Viaje en helicóptero (parte 2)*

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lockbnes_lM
DowBaStan
-snxwgirl
Advertencia: fingering, masturbación, sexo vaginal sin protección (usen globito por favor gente), elogios, dirty talking(?), apodos.

Ya había pasado más o menos un año desde que Santi les había ayudado a escapar a tus hermanos y a ti.

Llevabas bolsas en ambas de tus manos mientras caminabas por la calle, y llegaste a tu casa donde abriste la puerta y entraste caminando hacia la cocina.

Dejaste las bolsas sobre el mesón, y sentiste que había alguien detrás tuyo. Así que tomaste con cuidado un cuchillo que había sobre la encimera, y te volteaste lista para atacar al intruso, pero éste te tomó de la muñeca.

–Hey... tranquila, preciosa. Soy yo, relájate.–Te dijo Santi con una sonrisa, tomando el cuchillo para dejarlo a un lado.

–Oh dios estás vivo...–Dijiste abalanzándote para abrazarlo con fuerza, y él devolvió el gesto escondiendo su rostro en tu cuello.

–Te dije que te iba a encontrar.–Te susurró al oído.

Te alejaste dejando ambas manos en sus mejillas y le besaste con pasión, envolviendo tus brazos en su cuello para pegarlo aún más a ti, y Santi hizo lo mismo en tu cintura.

–Esperé un año entero por esto.–Dijo en tu boca bajando una mano a tu trasero para apretarlo con fuerza, haciéndote gemir en su boca.

Trató de tomarte en sus brazos, pero soltó un quejido de dolor lo cual te hizo reír ligeramente.

–Cálmate un poco, no me voy a ir a ninguna parte. Debes tener cuidado con tus rodillas.–Reíste ligeramente tomándole de ambas manos con su boca pegada a la tuya, mientras retrocedías por el pasillo de la casa hasta tu habitación.

–Juro que si no tuviera éstas malditas rodillas te cogería contra—. Te iba diciendo hasta que le interrumpiste empujándolo en la cama para que cayera de espaldas en ella.

–Lo sé, pero hay que trabajar con lo que tenemos.–Le dijiste con una sonrisa quitando tu playera y pantalones, mientras él te veía con una sonrisa.

Mientras quitabas tu brasier, Santiago se apresuró en quitar su ropa y lanzarla a cualquier otro lado de la habitación, hasta quedar desnudo y acomodándose contra las almohadas.

Te tomó de las caderas ya desnuda frente a él y te sentó en su regazo, sentándose él en la cama y volvió a besarte con desesperación, deslizando su mano entre sus cuerpos hasta llegar a tu parte baja.

–Mierda... llevo soñando con esto desde hace mucho tiempo.–Gruñó dejando besos por tu cuello, metiendo dos dedos en ti.–¿Te tocabas pensando en mi, mi amor?

–Todas las putas noches. No podía dejar de pensar en ti.–Gemiste en su oído tomando su erecto miembro en tu mano para comenzar a masajearlo.

–Verga... necesito estar dentro tuyo.–Te dijo levantándose con ambas manos por tus caderas mientras sujetabas su miembro.

Santi te embistió de una sola vez haciéndote soltar un fuerte gemido, arqueando la espalda y dejando caer la cabeza hacia atrás.

Aún dentro tuyo les hizo darse vuelta para quedar encima de ti en la cama, dejando tus piernas sobre sus hombros, y apoyado ambas de sus manos a cada lado de tu cabeza.

Comenzó a moverse dentro y fuera de ti con fuerza al no sentir la molestia en sus rodillas por estar en la cama.

Sus pieles comenzaron a sonar con fuerza y la cama empezó a rechinar mientras se golpeaba con fuerza contra la pared.

Tomaste su rostro con ambas manos para acercarlo y besarle con desesperación, pasando tu lengua por su boca mientras sentías su miembro retorcerse dentro de ti.

–Preciosa ya estoy cerca... necesito que te corras para... p-para... ¡mierda!–Exclamó sin poder formar una frase coherente sintiendo tus paredes apretarle.

–M-mierda Santi...–Gemiste arqueando la espalda mientras tus piernas temblaban y él las bajaba para dejarlas alrededor de su cintura.

Ya sin contenerte más te corriste a su alrededor mientras él te seguía embistiendo.

Santi salió de dentro tuyo y tomó su miembro con su mano y comenzó a moverla con rapidez y desesperación, hasta que se corrió en tu abdomen manchando tu cuerpo con su semen haciéndote gemir ante la imagen.

Sus respiraciones estaban agitadas, y Santi colapsó encima de ti sin importar que quedara sucio con sus fluidos, abrazándote y dejando besos donde pudiera alcanzar.

Llevaste tus manos para pasarlas con delicadeza por sus rizos mientras acariciabas la cicatriz de su cirugía en su espalda, dejando besos en su cabeza a la vez que regulabas tus fuertes respiraciones.

–Te extrañé muchísimo...–Susurró recostándose a tu lado, tomando tú pierna para dejarla sobre su cadera mientras la acariciaba.

–Yo también te extrañé... no había día en el que no pensara en ti. Cuando nos vimos por última vez quedé muy preocupada... pensé que... q-que podría haberte pasado algo.–Le dijiste con lágrimas en tus ojos, bajando a la vista hacia donde jugabas con su mano.

–Hey... estoy bien, y estoy aquí contigo. Te prometí que iba a encontrarte.–Te dijo con una sonrisa, acariciando tú mejilla con la mano que tenía en tu pierna.–Y prometo nunca dejarte otra vez... hablaba enserio cuando te dije que deseaba una segunda oportunidad.

Tragaste el nudo en tu garganta y le ofreciste una sonrisa, acercándote para besar sus labios con delicadeza y luego lo abrazaste, escondiendo tu rostro en su cuello.

–Podemos hacerlo funcionar ésta vez...

–Prometo que nunca te voy a dejar, mi vida. Te amo demasiado como para alejarme de ti otra vez.–Dijo Santi con una sonrisa, y besó tu cabeza acariciando tú piel y disfrutando del momento estando juntos otra vez.

Moon Knight IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora