Moon Knight III

Su forma de vestir (Moon boys x hija)

Prólogo: Los chicos deben ir a hablar con la directora de tu escuela.

JFSY09
Advertencia: Bullying, menciones de sangre.

Cuando Marc llegó, estabas sentada en una silla frente al escritorio de la directora y ella del otro lado, con un papel dentro de tu nariz en el orificio derecho para detener la sangre.

–Ah, que gusto me da que finamente haya llegado, Señor Spector.–Le saludó la directora poniéndose de pie y extendiendo su mano hacia él.

–¿Qué fue lo que pasó?–Preguntó confundido sentándose junto a ti viendo entre la mujer ante él y tu, aunque no podía notar el papel con sangre en tu nariz muy bien ya que tenías puesta la capucha de tu sudadera puesta y te cubría el rostro.

–Bueno lo que pasa, Señor Spector, es que su hija inició una pelea. Envió a dos de sus compañeras de clase al hospital con heridas en el rostro, no extremadamente graves pero sí necesitarán de tratamiento especializado como suturas.–Le explicó seriamente, e incluso con indiferencia.

–¿Mi hija inició una pelea?–Preguntó feunciendo el ceño confundido y de brazos cruzados.

–Marc es mejor que hables con T/N a solas, ella jamás iniciaría una pelea porque sí, y yo quiero saber la versión de mi hija primero.–Le dijo con seriedad y con un tono de voz que solo empleaba cuando te regañaba, lo cual ocurría muy poco, o cuando tenía que defenderte.

–Steven activó el "modo papá oso protector", pero ya enserio, dile a la vieja con maquillaje de payaso que salga que queremos hablar con nuestra hija. Mira que no habría usado los movimientos de pelea que le enseñé si no hubiese sido necesario.

–Así es, Señor Spector. Su hija inició una pelea, ¿no tiene nada para decir? ¿No va a decirle nada?

–¿Podría dejarme a solas con ella por unos momentos?

–Bien... pero solo unos minutos.–Dijo ella de mala gana poniéndose de pie y dirigiéndose a la puerta.

Mientras tanto, tu te habías mantenido en silencio y jugando de forma brusca con tus manos, enterrando tus uñas y rompiendo la piel alrededor de éstas hasta sangrar.

Marc dirigió su mirada hacia ti y soltó un suspiro, buscando en el bolso de Steven una bandita adhesiva antes de tomar tú mano con delicadeza y envolverla alrededor de tu dedo, no sin antes habiendo limpiado con un pañuelo de papel del mismo bolso.

–¿Quieres hablar de lo que pasó?–Te preguntó con suavidad pegando la bandita con cuidado.

Tu solo te quedaste en silencio observando sus movimientos, y Marc dejó tu mano en su regazo viéndote atento.

–¿Te gustaría tal vez hablar con tu papá Steven? ¿O tal vez con tu papá Jake?

Nuevamente no recibió respuesta, así que solo sonrió a pesar de que no podías verle y le cedió el cuerpo a Steven.

–Hija... mírame.–Te dijo con suavidad pero a la vez con un tono de voz demandante, posando su mano bajo tu barbilla para que levantaras el rostro y finalmente verte.

Tenías un gran rasguño en la mejilla que por poco llega a tu ojo, el pañuelo aún en tu nariz y manchado con un poco de sangre.

–¡¿QUIÉN VERGAS LE HIZO ESTO A MI MINI DAMA?! QUIERO NOMBRES, STEVEN GRANT. DILE QUE ME DÉ NOMBRES, EDADES, Y YO ME ENCARGO DE LAS DIRECCIONES.

–Jake cálmate, respira. Lo que menos necesita ahora es tu intensividad y sobreprotección.

–¿Por qué no me dices lo que pasó realmente?–Te preguntó con suavidad, y tú negaste con la cabeza bajando la vista hacia donde estabas jugando con su mano en tú regazo.–Corazón, necesito que me digas qué fue lo que pasó. Te conocemos, y sabemos que no iniciaste una pelea solo porque estabas aburrida, y ciertamente no creeremos nada de lo que la directora diga porque ella no sabe lo que pasaba por tu mente en ese momento.

La voz de Steven era tan suave y tranquilizadora.

Te hacía recordar a esos momentos de tu niñez donde rompías algo por accidente, hacías algo mal, o simplemente te equivocabas, y él se te acercaba con una sonrisa y te hablaba con esa dulzura y suavidad, haciéndote ver que estaba bien equivocarse, que un error lo cometía cualquiera, o que tuvieras más cuidado para la próxima.

Esa suavidad y esa dulzura provocaron que se te llenaran los ojos de lágrimas, y le abrazaras con fuerza mientras empezabas a sollozar en su pecho.

–Ya... ya... aquí estoy mi linda niña, nada malo te va a pasar si estoy aquí...–Susurró acariciando tú cabeza y dejando besos en ella.

Ambos se quedaron así por unos minutos, hasta que estuviste más calmada y te alejaste un poco para limpiar las lágrimas con tus manos.

Steven sacó un pañuelo de papel de su bolso y limpió tus mejillas, para luego besar tu frente.

–¿Te sientes mejor?–Te preguntó con suavidad, a lo que tu respondiste asintiendo con la cabeza.–¿Quieres hablar de lo que pasó?

–Esas... e-esas chicas llevaban molestándome desde hace mucho. Decían cosas de mi cabello, mi ropa, y-y en general siempre encontraban alguna forma de molestarme.

E-entonces hoy cuando... c-cuando estábamos en clase de artes ellas destrozaron mi maqueta, l-la que papá Jake me ayudó a hacer... y... y ya no me pude aguantar...–Le explicaste mientras pequeñas lágrimas corrían por tus mejillas.

Steven soltó un suspiro y te volvió a abrazar, acariciando tú cabeza y dejando besos en ella.

–¡¿Oye pero qué se creen éstas pinches mocosas caras de verga?! ¡¿Cómo se atreven a desarmar la maqueta que pasamos haciendo todo el puto fin de semana y por la que me quemé todos los dedos?! ¡Y más importante! ¡¿CÓMO SE ATREVEN A MOLESTAR A MI MINI DAMA?! ¡¿QUÉ ACASO QUIEREN QUE LES TOQUE PERDER?!

–Enserio, ¿cómo pueden haber niñas tan malas? ¡¿Qué les importa lo que use, o lo que no use?!

–Tranquila mi vida... te prometo que me voy a asegurar de que ya no te molesten más. Y vamos a hablar con la directora para solucionar esto de una vez por todas, ¿okey?–Te dijo con suavidad, tomando tú rostro con ambas manos.

Tu solo asentiste y Steven besó tu frente antes de volver a abrazarte una vez más, mientras tú hacías lo mismo de vuelta y le apretabas con fuerza, sin querer dejarlo ir.