❜ ⌗ eructos de bebé ⌗ ❜

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Ao'nung admiraba como su pareja se movía de aquí para allá, preparando algo de comer que había aprendido hace poco de Max (quien se había comunicado con ellos para felicitarlos, al igual que Norm), era una comida sencilla supuestamente, que se hac...

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Ao'nung admiraba como su pareja se movía de aquí para allá, preparando algo de comer que había aprendido hace poco de Max (quien se había comunicado con ellos para felicitarlos, al igual que Norm), era una comida sencilla supuestamente, que se hacía con la comida crecida en pandora, por suerte.

Cosa de que esos dos nunca dejaban de estar inventando. Ya sea comida, medicina o más. Realmente un par humano-avatar bastante excepcional.

Kateye se encontraba con su gatito, siendo cargado por una cangurera hecha para él y que al parecer, disfrutaba mucho. Pero Ao'nung ya llevaba una semana y media conociendo a su hijo, sabía que lo que en realidad le gustaba era ser cargado por mamá.

Al parecer no le había bastado con 9 largos meses en el vientre de Neteyam e iba por más.

— prueba esto — le pidió su pareja de repente, pasándole un pequeño cuenco con una salsa que (sin mentir), olía realmente bien.

— ¿no voy a morir si lo pruebo? — bromeó, aun sabiendo que tenía buena pinta y que enrealidad, se le hacía agua la boca por probar.

— solo es un pequeño riesgo por correr — sonrió este devolviéndole el tono, a lo cual no pudo hacer más que resoplar dejando escapar su sonrisa — anda, Kateye también quiere ver como papá prueba mi comida, ¿cierto, mi amor? — consulto al bebé, mirándole con cariño.

Kateye tan solo hizo gestos de felicidad, correspondiendo a mamá aunque no entendiera.

Apoyador

— muy bien, señor máster chef — canturreo, antes de probar la salsa escuchando un "¿como recuerdas ese programa todavía?" De parte de su pareja que casi le hace atragantarse al querer reírse. Se relamio los labios al terminar de probar, pareciendole realmente delicioso. Su Neteyam tenía talento para cualquier cosa, de verdad — interesante — comento, notando como este sacudía la cola expectante y esperando una reacción suya buena — podría saber mejor — murmuró con una sonrisa, buscando molestarlo y bromear un poco.

Pero no le llego la reacción que esperaba de su gatito.

Este dejó de mover la cola y agachó las orejas, armando una mueca triste con su sonrisa que le hizo arrepentirse de lo dicho. Debió pensarlo un poco más, ya que se notaba el esfuerzo de su pareja en aquello, y... probablemente este estuviese esperando una respuesta sincera y directa.

Su error

— entiendo — murmuró, tomando el tazón en manos y acariciando la cabeza de Kateye con su mano libre — ¿preparamos otra salsa bebé?, ¿si? — murmuró con tono dulce aun así para su hijo, recibiendo risitas risueñas.

— cariño — le llamó, avergonzado por su comentario tan malo, arrepintiendose al instante. Neteyam triste era su derribó más fuerte — realmente está deliciosa, sólo bromeaba. Perdón — se disculpó, notando como este le miraba expectante.

— ¿entonces si te gustó? — preguntó el omega, dejando el tazón a un lado.

— si, te lo prometo — sonrió apenado y llevándose una mano al pecho. Indicando que lo decía de corazón.

Neteyam volvió a su actitud alegre y brillante de antes, sacudiendo la cola y notándose mejor con esa respuesta. Menos mal que lo arreglo con rapidez.

entonces la usaré para la receta — comento antes de empezar a tararear, volviendo a lo que hacía.

Ao'nung suspiro y se relajó,  siguiéndole con la mirada otra vez y prometiendose a sí mismo no hacer comentarios bobos sobre cosas que Neteyam estuviese haciendo con intención y amor.

Esperó hasta que este terminará mientras soltaban ligeras y pequeñas charlas, llevando comentarios más ligeros y contando con bromas otra vez, siendo de aquellas que sabía no lo iban a herir de alguna forma.

¡tan taran! — canturreo su pareja con emoción, haciéndole sonreír — ¡presente ante ti unos tacos versión pandora! — señaló este con alegría, causándole un par de risas.

Era adorable

— huele delicioso — comento sin borrar su sonrisa, tomando asiento en el suelo seguido de su pareja — mis felicitaciones al chef — felicito coqueto, notando como la cara de Neteyam enrojecia un poco.

— ponte a comer — murmuró este con vergüenza, causándole algunas risas más antes de que empezara a comer.

Comieron tranquilamente y charlaron, teniendo que dejarle bastantes comentarios a su esposo de lo rico que estaba eso del taco. ¡nunca probó algo así! ¡tenía demasiado sabor y era asombroso!

Realmente tenía a la mejor pareja de todo el planeta.

— ¿tu también quieres probar Kateye? — le escucho preguntar al bebé, quien se notaba inquieto queriendo comer con ellos también. Aunque era algo que no se debía. Era muy pequeño — ¿Debería darle un poco? — le pregunto ahora mirándolo a él.

Ao'nung sólo se encogió de hombros, pensándolo. Realmente no sería nada grave ni del otro mundo si le dejaba probar al bebé.

Neteyam ante su respuesta, se dedico a untar un poco de salsa en su dedo, llevándola a la pequeña boquita de kateye quien le agarro la mano con sus pequeñas manitas y chupo, probando esa salsa con desesperación digna de un pequeñin como él.

— ¿esta rico? — preguntó riendo un poco al ver que quería más. A lo cual Neteyam negó de inmediato y dijo que no se arriesgaría a enfermarlo sólo porque quería de esa salsa.

Se quedaron un momento en silencio cuando Kateye eructo, mirándose ambos entre si..

Ninguno de los dos pudo evitar el estallar entre risas después, sin esperarlo para nada.

— tan adorable mi bebé ~ — murmuró Neteyam entre risas, sacando al bebé de su cangurera para alzarlo y llenarle de besitos juguetones, haciendo reír a Kateye de forma risueña.

Ao'nung admiro la escena con una sonrisa enternecida, limpiandose una lágrima que se le había salido por estarse riendo de aquella reacción de su hijo a la comida. Miró el rostro de Neteyam al hacerle mimos al bebé, siendo tierno y tan cálido que le dieron unas terribles ganas de abrazarlo y besarlo.

Sus dos amores eran ya su lugar feliz y el más especial, definitivamente... El no cambiaría nada del mundo por momentos así.

¿Y si tenía que sacrificar un día o dos como Olo'eyktan para estar con su familia?, pues perfecto. Porque el trabajo siempre podría esperar.

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