Moon Knight III

078

"Lo que vi en ti, no lo viste ni tu" T/N~

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Era uno de esos días en los que Marc no se sentía bien consigo mismo, de hecho, era de esos días en los que se odiaba a sí mismo mucho más de lo que hacía normalmente.

Lo pudiste notar desde el momento en que despertaron, cuando a penas te saludó y se levantó para mantenerse alejado de ti el máximo tiempo posible y así no arrastrarte a ese lugar oscuro en que estaba aquel día.

Sin embargo durante el día lograste que se sentara contigo en el sillón de la sala de estar. Tu junto al apoyabrazo y Marc a tu lado, su cabeza en tu regazo y el resto de su cuerpo a lo largo del sillón.

Estabas acariciando su cabeza donde tenía sus rizos desordenados, mientras pasabas tu mano y los quitabas de su rostro, y Marc tenía una mano en tú rodilla.

–¿Por qué estás conmigo?–Te preguntó viendo hacia el suelo frente a él al estar de lado.

–Porque te amo, a los tres los amo con todo mi corazón.–Le dijiste con una sonrisa sin detener tus caricias en su cabeza y espalda.

–Sí... ¿pero por qué? ¿Qué hay de especial en mi?–Te preguntó sin moverse de su posición.

Sabías que te preguntaba específicamente por él porque Marc siempre pensaba que Steven y Jake eran mejores que sí mismo.

Steven sabía de Egipto, historia, hablaba francés, podía pasar horas hablándote, o podía pasar horas escuchándote. Tenía esa mirada especial y era muy delicado y cuidadoso, jamás ocultaba sus emociones y era un libro abierto para ti.

Jake tenía ese encanto y coqueteo que iban con su personalidad, y que jamás fallaban en hacerte sonrojar, te llevaba a bailar y te hacía reír hasta que tu estómago y mejillas dolían, te cantaba y daba serenatas con su guitarra, y cocinaba para ti comidas especiales.

Mientras que Marc creía que no hacía nada.

Que no valía nada.

Que no importaba.

Que no era suficiente.

–Marc... "Lo que vi en ti, no lo viste ni tu". Lo que veo en ti, lo que me enamora y me atrae de ti jamás podrás verlo, jamás podrías entenderlo porque no te ves de la manera en que yo lo hago.–Le dijiste con una sonrisa, acariciando su cabeza, mientras él no se atrevía a moverse.–Los tres son especiales para mí, y los amo.

Te amo, Marc Spector. Amo todo de ti. No importa las veces que quieras mantenerme alejada de ti, no importa que trates de fingir que estás bien porque no quieres darme problemas, no importa cuántos días amanezcas pensando que no te mereces ser amado, nada de eso importa porque yo siempre voy a estar aquí para recordarte que eres amado, y que te necesito en mi vida.–Le hablaste con voz suave y sin dejar de acariciar su cabeza y espalda.

Marc no dijo nada, sin embargo al sentir una pequeña gota cálida en tu rodilla descubierta, supiste que tus palabras realmente habían llegado a su corazón, a pesar de que no se atreviera a decir nada por miedo a que descubrieras su voz temblorosa, y de que había comenzado a llorar.