《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
[ 🥀 ]
La llegada de los tulkun se recibía con alegría en el pueblo Metkayina.
Ya era temprano por la mañana para cuando sonaron las trompetas, anunciando que por el horizonte se divisaba la presencia de tan magníficas criaturas.
Neteyam había estado caminando por la playa hasta que se lanzó el anuncio, siendo acompañado por Ao'nung. El alfa se mostraba emocionado e impaciente, como si fuese un niño pequeño.
— Kei'al seguro que va a estar muy feliz — pronunció con una alegría inquebrantable, moviéndose a su alrededor y provocándole una sonrisa — vamos, vamos — canturreo tomando su mano, dispuesto a guiarlo a la zona de mar con todos los demás.
— más despacio — pidió a este, tomándose su tiempo para andar. Estaba alegre también, pero debía de mantenerse calmado y a un ritmo tranquilo para cuidarse. Además, el frijol ya le causaba cierta fatiga. Sus piernas le pesaban y no le era muy buena idea el corretear por ahí.
Ao'nung le hizo caso, calmando su paso sin borrar su enorme sonrisa, andando hacia el agua.
En ningún momento se atrevió a soltarle la mano o dejarlo atrás.
— Kei'al ya es líder de la manada, y está mucho más grande de lo que lo estaba hace 5 años, cuando se conocieron — explicó con alegría antes de llamar a un Ilu, ayudándolo a subir — cada año le he hablado sobre ti — murmuró este antes de subir tras él, rodeandolo con sus brazos y tomando riendas.
Cuando se acercaron a toda la gente y los Tulkun, su pareja se dedico a ubicar a su hermano y amigo del agua entre la multitud, metiéndose al agua.
Neteyam se quedó sobre el Ilu y espero pacientemente a que su pareja regresara. Pero cuando lo hizo...
No traía muy buena expresión.
— ¿pececito? ¿Qué sucede? — preguntó al ver que se notaba preocupado, acercándose y acariciando al Ilu un poco para que no se moviera.
— no lo veo por ningún lado — exclamó preocupado y ansioso, notándose que en cualquier momento entraría en pánico — voy a preguntar a los demás tulkun, seguro lo habrán visto — comento, antes de volver a sumergirse.
Neteyam se preocupó también, mirando por donde se había sumergido el de piel turquesa antes de notar algo.
Había varios metkayina con expresiones desesperadas y preguntando a diestra y siniestra por sus hermanos espirituales.
— ¡Neteyam! — escucho que lo llamaban, mirando alrededor hasta que noto como Lo'ak se acercaba a toda prisa hacia él, jadeando por la falta de aire y estando empapado sobre su Ilu — los humanos, ellos-. Ellos se lograron ocultar de los radares y se mueven a unos kilómetros de aquí, muy cerca — explicó este con velocidad, haciendo que su expresión de preocupación y miedo creciera.
Medito un momento entre la desesperación, tratando de divisar si Ao'nung aparecía, pero no era el caso.
— ¿donde están mamá y papá? — preguntó decidido, mirando a su hermano.
— están tendiendo un plan para emboscada a los barcos — respondió al momento, a lo cual Neteyam asintió. Sus padres ya se le habían adelantado a los hechos — trata de encontrar a Kiri y avisarle — le pidió a este, recibiendo un asentimiento de cabeza y viéndolo desaparecer en el agua.
Sabía que su hermana y su enorme conexión con la gran madre serían de mucha ayuda en caso de tener que luchar.
Vio como Ao'nung se asomaba del agua, notándose desesperado.
— no está, ninguno lo ha visto — hablo con rapidez y al borde del delirio, mirándole con mucho agobio y la cara pálida.
— amor, escucha — le llamó a la atención, tomándole de la mejilla para que se calmara un poco — tienes que reunir a los guerreros y deben de avanzar hacia fuera del arrecife — explicó, confundiendo un poco al alfa — hay humanos llegando y hay que intervenir — termino por decir, mirándolo.
Ao'nung abrió los ojos aún más, asustado con la información y asintiendo.
— regresa a la playa — dijo este de repente, a lo cual Neteyam negó — cariño — suplicó este, seguro pensando que le pasaría algo.
— buscaré a Nguway y avanzare hacía el mar — pronunció, recibiendo una negación de cabeza de su pareja — Ao'nung, en la guerra mientras más soldados haya, más crece la posibilidad de ganar, necesitas tanto guerreros como artilleros — se explicó, decidido.
— ma Neteyam... — se quejó este con un profundo dolor cubierto de preocupación en su mirar, provocándole algo de culpa y remordimiento que decidió rechazar. Ao'nung al notar que no daría su brazo a torcer, desistió, suspirando y tomándole de la mano, besandole los nudillos con temblor — por favor mantente seguro — le pidió este, a lo cual asintió.
Neteyam le sonrió para brindarle confianza, tomándole la mano y regresandole el beso en esta.
— encontraremos a tu hermano y detendremos el paso de esos humanos — aseguró, completamente decidido. Ao'nung asentia ante de dejarlo partir, llendo a reunir a su gente y prepararse.
Neteyam regresó hasta la playa y fue directo por sus flechas y arco en casa, para luego pasar a ubicar a Nguway en el bosque.
Cuando emprendió vuelo hacía el mar y divisó a sus padres y varios barcos, supo que sería difícil y dificultoso dar una avanzada para acabar con ellos.
Y, como esperaba. El pueblo Metkayina se dirigía directo a la batalla, encabezados por sus nuevos líderes y los antiguos, decididos a luchar.
Neteyam tomó aire lo más tranquilo antes de indicarle a Nguway que podía avanzar y acercarse más hacia el futuro desastre. Era listo, su familia estaba conformados por excelentes guerreros y no tenía razones para dudar o retroceder gracias a ello.
Siguió instrucciones de su papá en cuanto llegó, acatando a la orden de ayudar a su madre desde el aire con arcos y flechas, justo como se lo esperó.
Era de los únicos y mejores arqueros que había, que (aunque no le llegase ni a los talones a su madre, Neytiri) podía ayudar y aportar desde el aire.
Le informo de paso a su papá que Lo'ak debía estar en camino con Kiri, por lo cual la tendrían que proteger y asegurar su seguridad.
Era un eslabón fuerte e importante contra la guerra, definitivamente. Así que Neteyam se encargaría de proteger a esta durante el desastre que iba a ocurrir.
