《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
Nota de Autor: Mis disculpas a todo aquel que le llegó el aviso de este capítulo con otro nombre. Lo estaba escribiendo y editando, así que sin querer presione publicar sin estar terminado 😓.
Ya esta arreglado y listo para lectura, mis disculpas.
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Neteyam admiraba en silencio a su pareja, mientras que este se ponía al día con todos sus familiares.
Se veía tan cansado y estropeado por la guerra... notándose a leguas que bien, no la había pasado.
Y aun así, sonreía de forma brillante.
Hablaba muy poco sobre la guerra, y no decía nada en lo absoluto sobre sus cicatrices. Aunque tampoco nadie más que Ronal había preguntado.
El pensaba preguntarle ya en privado, por si podía llegar a incomodarlo de alguna forma.
— ¡Ao'nung! — grito una conmocionada Tsireya, entrando a la vivienda de sus padres. Seguro que se había enterado ya por la gente que el Olo'eyktan estaba de regreso — ¡Oh Eywa! — exclamó esta entre lágrimas, antes de que el de piel turquesa riera y se levantará, abrazándose fuertemente ambos — ¿como has estado?¿Y que es todo esto? — preguntaba entre felicidad y angustia la Tsahik, revisando el rostro del mayor y sus brazos.
Ronal y Tsireya eran tal cual cuando se preocupaban.
— he estado lo mejor posible — respondía Ao'nung, mostrando aún su sonrisa, inagotable — y veo que tu también — opino este antes de notar la ligera pancita de su hermana.
Ambos se pusieron a conversar sobre aquello de que Reya estaba esperando un bebé, dejando al alfa ahora sabiendo más de la vida de su hermana.
Neteyam notaba, como Ao'nung se las arreglaba para no responder nada sobre las cicatrices que marcaban en su piel.
— ¡papá, papá! — llamaba a la atención su hijo, provocando que la mayoría le miraran esperando cualquier cosa que tuviera que decir — ¿es cierto que tienes una lanza super poderosa que puede matar enormes bestias de un solo golpe? — preguntaba su pequeño con emoción, poniéndole nervioso al recordar las historias super exageradas y ridículas que le contaba de vez en cuando.
— ¿como dices? — preguntó Ao'nung mostrandose confundido, pero igual de contento. Se notaba en su mirada lo mucho que le gustaba el hecho de que su hijo lo llamara papá. Pez orgulloso
— mamá me ha dicho que- — trato de continuar su pequeño emocionado, poniéndole los nervios de punta antes de que le sostuviera con cuidado, pidiéndole entre susurros llenos de pánico, que le preguntara en casa lo que quisiera. No delante de toda la familia por parte de su padre.
