《Kateye》
una palabra para referirse a una flor, las flores de Hibisco pandoriana. Significando Abundancia, alegría y bienestar. como su hijo, Kateye.
Neteyam y Ao'nung ahora tenían un nuevo reto al cual enfrentarse todos los días, llamado "vida de p...
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Había pasado una larga noche acompañando a Neteyam, por fin logrando hablar con él.
Nunca pensó que se le hiciera tan difícil sacarle información a su pareja como en aquellos dos o tres días. Pero no se rindió, consiguiendo saber mucho más de lo que debería, tal vez.
Neteyam le confesó el sentirse culpable por todo lo que había sucedido en los últimos 7 días, contándole absolutamente todo sobre lo que pasó en el acantilado y como fue que se cayeron él y Kateye.
Supo de la persecución, la conversación y demás. Enterandose de que cierto jefecillo desgraciado estaba muy metido en todo el asunto.
Definitivamente, iba a convocar una linda, reunión con el jefe Mangkwan, en unos cuantos días más.
Su gatito también le conversó bastante sobre palabras que tenía grabadas y que aunque no quisiera, le dolían, quedándose ahí en su mente y su pecho.
Cosas como las que le dijo, por ejemplo. De entender a Kateye más que él... o sobre lo de que nunca nadie le restringiera sus errores. Y demás, lo de lo horrible que se sintió cuando le hablo mal sobre sus marcas.
En todo el proceso de habla parecía alterarse y tratar de no ahogarse con sus palabras, explicándole entre sollozos y tics nerviosos, como mover las piernas inquieto o morderse las uñas, intranquilo... lloroso y destrozado.
Había muchísimo más allí por decir, y por lo que su gatito se quedaba encogido o abrazaba sus piernas, sentado en la cama sin poder decirle nada más por largos periodos de tiempo mientras se disculpaba y lloraba, recuperándose.
Le dolía verlo así... pero si no desinfectaban esa herida y la curaban, jamás iba a sanar.
Las cosas calaron con más profundidad, cuando Neteyam empezó a narrarle cosas muy pasadas o ya viejas, de épocas en las que no estuvieron juntos.
Todo lo que recordaba en su soledad en la selva... mirando a las estrellas casi todo el año en que no pudieron conversar, hace muchísimo tiempo y antes de que se casaran.
Cosas que le pasaron mientras cuidaba a Kateye el sólo, desde muy pequeñas a graves, dejando literalmente todo fuera.
Ao'nung no sabía que había tanto remordimiento dentro del na'vi que amaba, hasta ese momento.
Como forma de entendimiento, le ayudaba a calmarse y jugaba con sus deditos, sonriendole o contando pequeñas cosas tontas que llegó a hacer que, (aunque en el pasado le significaron enfados y lágrimas) ahora eran risas, y experiencias vividas nada más.
Logro que Neteyam se riera con él en un par de ocasiones, recibiendo algún que otro apodo cariñoso como "pececito tonto" o "atún bobo" que le hizo reír bastante, teniendo que contenerse para no despertar a un Kateye bastante dormido.
