STEVEN GRANT

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Steven es el tipo de novio que te despierta cuando tienes pesadillas, y te ayuda a dormir mientras te cuida cuando tienes miedo.
Marianito161
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Steven estaba en su escritorio leyendo un libro con sus anteojos puestos en la punta de su nariz, sus rizos cayendo por su frente y con su marcador delineando algunas cosas mientras que anotaba otras en su libreta.

Tomó la taza de té y la llevó a sus labios, pero antes de poder beber, te escuchó soltar un pequeño sollozo.

Pasaste toda tu infancia y gran parte de tu adultez en el Red Room, hasta que finalmente escapaste cinco años atrás y conseguiste trabajo en la tienda de regalos junto a Steven.

Ambos tardaron tres años enteros en finalmente ir a una cita, y de ahí las cosas solo fueron mejorando.

Conociste a los otros dos e iniciaron una relación, meses después te fuiste a vivir con ellos.

Y a pesar de que tu pasado había quedado atrás, aún habían algunas noches en las que te despertabas con un sudor frío y lágrimas en tus mejillas, mientras que alguno de los tres intentaba calmarte.

Steven se apresuró en ponerse de pie y correr a tu lado, tirando sus anteojos en el escritorio dejando la luz apagada.

–Querida, hey... despierta.–Te dijo con suavidad, sacudiéndote con cuidado.

Diste un pequeño salto abriendo los ojos, y te sentaste en la cama viendo a tu alrededor confundida y con lágrimas en las mejillas, hasta que viste a Steven sentado frente a ti en el borde de la cama.

–Tranquila, aquí estoy. Soy tu Steven con V, guía del museo de Londres, ¿si recuerdas?–Te dijo con suavidad y viéndote afligido.

Tu solo asentiste bajando la vista y pasando una mano por tú rostro, mientras Steven sujetaba la otra tuya con las suyas propias cerca de su corazón.

–¿Estás bien? ¿Quieres hablar?–Te preguntó acariciando tú mano, a lo que tu solo respondiste negando con la cabeza y jugando con su mano en tú regazo.–Okey... amm... ¿Quieres un té? Tal vez podría ayudar a relajarte.

–¿Podrías... p-puedes... te quedarías conmigo?–Le preguntaste en voz baja, levantando la vista hacia él para verle a los ojos con lágrimas deslizándose por tus mejillas.

–Por supuesto que si, querida. No tienes que preguntar.–Te dijo con una sonrisa subiéndose a la cama para acomodarse en tu lado y así taparse con las frazadas.

Te recostaste en la cama y te acercaste a él para abrazarlo con fuerza y escondiendo tu rostro en su pecho.

–Perdón... perdóname por hacerte pasar por esto y ser una molestia para ustedes...–Le susurraste con voz temblorosa.

–Oh no, querida. No pidas perdón, no hay nada que perdonar. Marc, Jake y yo estamos felices de poder serte de ayuda y de que nos necesites. Te amamos muchísimo como para pensar que serías una molestia.–Te aseguró con una sonrisa dejando un beso en tu cabeza.

Tu no dijiste nada y tragaste el nudo en tu garganta, acurrucándote aún más hacia él.

Y a pesar de que no dijeras nada, Steven entendía que esto significaba mucho para ti y que los amabas con todo tu corazón, lo cual le llenaba de alegría el suyo.

Moon Knight IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora