Solía fantasear mucho con el momento en el que volvería a verlo.
Sí que me imaginaba que estaría delgada y bonita, usando un vestido justo como el que tengo puesto.
Pero también esperaba mirarlo entre mis pestañas y darle una sonrisa coqueta, a la que él respondería mordiéndose el labio inferior y luego me tomaría por la cintura y me besaría como lo hizo esa tarde en Texas en el túnel que iba del escenario al backstage, como si no le importara dónde estábamos ni quién nos veía porque solo le importaba besarme.
Pero por supuesto que la realidad no se parece en nada esto.
Él claramente no me estaba buscando, sino que viene de camino al baño, con el arete de Laura aún enganchado a la solapa de su saco.
....Como si necesitara otro recordatorio de que siempre habrá pedacitos de ella cerca de su corazón.
La sorpresa en su cara es muy, muy obvia, pero también hay una chispa de otra cosa que no entiendo y no pienso entender, porque ni siquiera lo miro.
No puedo mirarlo.
Físicamente no lo soporto.
Es como levantar la cara y ver directo al sol.
- Disculpa – Le digo rápidamente y lo rodeo para seguir con mi camino, aunque no sé a dónde voy.
Necesito salir de aquí.
Escucho que me llama a mi espalda, pero no me detengo.
Sigo caminando en línea recta, porque necesito salir de aquí.
Siento que el aire no me pasa por la garganta, y las paredes se están cerrando encima de mí de tal manera que no puedo respirar.
Siento que verlo me ha abierto un hueco en el pecho por el se está escapando lo último que me sostiene, y ya no tengo fuerzas para fingir más.
Me gustaría que hubiera una forma de pausar el mundo que me permitiera descansar, sin que hubiera un reflector encima de mi cabeza y una cámara siguiendo cada uno de mis movimientos.
Estoy bastante segura de que estoy teniendo un ataque de ansiedad, así que es bastante increíble que incluso así me obligue a caminar en línea recta hacia un salón marcado como solo para personal autorizado junto a la cocina y me encierre en él antes de desmoronarme.
Mis rodillas ceden y caigo al suelo casi en el segundo en el que la puerta se cierra detrás de mí.
Honestamente, en este preciso instante no estoy pensando en él, o en la margarita que apareció tatuada en mi muñeca, o en el arete de Laura en su solapa o en Rocket cerrando unas esposas sobre mis muñecas.
Ahora mismo, solo quiero respirar, así que trato de estirar el cuello para que el aire me pase por la garganta, pero parece que no lo logro.
Intento jalar aire al interior de mis pulmones, pero se siente como si no pudiera pasar por el nudo que me cierra la respiración, y boqueo por aire para no morir, aunque se me cruza por la mente que no tengo idea de por qué no quiero morirme.
Me dejo caer en el suelo y me recuesto de lado mientras me abrazo a mí misma, y trato de mantenerme entera, y que todo lo que soy no se derrame por las grietas de mi corazón roto.
--------O--------
No tengo idea de cuánto tiempo pasa hasta que me siento lista para salir del cuarto de aseo en el que estoy.
Cuando por fin soy capaz de volver a respirar, me levanto hasta una posición sentada y me paso los dedos por debajo de los ojos para intentar quitar lo peor del maquillaje que debo tener corrido, aunque no tengo ni idea de si logro algo, porque no tengo un espejo para mirarme.
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Buenas noches, ladrón » Martín Vargas (Morat)
FanfictionSolo un beso, fue lo que te prometí. Uno solo. Pero esto es más que un beso, ladrón. Algo pasa entre los dos, y no podemos negarlo....