de confesar tus sentimientos.

-snxwgirl

Marc sabía, y sentía que lo que estaba haciendo estaba mal.

Que besarte sabiendo que ibas a confesarte a otra persona, a pesar de que dijiste sería solo para practicar, estaba MUY mal.

Hacía mucho tiempo que sentía cosas por ti, solo que no sabía cómo decírtelo, cómo hacerte saber cuánto te amaba, además de que no se sentía merecedor de alguien como tú.

No se sentía merecedor de ti.

Es por eso que prefirió quedarse en silencio por tanto tiempo.

Sin embargo aquel día llegaste diciéndole que ibas a confesarle tus sentimientos a quien te gustaba, pero no sabías cómo hacerlo. Y oír eso le hizo sentir como su corazón se apretaba en su pecho, y pronto se le dificultó respirar.

Pero a pesar de sentirse horriblemente mal, decidió dejar esos pensamientos y sentimientos a un lado y luego ocuparse de ellos para prestarte atención a ti en ese momento.

Y a pesar de saber que estaba mal, de alguna manera se ofreció para ayudarte a practicar para cuando besaras a quien te gustaba.

Sabía que estaba mal, sin embargo no pudo resistirse, no cuando tus labios se sentían tan suaves contra los suyos, y llevabas puesto un brillo con sabor a (lo que tu quieras), el cual siempre había querido probar en tus labios.

–¿Si lo estoy haciendo bien?–Le preguntaste cuando se alejaron respirando agitados, ambos sentados en el sillón del departamento de los chicos.

–Sí... lo estás haciendo bien.–Rió ligeramente acariciando tú mejilla antes de apartar su mano de ella.–Creo que ya estás lista.

Llevaban más o menos así cerca de quince minutos, mientras Marc internamente se odiaba a sí mismo más de lo común por hacer esto.

Se sentía mal por aprovecharse de la situación a pesar de negarlo, sin embargo eso es lo que estaba haciendo. Y a pesar de que eso lo convertía en el peor mejor amigo que podía existir, quería más y más porque la verdad es que no podía cansarse de ti.

Por eso también bloqueó a los otros dos porque Steven no dejaba de regañarlo, y Jake solo hacía comentarios al respecto y se reía de él.

–¿Estás seguro? No quiero ir y hacer el ridículo por tu culpa, Marc Spector.–Le dijiste apuntándole con el dedo índice y con expresión seria.

–Estoy seguro, te va a ir bien. Solo que sería bueno que no menciones esto... que estuviste practicando conmigo.–Te dijo riendo ligeramente con las mejillas sonrojadas, bajando la vista a sus manos para ocultar su rostro.

–Tranquilo, será nuestro secreto.–Le guiñaste un ojo dejando tu mano en su rodilla.

–Okey...–Rió mientras te ponías de pie.–¿Ya te vas?

–Sip, no quiero que se me olvide nada de tus clases. Y gracias, por cierto. Gracias por tus lecciones de como besar.–Reíste tomando tú bolsa.

–Cuando quieras.–Respondió con una sonrisa siguiéndote a la puerta para abrirla mientras te veía con cierta tristeza, tratando de ocultarla tras su sonrisa.

–Cuídate, nos vemos pronto.–Te despediste dándole un rápido abrazo antes de salir.

Marc soltó un pesado suspiro pasando su mano por su cabello haciendo sus rizos hacia atrás y luego por su rostro, dejando su espalda apoyada en la puerta.

–¿Qué diablos acabo de hacer?–Se preguntó a sí mismo con ambas manos cubriendo desde su boca hasta su nariz, dejando solo sus ojos fuera.

En ese momento llamaron a la puerta, y Marc frunció el ceño volviendo a abrir.

–¿T/N? ¿Qué haces aquí? ¿Se te quedó algo?–Te preguntó confundido.

–No, vengo a ver a la persona que me gusta.–Le dijiste con una sonrisa.

–¿Tú qué?–Preguntó confundido, viéndote con una expresión acorde a su tono de voz.

–Lo que escuchaste. Te había dicho que iría a confesar mis sentimientos y bla bla bla, y aquí estoy.–Le dijiste con una gran sonrisa.

–¿Q-qué? ¿De qué estás—

–Ay dios Marc, eres muy lindo pero a veces eres muy lento.–Rodaste los ojos tomando su rostro con ambas manos, y estrellaste tus labios con los suyos.

Marc soltó un sonido de sorpresa con el ceño fruncido, y antes de poder devolverte el beso, te alejaste sin apartar tus manos de sus mejillas mientras él aún trataba de procesar lo que acababa de pasar.

–¿E-entonces soy... s-soy yo? ¿Te ayudé a practicar para que me pudieras besar a mi?–Te preguntó confundido.

–Sí...–Reíste ligeramente.

–¡Dios mujer! ¡¿Por qué me haces una cosa así?!–Te preguntó alejándose un poco pasando ambas manos por su rostro mientras reías cerrando la puerta tras de ti.–¡Creí que era otra persona!

–¿Para qué querría otra persona cuando te tengo a ti? Tu eres todo lo que yo quiero.–Le dijiste con una sonrisa acercándote a él para dejar tus manos en su cintura.

Marc soltó un suspiro, y una sonrisa se formó en su rostro mientras sus manos iban a tus mejillas y se acercaba para besarte nuevamente con mucha suavidad y ternura.

–Tú también eres lo que yo quiero.–Te dijo con una sonrisa, y pudiste ver sus ojos ligeramente cristalizados mientras juntaba su frente con la tuya.